Luis Ruíz del Árbol, mi colega de tenis, ganador, y, sin embargo, amigo, ha comentado brevemente mi libro «La prensa libre no fue un regalo» en su columna de ABC. ¡Qué más puedo pedir! Una grata sorpresa. Gracias, Luis. Mi nombre no salía en las páginas nobles del ABC desde los tiempos de Luis María Anson. El que fue director del diario que él llamaba «el auténtico ABC» no estaba de acuerdo conmigo en muchos asuntos, pero me defendió cuando me secuestró la Guardia Civil del general Campano, al final del franquismo, y cuando José María Aznar me despidió como corresponsal de RTVE en Nueva York, tras la entrevista preelectoral que le hice en la 1 de TVE en 1996. Ganó y me despidió. Costumbres españolas.
Hoy me ganó al tenis, por muy poco, le felicité por su victoria y le di las gracias por citarme en su artículo de ABC. Además de abogado e ilustrador, Luis es un buen escritor. Su último libro, que ha presentado con éxito de público y crítica en nuestro pueblo (Villanueva de la Cañada), es un ensayo difícil de definir, cargado de reflexiones filosóficas, de la vida cotidiana y del mundo que nos rodea. También tiene humor, optimismo y una inevitable carga poética. Me gustó.