Llevado por mi indignación contra Netanyahu, cometí el error (imperdonable) de comparar al primer ministro israelí con Herodes, el rey de los judíos a quien los cristianos atribuyen la matanza (inventada) de niños inocentes. Fue una comparación precipitada entre realidad y ficción (Dios nos libre de los dioses, pues no existen) y me disculpo por ello. No quiero contribuir a perpetuar las fake news de los cristianos que tanto dolor han causado a los judíos. Para mis amigos judíos, Herodes, aunque sometido por Roma, fue un gran rey. No lo dudo. Fue vilipendiado por San Mateo. Netanyahu, en cambio, es un genocida confirmado como asesino de niños inocentes. Ayer me traicionó el subconsciente. Tengo grabado a fuego un villancico sobre Herodes que mi madre (Isabel Soler, con apellido de origen judío) nos cantaba cada Navidad. Aunque me gustaría, ya que no soy antisemita, no lo puedo borrar de mi memoria de infancia.
El villancico de mi madre empieza así:
«A Belén van caminando huyendo del rey Herodes y por el camino pasan hambres, fríos y calores. Al Niño lo llevan con mucho cuidado porque el rey Herodes quiere degollarlo.»
Lo dicho:
¡Feliz año nuevo! y que me perdone el buen rey Herodes (y mis amigos judíos) por compararle, sin razón, con Netanyahu, confirmado ya (éste sí) como asesino de niños inocentes en Gaza.
En la Universidad de Harvard (1976-1977) me confundieron con un rabino… por mi pinta, con barba, y por llamarme Soler. Lo cuento en un capítulo de mi último libro «La prensa libre no fue un regalo» que os recomiendo (aunque quedan pocos) como regalo de Reyes para abuelos, que se lo saben, y para nietos, que no saben lo que fue vivir sin libertad bajo la tiranía del general Franco. La libertad, como el oxígeno, la valoras más cuando te falta.
Para que nadie me acuse de antisemita, digo de corazón que los asesinatos de inocentes perpetrados por Hamas en Israel me parecen una abominación. También, abomino de los asesinatos masivos ordenados por el primer ministro Netanyahu, con saña vengativa contra inocentes palestinos, semejante a la de los terroristas islámicos contra inocentes israelíes el pasado 7 de octubre. Hace medio siglo, conviví en Estados Unidos con jóvenes contrarios a las matanzas de vietnamitas, mujeres y niños inocentes. No sin dolor, asistí también al regreso de veteranos, recibidos en su patria como apestados, no como héroes. Al cabo de 50 años, el síndrome postraumático adquirido en Vietnam sigue atormentando a muchos ex soldados norteamericanos ya ancianos. Ahora veo en la tele a los estudiantes de Estados Unidos, incluidos no pocos judíos, que protestan por las matanzas crueles de palestinos (philistinos, de Filistea), mujeres y niños inocentes.
Más pronto que tarde, veremos regresar a Israel a un montón de jóvenes, con sus manos ensangrentadas, para ir directos al siquiatra que deberá tratarles el síndrome postraumático producido por la limpieza étnica o genocidio ordenado por Netanyahu, en el papel del nuevo Herodes que mata a niños inocentes. Recuerdo a mis queridos amigos Zvi dor Ner (de Israel) y Jamil Mroue (de Líbano) y me estremezco de tristeza y dolor.
“La diferencia entre los guetos de los nazis en Europa y Gaza es que en Gaza hay todavía muchas personas vivas y el mundo tiene aún la oportunidad de hacer algo”. La frase por poco le cuesta a la escritora judía Masha Gessen poder acudir a la entrega del Premio Hannah Arendt que le habían concedido por su pensamiento político. Al final, el acto pudo celebrarse como estaba previsto en la ciudad alemana de Bremen, pero en un recinto menos solemne del anunciado inicialmente. Desde hace semanas, decenas de miles de personas en todo el mundo intentan hacer algo, lograr un alto el fuego que ataje la brutal crisis humanitaria infligida a los palestinos. A esos miles de personas se están uniendo importantes voces judías, como Gessen. Voces que critican con gran dureza la actuación del Gobierno israelí de Netanyahu, no solo por la crueldad con la que atacan a la población palestina, sino también por el daño que están produciendo en Israel.
Omer Bartov, nacido en Israel, profesor de la Universidad de Brown, que ha dedicado su vida al estudio de los actos de asesinato en masa, explicó en la revista The Chronicle of Higher Education que si Israel continúa con su rumbo actual, con su gobierno actual, “es de temer que las futuras generaciones de israelíes hereden un país ‘autoritario, parecido a Esparta’, cuyo sentido de identidad nacional esté fundamentalmente ‘basado en el derramamiento de sangre”.¿Se están cometiendo crímenes contra la humanidad en Gaza?
La mayoría de los israelíes, dicen las encuestas, apoyan al Gobierno de Netanyahu y la actuación de sus Fuerzas de Defensa (FDI), pero cada vez hay más voces dentro de Israel atemorizadas por el deterioro humano de esos soldados que disparan contra personas medio desnudas y con bandera blanca, que pasean sobre los escombros de un edificio recién bombardeado, sabiendo que bajo sus botas se encuentra aún a hombres y mujeres, niños, vivos, atrapados y aterrorizados, soldados y oficiales que dirigen un misil contra una vivienda en la que saben que solo vive un médico con su familia o un trabajador de Naciones Unidas. Soldados y oficiales que observan tranquilamente cómo se desangra un periodista y que humillan a los civiles detenidos. Esos soldados y oficiales volverán pronto a Israel y serán los maestros de sus hijos, el amable funcionario tras la ventanilla, el camarero que sirve el café al turista… (Una lista con los nombres de 40 oficiales que han planeado y llevado a cabo la operación está ya en el Tribunal Penal Internacional, según el exdirector de Human Rights Watch, Kenneth Roth.)
Bartov distingue entre limpieza étnica, que “tiene como objetivo expulsar a una población de un territorio, a menudo de manera violenta”, y genocidio, que “tiene como objetivo destruir a esa población dondequiera que esté”, pero advierte que la retórica deshumanizadora que emplea Netanyahu se acerca a lo segundo y exhorta a la comunidad judía internacional a “alzar la voz, antes de que el liderazgo de Israel lo sumerja a él y a sus vecinos en el abismo”.
Otro historiador israelí, Avi Shlaim, profesor emérito de Relaciones Internacionales en Oxford, señala que en 2008 Israel lanzó la llamada Operación Plomo Fundido sobre Gaza. Es importante recordar, escribe en Prospect, que ya entonces una misión independiente de investigación encabezada por Richard Goldstone, un distinguido juez sudafricano, judío y sionista, estableció que Hamás y otros grupos palestinos eran culpables de lanzar cohetes y morteros con el objetivo deliberado de dañar a civiles israelíes, pero también que gran parte de los grandes daños provocados por las FDI “no estuvieron justificados por necesidades militares y se llevaron a cabo de manera ilegal y sin sentido”.
“El informe encontró”, dice Shlaim, “siete incidentes en los que se disparó contra civiles que salían de sus hogares ondeando banderas blancas; un ataque, ejecutado intencionadamente a un hospital; numerosos incidentes en los que se impidió a las ambulancias atender a los heridos graves; varios ataques a infraestructura civil sin importancia militar, para privar a los civiles de sus necesidades básicas”.
“El Gobierno de Israel ha traído muerte y destrucción a los habitantes de Gaza muchas veces”, escribe Shlaim, “pero esta vez ha planteado la posibilidad de algo mucho peor que antes: la limpieza étnica”. A la vista de que anteriores violaciones del derecho internacional no fueron nunca castigadas, esta vez el Gobierno de Netanyahu se ha lanzado por la pendiente. Muchas voces judías lo advierten: ayuden a pararles ahora.
Los cómicos tienen mucho peligro. Son agudos y rápidos. Claro que mi niño, también. Javier del Pino, director del programa, que es un santo, salió al quite un par de veces y rescató a Erik de las garras de la comedia, una profesión que mi hijo cambió en Hollywood por los documentales para TV. Al final, consiguió colocar los titulares más relevantes de su última obra («¿Preparados para el Tsunami?») que Movistar+ estrenó el jueves y estará disponible allí durante tres años.
Me dio alegría que mi nieto Leo viera en la tele el documental de su tío Erik y que, en el momento en que sonó mi voz en off leyendo el poema de Voltaire sobre el tsunami de Lisboa (que mató a casi 70.000 personas e inundó Cádiz), me reconociera. Cuando dije: «Lisboa hundida y en Paris se baila», Leo dio un grito: «¡Es grandpa!».
La invitación de Erik me llevó a leer entero el largo y profundo poema de Voltaire sobre el tsunami de Lisboa. Por primera vez, en plena Ilustración, se puso en duda la intervención de Dios en los desastres naturales como castigo a los hombres por sus pecados. Después del tsunami de Lisboa, la ciencia y la razón empezaron a vencer a la ignorancia y la fe.
Esto escribió Voltaire sobre el tsunami:
¿Y puedes entonces imputar un acto pecaminoso
A los niños que sangran en el seno de sus madres?
¿Se encontró entonces más vicio en la caída Lisboa
Que en París, donde abundan las alegrías voluptuosas?
Estoy muy orgulloso del documental de mi hijo Erik, sobre todo porque ha huido del alarmismo y el sensacionalismo (que tanto atrae a los amantes del morbo y del periodismo amarillo). Ha dirigido y producido un documental serio y muy equilibrado entre la divulgación de las nuevas evidencias científicas y la prevención necesaria para disminuir los riesgos de los tsunamis en España. Creo que ha conseguido concienciar a los espectadores sobre los riesgos de no hacer nada frente a estas catástrofes naturales que, tarde o temprano, se van a repetir.
Yo firmo su conclusión final: «El miedo, fruto de la ignorancia, te paraliza. En cambio, la buena información te protege porque te mueve a la acción«. Pues eso, que tomen nota las autoridades competentes. El Gobierno de España y la Junta de Andalucía ya están en marcha. Después de los tsunamis de Japón e Indonesia, algunos gobiernos se pusieron las pilas…
Os lo recomiendo. Yo he visto el documental por cuarta vez (¿amor de padre?) y cada vez descubro nuevas evidencias científicas y más posibilidades de prevención de riesgos catastróficos que desconocía.
Debo felicitar a El Ogorodova, directora creativa y presidenta de Goat Knight (la productora), por su brillante trabajo para contarnos gráficamente los movimientos de placas y las simas oceánicas que explican los terremotos y tsunamis.
A los padres se nos permite presumir de los éxitos de nuestros hijos (¡y de los nietos, no digamos!). Acogiéndome a esta ley universal, os recomiendo que veáis el documental «¿Preparados para Tsunami?» que ha dirigido mi hijo Erik para la productora «Goat Knight» que preside El Ogorodova y de la que es, además, directora creativa. Ella es la autora de las animaciones gráficas. Por ejemplo: no os perdáis las montañas submarinas que hay frente a la península ibérica y que, en exclusiva, muestra el documental. Lo estrenará Movistar+ este martes, 19 de diciembre, a las 23:00h. Yo he visto el bruto y me ha encantado. ¿Qué voy a decir si soy su padre? Además, sale mi voz leyendo un poema de mi admirado Voltaire que pone en duda, por primera vez, que los desastres naturales sean castigo de Dios. El viernes hubo un pase privado en el Institut Ciències del Mar (ICM-CSIC) en Barcelona para científicos, divulgadores y patrocinadores del documental. Pau Rodríguez, de eldiario.es, asistió la proyección y a la mesa redonda de sabios. Por lo que ha publicado hoy, el estreno privado ha sido interesante. ¡Qué alegría!
Para ayudar a divulgar entre los niños las ideas básicas para la protección frente a los riesgos de tsunamis en la península Ibérica, El Ogorodova ha creado unas animaciones espectaculares («Canta con nosotros») con música compuesta por el gran artista Jeff Espinoza. Acaban de estrenarse estos videos en youtube. No te los pierdas. Muestran con humor e ingenio que hacer y que no hacer en caso de alerta de tsunami. Ojalá los pusieran en todas las escuelas de España… y Portugal. Lástima que no lo hayan cantado a tiempo los niños víctimas del gran Tsunami de Indonesia. Los supervivientes españoles de aquel catastrófico Tsunami (que inspiraron la película «Lo mposible» dirigida por Bayona), han participado en el documental de mi hijo con interesantes aportaciones fruto de su terrible experiencia
Anotadlo en vuestro calendario. ¿Preparados para el Tsunami? El martes, 19 de diciembre, a las 23:00h., en Movistar. Yo he tenido el privilegio de ver el bruto que ha dirigido y presentado mi hijo Erik Martínez Westley y me ha encantado.
Movistar+ ya tiene fecha de estreno para el documental ¿Preparados para el Tsunami? El viernes 15 de febrero tienen una proyección en Barcelona en el Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC) con panel de expertos.Se trata de una co-producción con RTVE y RTP, las televisiones públicas de España y Portugal, que continúa una serie documental anterior con PBS, la televisión pública de Estados Unidos. Han rodado en Hawái, California, Huelva, Cádiz, Lisboa, Sagres, Madrid, Vilanova y Barcelona.No os lo perdáis.
SinopsisMuchas personas desconocen que la Península Ibérica tiene uno de los mayores riesgos de un mega-terremoto y tsunami en todo el Océano Atlántico. En los últimos 9.000 años el Golfo de Cádiz ha experimentado entre 9 y 14 tsunamis. El último, en 1755, conocido como El gran terremoto de Lisboa, cambió la historia de Europa. ¿Qué pasará cuando llegue el próximo tsunami? ¿Qué evidencias tenemos y cómo nos podemos preparar?No somos únicos. Otros lugares, como Hawaii, viven con circunstancias similares. Si compartimos los riesgos, ¿por qué no compartir las soluciones?¿Preparados para el Tsunami? es un documental de ciencia, tecnología y medidas de seguridad de una hora que explica qué causa estos terremotos y tsunamis, destapa nueva evidencia histórica sobre la recurrencia con la que suceden, da a conocer las medidas de prevención y explora las innovaciones que nos pueden mantener seguros. Planteamos los riesgos con ciencia e historia, con hechos, y ofrecemos soluciones con consejos prácticos y nuevas tecnologías. Averigua cómo en ¿Preparados para el Tsunami?
Dicen que 45 años no es nada, pero ahí está, ahí está, viendo pasar la Historia: la Constitución del 78, la más larga y provechosa desde La Pepa de 1812… cuando se fundó España como nación. ¡Feliz Día de la Constitución, amigos demócratas! Recordar es vivir dos veces. Por eso, quiero hoy pensar, no sin emoción, en aquel día 6 de diciembre de 1978. Sonó fuerte el llamador de mi puerta, sobre la que yo había colocado la bandera de España, sin la gallina de Franco. Mi vecino, el coronel Lisarrague, un ex franquista jubilado, me preguntó, con cierta socarronería, qué hacía yo con su bandera en mi puerta. Le respondí: «Ayer, era solo suya y no mía, mi coronel, pero hoy ya es, por fin, de todos los españoles». Y brindamos juntos por ella.
Han pasado 45 años desde el final del régimen del general Francisco Franco, el dictador felón y genocida. ¿Por qué el Partido Popular y Vox se resisten tanto a condenar la Dictadura?. VOX no existía en 1978, o estaba agazapado en el PP que entonces se llamaba Alianza Popular. De los 16 diputados del PP de entonces solo 8 votaron a favor de la Constitución. De los otros 8, 5 votaron en contra y 3 se abstuvieron. Eran el embrión antidemocrático de VOX. Y ahí siguen… incumpliendo la Constitución desde hace 5 años al negarse a renovar, según las reglas vigentes del juego democrático, el Poder Judicial, uno de los 3 poderes del Estado. Hoy es un buen día para que los del PP reflexionen si son demócratas o no. Si respetan la Constitución de todos o no. Con la negativa del PP a cumplir la Constitución, secuestrando el Poder Judicial para su beneficio espurio, se les ha visto el plumero.
Copio y pego mi recuerdo del 6 de diciembre del 1978, tal como lo cuento en mi libro «La prensa libre no fue un regalo».