Con mi casa pagada y mis tres hijos criados, ayer hablé con Xavier Rius como si fuera libre. Aunque discrepamos en casi todo, fue muy generoso con su tiempo y con sus preguntas sobre mi vida y milagros y sobre mi libro de memorias «La prensa libre no fue un regalo».
Hablar con quienes estás de acuerdo en casi todo es agradable, pero puede resultar aburrido. Responder a preguntar de un discrepante amable y educado, aunque provocador, es enriquecedor.
Te obliga a pensar tus respuestas y aprendes mucho sobre la necesidad y la bondad de la concordia entre discrepantes. Dice Xavier Rius que ésta ha sido la entrevista más larga de su vida.
Le agradezco que me escuchara y me dejara hablar para su exitoso canal de youtube. Quienes me conocen saben que yo no me callo ni debajo del agua. El que avisa no es traidor.