Afortunadamente, Starmer no es Chamberlain, el ingenuo «apaciguador» de Adolf Hitler. En 1939, un año después del acuerdo de «apaciguamiento» con Berlín, el canciller nazi invadió Polonia. Churchill se lo echó en cara. Gran Bretaña retrasó la guerra para beneficio del enemigo. En la víspera de la sospechosa reunión EE.UU.-Rusia en Arabia Saudita, el primer ministro británico, Kier Starmer, ha dado un golpe en la mesa de Donald Trump. Ha sido el primer líder europeo en ofrecer el envío de sus tropas para garantizar la paz en Ukrania. Trump y Putin (que siempre me parecieron socios sospechosos) no quieren a Ukrania ni a la Unión Europea en esa mesa de negociaciones. Mal comienzo. En París, se reunieron ayer los principales líderes europeos (incluido Starmer) para rechazar cualquier acuerdo de Trump y Putin que no incluya a Ukrania y la Unión Europea. Miedo me da.

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