Al regresar de nuestra escapada romántica a León, celebramos el 55 aniversario de nuestra boda (56, si contamos el año 1968, en pecado) en El Tinglado de Boadilla del Monte. Nuestros hijos, nietos y el tío Antonio nos sorprendieron con flores y globos… y una comida espléndida.
No tengo palabras para describir mi emoción al verme rodeado por toda mi familia, después de tantos años desparramada por Estados Unidos y España.
Uno de los incentivos para ir a León en nuestro 55 aniversario (además de la comida contundente de esa tierra) ha sido volver a ver de cerca la talla original de Juan de Juni, algo que os recomiendo. No tiene comparación con la copia que yo hice en tallasmadera.com.
Pero estoy contento por haber intentado lo imposible: copiar al gran maestro del siglo XVI. Ayer comprobé cuantos fallos he cometido por mi acto de soberbia y descubrí algunos trucos de Juan de Juni con tablas añadidas (invisibles) para conseguir su perspectiva espectacular. Me impresionaron todas sus obras en madera de nogal, en especial las tallas de la sillería de San Marcos. Una lección de humildad de la que estaba muy necesitado.