El domingo 11 de Junio, de 18.00 a 20:30 h., firmaré ejemplares de mi libro en la Feria de Madrid (Caseta 82 de Marcial Pons)
Nativel Preciado publica una crítica de mi libro «La prensa libre no fue un regalo» en los Cuadernos de Periodistas de la APM que le agradezco de corazón. No se pueden resumir mejor en cinco párrafos (que os recomiendo) las 500 páginas de mis memorias personales y profesionales. Ella me conoce bien, desde los tiempos que compartimos en la redacción de Doblón, aquel semanario anti franquista (con Franco vivo) que casi me cuesta la vida. Gracias, Nativel. Yo te vi primero.
La prensa libre no fue un regalo
por Nativel Preciado
Cualquiera que se decida a leer La prensa libre no fue un regalo, de José Antonio Martínez Soler (JAMS), se convencerá definitivamente de que la transición española salió con grandes esfuerzos, enormes dificultades, continuos obstáculos, casi de milagro, a base de consensos pactados, más por miedo que por prudencia. Miedo legítimo a la revancha de los vencidos, a la violencia terrorista, a la persecución policial, judicial o profesional. Miedo incluso a la muerte. Hace falta una mirada limpia para admitir que aquella generación, como cuenta su autor, peleó día a día, minuto a minuto, palabra a palabra, para defender la libertad de expresión. El relato de JAMS tiene el enorme valor de un periodista que ha sido testigo, desde la primera línea de batalla, de hechos históricos acontecidos durante más medio siglo. En su caso, con el mérito añadido de ser, además de testigo, víctima de la brutal represalia de un comando asesino que intentó acabar con su libertad y hasta con su vida.
Pido disculpas si me implico demasiado en la historia, pero es que yo ese día estaba allí, en la redacción de Doblón, el semanario que dirigía entonces Martínez Soler, cuando varios individuos armados, cubiertos con pasamontañas, fueron a buscarle a su casa de Las Matas, le secuestraron y le llevaron a un lugar recóndito de la Sierra de Guadarrama para torturarlo hasta el anochecer. El búnker franquista decidió actuar por su cuenta. El comando quería saber las fuentes que le habían informado sobre la purga de mandos moderados en la Guardia Civil, un reportaje que apareció en Doblón firmado con seudónimo. Como no dio los nombres, le sometieron a un simulacro de fusilamiento. Le dejaron vivo a condición de que mantuviera silencio. Si contaba algo de lo sucedido, matarían a su mujer. Hasta muchos años después, no supimos con detalle lo que habían hecho con nuestro director; eso sí, vimos que tenía el rostro desfigurado.
Hasta muchos años después, no supimos con detalle lo que habían hecho con nuestro director; eso sí, vimos que tenía el rostro desfigurado
A raíz del atentado, toda la prensa publicó el mismo editorial titulado “Impunidad”. La noticia del secuestro tuvo gran repercusión en la prensa internacional. Se produjo una respuesta unánime de todos los grupos editoriales contra la represión que seguía existiendo un año después de la muerte de Franco. Durante el ultraconservador mandato de Arias Navarro, político inmovilista que hizo lo imposible por impedir la transición a una democracia plena, se desató una oleada de brutales represalias contra los periodistas y, en general, contra todos los que defendían una libertad que, a pesar de las promesas, tardaba demasiado tiempo en llegar. Fue una lucha larga y difícil. Había que asumir el riesgo de cierres, secuestros, querellas, procesamientos, detenciones, interrogatorios y palizas. El ambiente no podía ser más hostil.
Del papel de la prensa en aquellos días de plomo, del referéndum de la OTAN, de los atentados de ETA, de la Constitución del 78, del golpe del 23-F y del resto de los acontecimientos de los que ha sido testigo escribe José Antonio Martínez Soler con conocimiento de causa. Además de director y fundador de Doblón, lo fue también de los diarios El Sol y La Gaceta de los Negocios, redactor jefe del diario El País, del semanario Cambio 16 y director general del periódico 20 Minutos, promotor del informativo Buenos Días y director de los Telediarios en Televisión Española. Y, como él dice, sigue vivo para contarlo.
La lectura de este excelente relato de Martínez Soler contribuye a recuperar la memoria histórica que forma una parte imprescindible del proceso democrático. Quienes lo lean comprenderán mejor por qué los españoles, hartos de la violencia padecida durante tantos años, rechazaron la ruptura radical con el pasado y eligieron la reforma para llegar pacíficamente a la democracia.
Nativel Preciado
Periodista y escritora