Ayer no pudimos acudir a la mani del Día de la Mujer. Bien que lo siento. Al seguir las imágenes por la tele, la Westley y yo recordamos nuestra primera manifestación feminista juntos. El 20 de agosto de 1970, antes de ir a la mili, Ana me llevó a la Quinta Avenida de Nueva York. Miles de mujeres con pancartas celebraran los 50 años del voto femenino en Estados Unidos. Aunque hicimos un buen reportaje, mi flamante esposa me llevó allí por razones más pedagógicas que periodísticas. Me sorprendió una gran pancarta que decía: «Ruega a Dios. Ella te ayudará». Pensé que era un error gramatical: She por He. De eso nada. Para aquellas feministas Dios era también mujer. ¿Por qué no? Conté esta anécdota con más detalle en mis memorias («La prensa libre no fue un regalo»). Una joven feminista de Boston se había casado en Madrid con un andaluz en plena dictadura de Franco y, de pronto, había perdido muchos derechos. Desde nuestra boda, ella ya no podía abrir una cuenta corriente ni comprar electrodomésticos a plazos ni viajar sola sin permiso firmado por su marido. Se escandalizó. ¡Cómo no! A las jóvenes pijas que hoy cantan el Cara al Sol y celebran al tirano Francisco Franco se les congelaría la sonrisa si supieran lo que era vivir sin libertad. No saben quién fue el cruel Franco ni qué hizo para mantenerse en el Poder gracias a una gran inversión en terror. A ellas les recomiendo especialmente nuestro libro «Franco para jóvenes».
He recibido un mensaje muy instructivo para los jóvenes que copio y pego:
Este texto de Amelia Valcárcel debería releerse en todos los *8 de marzo.*
Aquí vuelve:
1. Puedes votar, agradéceselo al feminismo.
2. Recibes igual salario al de un hombre por hacer el mismo trabajo, agradéceselo al feminismo.
3. Fuiste a la Universidad en lugar de dejar los estudios porque «la carrera de la mujer es casarse», agradéceselo al feminismo.
4. Puedes solicitar cualquier empleo, no sólo un “trabajo para mujeres”, agradéceselo al feminismo.
5. Puedes recibir y dar información sobre control de la fertilidad sin ir a la cárcel por ello, agradéceselo a una feminista.
6. Eres médica, abogada, jueza o legisladora, agradéceselo a una feminista.
7. Practicas un deporte profesional, agradéceselo a una feminista.
8. Puedes usar pantalones sin ser excomulgada de tu iglesia o echada del pueblo, agradéceselo a una feminista.
9. A tu jefe le está prohibido presionarte para que te acuestes con él, agradéceselo a una feminista.
10. Si sucediera que fueras violada y el juicio no trata sobre el largo de tu vestido o tus novios anteriores, agradéceselo a una feminista.
11. Inicias un negocio y puedes obtener un préstamo usando sólo tu nombre y tus antecedentes de crédito, agradéceselo a una feminista.
12. Estás bajo juicio y se te permite testificar en tu propia defensa, agradéceselo a una feminista.
13. Posees propiedad que es únicamente tuya, agradéceselo a una feminista.
14. Tienes derecho a tu propio salario aun si estás casada o hay un hombre en tu familia, agradéceselo a una feminista.
15. Obtienes la custodia de tus hijas e hijos tras un divorcio o una separación, agradéceselo a una feminista.
16. Tienes voz en cómo criar y cuidar a tus hijas e hijos en lugar de que los controle completamente tu marido o su padre, agradéceselo a una feminista.
17. Tu marido te golpea y esto es un delito y la policía lo detiene en vez de sermonearte sobre cómo ser una mejor esposa, agradéceselo a una feminista.
18. Se te otorga un título después de ir a la Universidad, en lugar de un mero certificado de haber completado los estudios, agradéceselo a una feminista.
19. Puedes amamantar a tu bebé, eso sí, todavía discretamente, en un lugar público y no ser arrestada por ello, agradéceselo a una feminista.
20. Te casas y tus derechos civiles no desaparecen dentro de los derechos de tu marido, agradéceselo a una feminista.
21. Tienes el derecho a rehusar tener relaciones sexuales con tu marido, agradéceselo a una feminista.
22. Tenes derecho a que tus registros médicos confidenciales no sean divulgados a los hombres de tu familia, agradéceselo a una feminista.
23. Tienes derecho a leer los libros que desees, agradéceselo a una feminista.
24. Puedes escoger ser madre o no cuando tú quieras y no según los dictados de un esposo o un violador, agradéceselo a una feminista.
25. Puedes esperar vivir hasta los ochenta años en vez de morir entre los veinte y los treinta a causa de embarazos ilimitados, agradéceselo a una feminista.
26. Puedes verte como una humana adulta plena, y no como una menor de edad que necesita ser controlada por un hombre, agradéceselo a una feminista.
Hoy especialmente, por decencia, mira el mundo, comprueba que ha mejorado y..
AGRADÉCESELO AL FEMINISMO Y CADA FEMINISTA.
Estoy pensando que hemos hecho grandes cosas y todavía haremos más. También que hoy es un gran día para alegrarnos de lo conseguido y hacer cuentas con la agenda pendiente. Y, sobre todo, estoy pensando que os quiero.
Compas…, os quiero mucho.
¡Que tengamos muy buen día!
Yo añado: y agradéceselo también los hombres feministas que somos cada vez más.

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