¡Válgame Dios! Felipe, como yo, en ABC!

¡Válgame Dios! Felipe en ABC». ¿Qué diría mi madre si viera a Felipe González en esta portada del ABC, tan  favorable, diciendo lo que dice? Menudo susto. Como el que se llevó cuando publicaron mi foto en 1985 en la portada del ABC, junto a otros colegas, bajo el título «Vergüenza nacional». Mi madre (que fue de las que perdieron la guerra civil) se asustó cuando se lo dijeron. Ella exclamó: «¡Válgame Dios! Mi hijo en ABC!». Yo la tranquilicé. No era para tanto. Le dije que eran gajes del oficio. Me replicó: «Sí, sí, como cuando te secuestraron y torturaron los de Guardia Civil de Franco». Me despidió por teléfono desde Almería con su recomendación favorita: «Hijo mío, no te signifiques».

Felipe Gonzáles. mimado en la portada del ABC.

He recibido por Whats app esta foto de la portada del ABC con este comentario de mi compadre:

«Del ¡Dios mío! Mi hijo en ABC» al «¡Dios mío!, Felipe en ABC».

Yo le contesté:

¡»Vivir para ver! ¡Con lo que le hemos querido…! Debemos envejecer bien y dejar paso a las generaciones venideras»

Mensaje de mi querido compadre, padrino de mi hijo David.

Con este golpe de nostalgia y cierta tristeza (aún afectado por la patética imagen del anciano presidente de Biden en su debate frente al delincuente Donald Trump), rebusqué en mi archivo de artículos antiguos y milagrosamente encontré mi respuesta al ABC de 1985, a la que hacía referencia mi compadre. La publiqué en El Periódico de Catalunya y la reprodujo «La Voz de Almería», mi diario de toda la vida.

Es un milagro que haya encontrado este recorte. Se lo debo a las memorias que escribí durante el confinamiento por el COVID («La prensa libre no fue un regalo») ya que, confinado en el sótano, me obligó ordenar fotos, recortes  y notas.

Dibujo que me dedicó mi hijo pequeño, David Martínez Westley, sin fecha.

Lo que más me ha emocionado ha sido encontrar, en la misma carpeta, este dibujo que me hizo mi hijo David (gran artista premiado con el pincel y hoy también excelente cocinero en El Tinglado/Oyster Bar). No sé la edad que tendría mi niño para firmar su obra, pero me sacó más calvo de lo que yo era entonces… en la tele. Los de maquillaje disimulaban mi incipiente calvicie («para combatir los brillos», decían) con un corcho ahumado.

En esta foto de la época de la «Vergüenza nacional» en ABC (entre Julio Bernárdez y José Luis Martínez) yo tenía bastante pelo. Al año siguiente fundé el Buenos Dias en La 1 de TVE y en 1988 nació David.

Por cierto, aprovecho para dar las gracias a todos los amigos que, pese al fútbol, han visto anoche y celebrado el documental «¿Preparados para el tsunami?» de mi hijo mayor, Erik Martínez Westley. Los que optaron por el fútbol pueden verlo este viernes a las 11:00 en La 2 de TVE o en RTVE Play mediante este enlace.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *