Ante más de 200 jóvenes de bachiller de Sagunto, mi hijo Erik y yo hablamos ayer de nuestro libro «Franco para jóvenes». Algunas chicas no salían de su asombro. Nadie les contó.
SE NOS VIO EL PLUMERONOTICIAInvalid DateJOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ SOLERJAMS
La primera foto que comentamos fue la de estas chicas sonrientes, nacidas en libertad, que presumen de la bandera de la Dictadura de Franco. Al pasar una tarde por la esquina de las calles madrileñas Marqués de Urquijo y Ferraz, me encontré con un grupo de jóvenes (chicos y chicas) que cantaban el himno fascista «Cara al Sol» y lucían banderas y símbolos de la Dictadura franquista. La escena me entristeció y me perturbó. La comenté con mi hijo Erik (él tampoco había estudiado la Dictadura en su bachiller) y, por eso, decidimos escribir juntos este libro.
Los jóvenes nacidos en libertad desconocen lo que fue la Dictadura. Las mujeres fueron convertidas por Franco en menores de edad. No podían tener cuenta corriente, comprar un electrodoméstico o viajar sin permiso escrito del marido o del padre. Algunas añoran hoy lo que, por culpa nuestra, nunca conocieron. Me estremece el daño causado por el pacto del olvido. ¡Qué gran error! Perdonar, siempre. Olvidar, nunca. El 50 aniversario de la muerte del tirano es una ocasión para reivindicar la Memoria Democrática y defender la libertad que, como el oxígeno, la valoras más cuando te falta. A mí me faltó durante 30 años.
Ayer nos permitimos leer algunos párrafos franquistas sobre la mujer que dejaron con la boca abierta a nuestros oyentes, sobre todo a las chicas. Esto decía Pilar Primo de Rivera, al recomendarles en 1942 la inutilidad de estudiar:
«Las mujeres nunca descubren nada; les falta, desde luego, el talento creador, reservado por Dios para inteligencias varoniles; nosotras no podemos hacer nada más que interpretar, mejor o peor, lo que los hombres nos dan hecho».
En 1962, la asignatura obligatoria «Formación Político-Social» en primero de bachiller incluye textos como éste:
«A través de toda la vida, la misión de la mujer es servir. Cuando Dios hizo al primer hombre, pensó: «No es bueno que el hombre esté solo». Y formó a la mujer, para su ayuda y compañía, y para que sirviera de madre. La primera idea de Dios fue «el hombre». Pensó en la mujer después, como un complemento necesario, esto es como algo útil».
Durante la postguerra, las mujeres del bando republicano fueron víctimas de torturas, abusos físicos y sexuales de la mayor crueldad. Las rapaban al cero, para marcarlas, y les daban aceite de ricino para que se cagaran por la calle.
El general golpista Queipo de Llano, que asesinó a 14.000 en Sevilla y, bajo su mando, mataron a García Lorca, dijo por la radio en plena guerra civil:
«Nuestros valientes legionarios y regulares han enseñado a los cobardes de los rojos lo que significa ser hombre. Y, de paso, también a sus mujeres. Después de todo, estas comunistas y anarquistas se lo merecen, ¿no han estado jugando al amor libre? Ahora por lo menos sabrán lo que son hombres de verdad y no milicianos maricas. No se van a librar por mucho que pataleen y forcejeen».
Los restos de este criminal de guerra estuvieron enterrados y honrados hasta 2022 en el altar mayor de la Basílica de la Macarena de Sevilla.
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José Antonio Martínez Soler
Fundador de ’20minutos’, El Sol, La Gaceta, Doblón, Buenos Días (TVE). Director de TD-TVE. Redactor jefe de El País y Cambio16. Doctor en Ciencias de la Información por la Complutense. Nieman Fellow’77, diplomado por Harvard University. Profesor titular de Economía Aplicada, Universidad de Almería. Presidente de la J.R. del Parque Natural del Cabo de Gata. Medalla de Andalucía. Con la vista puesta en el retrovisor, como superviviente de secuestro, torturas y un fusilamiento simulado, por agentes armados de la Dictadura, vuelvo con este blog al ruedo periodístico. Pido la benevolencia de los jóvenes que no conocieron mi mundo y que, en ocasiones, creen de buena fe que la Democracia nos tocó en una tómbola.