Cuando hagamos la digestión de las mentiras de Feijóo, veremos quién ganó el debate de anoche. Hubo tongo porque Feijóo golpeó a Sánchez llevando una herradura en su guante: una sarta de mentiras dichas con aplomo, cinismo, sin inmutarse y con la cara más dura que el cemento. ¿Habrá recibido clases de Aznar o del trío Pinocho de ETA en el 11-M? Sánchez, ingenuo, crecido y confiado, no pudo ganar un debate tan desigual. Perdió su oportunidad. Feijóo le cabreó, le sacó de sus casillas.
Mi amiga Blanca Vila nos ofrece este sabio mensaje: «Alguien dijo: no discutas sobre verdades con adictos a las mentiras». Si te pones al nivel de un mentiroso, él te gana ya que tiene más costumbre que tú a la hora de mentir con aplomo. Sánchez y la verdad perdieron el debate.
Lástima no haber estado allí para poner un poco de orden.
¡Vuelve Manuel Campo Vidal! Anoche te echamos de menos.