Pedro J. anda suelto… Miedo me da
30 de enero de 2014
Mucho ojo con él. Cuando golpea, lleva una herradura en su guante. Y, en dos años, Pedro J. Ramírez puede sentirse Mussolini.
!Tiembla Aznar!.
Jose Juan Gamaz, un genio del Photoshop, ha visto así la salida de Pedro Jeta de El Mundo:
Pedro J. sale de El Mundo
————-
Mi secuestro, hace 30 años
(Recopilación del capítulo I al IV, a petición de algunos amigos)
(I)
Tuve que dar un frenazo en seco y en plena cuesta. Unos locos habían cruzado su coche en medio de la calle y me impedían el paso. Pensé que se les había calado allí mismo.
Miré por el retrovisor de mi R-12 color hueso, con la intención de dar marcha atrás y salir por mi calle (Francisco Cabo) a la autopista de La Coruña. Instintivamente, miré el reloj: las nueve de la mañana pasadas. Ya iba tarde para cerrar, en la imprenta de Alcobendas, los últimos pliegos del semanario Doblón.
Todo fue muy rápido. Tres o cuatro personas salieron del coche que me impedía el paso. Me pareció ver que sacaban bruscamente –“¡qué raro!”, pensé- unas bolsas de deporte. El atasco iba para rato.
Volví a mirar por el retrovisor, antes de dar marcha atrás, y vi a un hombre mayor, con pelo rizado y un poco cano, que corría cuesta arriba hacía mi coche apuntándome con una pistola.
Miré al frente y las bolsas de deporte se habían convertido en metralletas (no eran como las que yo tuve en la mili; me parecieron más cortas y compactas). Sus dueños se cubrían la cara con dificultad: solo vi a uno con el rostro cubierto con pasamontañas, muy cerca de mí, apuntándome con su arma y golpeando con ella el cristal de mi ventanilla. Los otros rodearon mi coche.
Era martes, dos de marzo de 1976, tres meses después de la muerte de Franco.
(Tres meses llenos de inseguridad y miedo de cara al futuro. En medios periodísticos, sindicales, militares y políticos clandestinos abundaban entonces los rumores más extravagantes sobre escenarios golpistas. Los residuos del regimen franquista -que nosotros habíamos bautizado en Doblón como el “bunker”– querían mantener las esencias de la dictadura sin dictador. Pero teníamos indicios de que el flamante rey Juan Carlos no estaba por esa labor. “Era un prisionero más en el bunker franquista”, decíamos. Franco afirmó antes de morir que dejaba “todo atado y bien atado”. Y había rumores de que algunos generales y banqueros estaban tomando medidas para que así fuera).
Hacía una mañana soleada, aunque fría. Aún quedaba bastante nieve en Navacerrada. Un día maravilloso de invierno que, tan de mañana, yo no podía imaginar cómo iba a acabar.
No reconocí a ninguno de mis captores. En realidad, nunca supe si eran cuatro o cinco: el viejo que vino por detrás y tres o cuatro que me atacaron de frente.
En lugar de bajar el cristal, abrí la puerta, ya muerto de miedo, y, en ese instante, una mano – no se de quién- presionó un bote blanco de spray y me roció la cara con un líquido abrasivo que rajaba mi piel como si me cortaran con un montón de cuchillos a la vez.
Afortunadamente, un segundo antes, al ver de refilón aquel bote de spray acercándose de golpe a mi cara, cerré los ojos con fuerza y a tiempo para salvarlos.
Ya no volví a abrirlos hasta, unas horas más tarde, pasado el Alto de los Leones de la Sierra de Guadarrama, cuando me necesitaron con los ojos bien abiertos.
Uno de ellos me dijo:
“No te muevas, esto es un secuestro. Si no haces tonterías, no te pasará nada”.
Me sacaron de mi asiento tirando de la hombrera de mi chaqueta azul cruzada.
(Creo que ahora está arrugada en el sótano, y aún debe tener mi sangre seca, desde hace treinta años. Nunca la llevamos a la tintorería ni me la volví a poner jamás. No soy supersticioso, por si trae mala suerte.)
Al salir del R-12, uno de ellos me cruzó los brazos por detrás y me puso las esposas. Al mismo tiempo, otro me tapaba velozmente los ojos con un gran esparadrapo y dio con él un par de vueltas pillándome las orejas y el cogote.
Tuve mala suerte, al mover instintivamente mi cabeza a derecha e izquierda, para evitar la quemadura, provocada por aquel líquido tan doloroso que me echaban por la cara y sobre el esparadrapo que me cubría y protegía los ojos.
Tuve mala suerte, sí, porque quien me estaba poniendo las esposas, a mis espaldas, recibió en su cara el impacto del mismo líquido que iba destinado a mí, y creo que en exclusiva. Dio un pequeño grito:
“Joder, lo que escuece (o lo que quema) esta mierda”
Y soltó par de maldiciones y tacos. Naturalmente, me acusaba a mi de ser el causante directo de su quemadura imprevista.
Me metieron en el asiento de atrás de mi R-12 con un secuestrador a mi lado que, de vez en cuando, apretaba su metralleta contra mi costado, mientras protestaba por la quemadura que, según él, yo le había hecho.
Los dos vehículos echaron a andar hacia la autopista de La Coruña, única salida que tenía Las Matas, el pueblo dónde vivíamos mi mujer, Ana Westley, y yo, en una casita pequeña y extremadamente fría que habíamos comprado a un jardinero de la zona.
Ya de camino, se relajaron un poco y me explicaron, esforzándose por parecer amables, que se trataba tan solo de un secuestro para sacar algún dinero por mi rescate. Decían saber que yo era de familia rica.
Desde el primer momento, en cuanto descubrí al de la pistola por el retrovisor, y a los de enfrente con las metralletas reglamentarias, supe quiénes eran y qué podían querer de mi. Repitieron lo mismo un par de veces:
“Tranquilo, hombre, en cuanto paguen tu rescate, te soltamos”.
Tenía bastante claro quiénes eran mis secuestradores y podía, incluso, imaginar lo que buscaban. De hecho, yo había pasado las dos últimas semanas muy inquieto, sin recibir ningún recado de mis fuentes de información militares. Nada. No tuve ninguna reacción a la información, tan sensible y arriesgada, que había publicado en el semanario Doblón del 10 de febrero anterior, con la Portada dedicada a la Guardia Civil y con el antetítulo “De Vega a Campano”. (Luego confirmaré la fecha exacta)
Desde que publiqué mi último artículo sobre los traslados irregulares de altos mandos moderados de la Guardia Civil, a mediados de febrero de 1976, no había tenido noticia alguna de mis fuentes anónimas. Desaparecieron de golpe. Ni una sola llamaba telefónica. Llegué a pensar que me habían abandonado, una vez conseguido su objetivo que era exactamente -según me dijeron al darme las primeras pistas y luego los datos exactos- frenar la purga de altos mandos moderados en la Guardia Civil.
No entendía muy bien de qué hablaban mis secuestradores, medio en clave, durante el viaje. Me hicieron muy poco caso -creo que iban un poco nerviosos- hasta que tomaron velocidad propia de autopista.
“¿Por qué dicen estos lo del rescate, en vez de ir directamente al grano?”,
pensé mientras buscaba explicación a tantos rodeos que yo consideraba innecesarios.
Desde luego, no fueron al grano hasta que me tuvieron en un lugar completamente seguro para ellos. Si hubiera ocurrido algún percance, contraorden o accidente no previsto, durante el trayecto por carretera, nadie hubiera sabido la razón real del secuestro. Por eso, deduje que la conversación durante el viaje debía estar alejada de la purga de altos mandos militares, que se produjo durante la enfermedad de Franco y los dos meses posteriores a su muerte. Y así fue.
(Continuará…)
Es un poco tarde y tengo trabajo. Seguiré escribiendo después de comer. Si me dejan…
Hasta luego.
(II)
(Viene de Secuestro I)
(No entendía muy bien de qué hablaban mis secuestradores, medio en clave, durante el viaje. Me hicieron muy poco caso -creo que iban un poco nerviosos- hasta que tomaron la velocidad propia de la autopista.
“¿Por qué dicen estos lo del rescate, en vez de ir directamente al grano?”,
pensé mientras buscaba explicación a tantos rodeos que yo consideraba innecesarios. Desde luego, no fueron al grano hasta que me tuvieron en un lugar completamente seguro para ellos. Si hubiera ocurrido algún percance, contraorden o accidente no previsto, durante el trayecto por carretera, nadie hubiera sabido la razón real del secuestro.
Por eso, deduje que la conversación durante el viaje debía estar alejada de la purga de altos mandos militares, que se produjo durante la enfermedad de Franco y los dos meses posteriores a su muerte. Y así fue.)
(Continuará…)
Mis hijos mayores, Erik y Andrea, me piden que continue. Por ellos, ahí va, que hoy es domingo.
Secuestro (II)
Dale limosna, mujer…
No se por qué, desde que pusieron los dos coches en marcha, estuve convencido de que me llevaban hacia el Puerto de Navacerrada, al Noroeste de Madrid. Desorientado, con los ojos cerrados, los párpados ardiendo, por el efecto retardado del spray, cubiertos por el esparadrapo y por unas gafas, no tenía ni idea de por dónde circulábamos a tanta velocidad.
Me acordé de los ciegos que venden “iguales”. ¡Qué desgracia tan grande la de ser ciego! En aquella oscuridad sobrevenida, me concentraba en acumular dosis de serenidad y de calma, por lo que pudiera pasar, y me hacía mil preguntas a la velocidad del rayo.
La mente es sabia y tiene sus recovecos para ayudarnos a sobrevivir en las peores circunstancias. Quizás por eso, me vino a la cabeza un poemilla que dicen en Granada. Me esforzaba por recordarlo y apenas tenía un par de versos a mano:
“Dale limosna, mujer/ que no hay desgracia mayor/ …./ que ser ciego en Granada”.
Buscaba en mi memoria, sin éxito, los versos perdidos. Debía encontrar un verso terminado en “nada” que rimara con “Granada”.
No me hacían ni caso.
De pronto, mi coche aflojó la marcha, tomó una curva cerrada y me imaginé que salía de la autopista. Era, efectivamente, una carretera llena de curvas y cuesta arriba. El hombre que iba sentado delante de mí, en el asiento contiguo al del conductor, comenzó a hacerme preguntas un poco absurdas, como de doble chequeo. Eran de este estilo:
“¿Dónde tienes asegurado este coche?
Pronto me percaté de que estaba hurgando en los documentos que yo tenía almacenados, en total desorden, dentro de la guantera del coche. La guantera es para los mayores lo que el bolsillo del pantalón es para un niño. Un archivo-museo de tesoros inútiles.
El copiloto prestó especial atención a una vieja nómina de mi empresa.
“¿Cómo se llama tu empresa?” “¿Qué antigüedad tienes? ¿Cuánto ganas al mes?”
——–
“¡Lo que ganan estos comunistas de mierda!”
——–
Por sus comentarios sarcásticos y sus risas, supe que mi sueldo de director del semanario Doblón (ya en beneficios) les pareció escandalosamente alto.
Mi vecino de asiento apretó entonces el cañón de su arma (no estoy seguro de si se trataba de una pistola o de una metralleta) en mi costado.
¿Era una reacción de venganza o de envidia, provocada, quizás, por lo descomunal de mi sueldo en comparación con el suyo?
¿Era, quizás, su respuesta pauloviana cada vez que sentía el escozor de su quemadura, provocada por el spray que llegó a su cara, por accidente, cuando iba destinado solamente a la mía?
-¡Joder con estos comunistas! ¡Hay que ver lo que ganan estos comunistas de mierda!
Imbécil de mí, quise congraciarme con ellos, o al menos comunicarme –ser persona-, y respondí:
-Yo no soy comunista y nunca lo he sido.
Inmediato golpe de cañón en mi costado y advertencia casi reglamentaria:
-Tú, ¡a callar! ¿Alguien te ha preguntado algo? Responde cuando se te pregunte.
El copiloto intervino:
–
Con este sueldo ya serás rico y, además, podremos obtener un buen rescate de tu familia. ¿No crees?
——
Mis padres no tienen un duro
——
Fui preguntado y respondí.
-Mis padres no tiene un duro y mi casa está hipotecada. Mi padre es contable en la gasolinera “Las Lomas” de Almería y mi madre se dedica a sus labores. Ustedes se han equivocado de persona. Esto es un error.
(Risas nerviosas contenidas)
Silencio. Me percaté entonces de que, desde que me detuvieron y esposaron, yo les hablaba siempre de usted, muy respetuosamente, para congraciarme con ellos (quizás para halagarles), reconociendo así su posición de superioridad con respecto a mí. Estaba claro que ellos eran los jefes.
Ellos, sin embargo, me tutearon, desde el primer momento, y me trataron con desprecio y sarcasmo, manteniendo siempre la distancia para no confraternizar en nada conmigo. Supuse que, llegado el momento del interrogatorio, debería ser más fácil torturar a un completo desconocido que a alguien que ya conoces un poco como persona.
Cuando no ves nada, el tiempo se confunde con el espacio y adquiere otra dimensión, más difícil de medir. No recuerdo cuánto tiempo estuvimos jugándonos la vida por aquellas curvas endemoniadas.
Sin manos con las que agarrarme a algún sitio, con las muñecas esposadas por la espalda, con dolor de hombros y el cuello rígido, iba dando tumbos, a diestra y siniestra, impulsado por la fuerza centrífuga o centrípeta del vehículo.
Cuando volcaba hacia mi derecha chocaba con la puerta del coche. Si lo hacía hacia mi izquierda me frenaba la presión contundente del cañón de un arma de fuego no identificada que, seguramente, ya me estaba produciendo un moratón entre las costillas.
Estaba tan concentrado en decidir cómo debía comportarme para hacerme “amigo” de los secuestradores que tardé en reconocer que me dolía el estómago. Lo tenía encogido y revuelto. Sentí un poco de nauseas. ¿Miedo? ¿Mareo? ¿Desorientación? ¿Demasiadas curvas, tomadas con exceso de velocidad y viajando, en contra de la costumbre, en el asiento de atrás y con los ojos tapados?
Un giro muy brusco seguido, en el acto, de un frenazo casi en seco, me sobresaltó. Sentí, de pronto, un miedo especial, distinto al que había sentido hasta entonces. ¿Miedo, quizás, al cambio de escenario? No se. ¿Miedo a ser abandonado en algún “zulo” con los ojos vendados?
——–
Me movían como a una marioneta
——
Oí el ruido de las puertas al abrirse y conversaciones lejanas de mis compañeros de viaje con los del coche que debía ir delante (o puede que detrás) de nosotros.
Me sacaron del asiento de atrás de mi coche y sentí frío. Pisé un charco. En aquel sótano o “zulo” había bastante agua por el suelo. Pensé que habíamos entrado en un garaje encharcado. Me movían de un lado para otro como a una marioneta. Al cabo de un rato me metieron en otro coche y seguimos por una carretera que pronto se convirtió en un camino pedregoso de tercera categoría.
Hablaban entre ellos. Y circulaban muy despacio. Llegamos al destino. Me sacaron de nuevo del coche y me fueron empujando para dirigirme por aquel terreno lleno de piedras, charcos y matorrales hasta una valla de piedras, que tuve que saltar con la ayuda de dos secuestradores.
Caminamos durante unos minutos hasta que, en un punto, me ordenaron que me sentara en el suelo. Estaba muy frío, lleno de hojas mojadas y húmedo. Allí empezó el interrogatorio, objeto del secuestro. Pronto se confirmaron mis temores. Sabían que mi pseudónimo, con el que firmé el artículo objeto de aquel secuestro ilegal, era Rafael Idáñez. Lo he usado muchas veces. La entrevista que le hice a Alicia Koplowitz en el primer suplemento dominical de El Sol -creo que es la única que yo conoczco- iba firmada también por Rafael Idáñez. le tengo especial cariño a ese nombre: es el primer nombre de mi padre y su segundo apellido
No quiero entrar en detalles. Sólo los imprescindibles. No me gusta –nunca me ha gustado recordarlo en los últimos 30 años- y no creo que sea necesario para el relato de los hechos. Por otra parte, al cabo de tantos años, me costaría mucho expresar o medir la intensidad del miedo, de la humillación, de la impotencia, del dolor físico, etc., que sentí en aquellas siete u ocho horas de tortura metódica.
Debe ser como los dolores del parto, que las madres olvidan pronto, al recibir el premio de una nueva vida: el bebé. De la misma manera, yo olvidé la medida del dolor en cuanto recibí el premio de una nueva vida: la mía.
Debía doler mucho lo que me hacían para sacarme la información que buscaban pero no puedo precisar, con detalle, ese dolor. ¿Lo he borrado de mi mente?
Estaba muy concentrado en las preguntas que me hacían, en sus reacciones, en sus risas y en sus comentarios más que en los golpes.
Estaba siendo sometido a un interrogatorio en toda regla. Me pareció bastante profesional. Como los de las películas. Había buenos y malos. Mejor dicho, había malos y un solo bueno.
(Creo que hacía de bueno el señor mayor que yo había visto por el retrovisor apuntándome con su pistola. Actuaba como si fuera el jefe de aquel comando).
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No le rompáis nada. Sin señales
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El presunto jefe daba órdenes como éstas, que me hicieron concebir esperanzas:
– No le rompáis nada. Sin señales. Me habéis oído. Sin señales.
Y seguían preguntándome y golpeándome. Yo debía conocer bien a los torturadores y encontrar las respuestas adecuadas para sobrevivir con el menor daño posible. Nunca tuve mi mente más despierta. Toda mi energía estaba destinada a sobrevivir. Quizás, por eso, se puede aguantar el dolor o enviarlo a un rincón inservible del cerebro.
Hasta ese momento, jamás había pensado seriamente en la muerte como algo próximo e inevitable. Era joven, sano y fuerte. Casi inmortal. ¿Por qué iba a pensar en la muerte?
No tuvieron necesidad de disimular por más tiempo acerca del presunto secuestro con rescate. Todos sabíamos por qué estábamos allí. Ellos comenzaron a desesperarse.
-¿Quién te dio la información para escribir ese artículo que firmaas como Rafael Idáñez sobre los relevos en la Guardia Civil?
– No lo se. Usaron seudónimos (golpes). Quiero decir, nombres falsos (más golpes). Quien me dio todas las pistas dijo que se llamaba José Pérez. (No es el verdadero pseudónimo)
-Sabemos quienes fueron los dos generales que te dieron los datos, pero queremos que nos lo digas tú mismo. Queremos oír los nombres de esos traidores.
–Un tal José Pérez.
Conste que éste no es el seudónimo que usaron mis fuentes de información, pero a ellos les di el que, de verdad, habían usado conmigo. El pseudónimo lo sabemos mi mujer y yo, los secuestradores y la fuente anónima (o fuentes) que nunca llegué a conocer en persona. Por eso, pienso que, de haber conocido la identidad real de mis fuentes, bajo tortura, estoy casi seguro de que les hubiera delatado.
Hicieron bien en no darme sus nombres auténticos aquellos militares que se identificaron por teléfono como demócratas. Nunca se sabe. Un par de meses más tarde, en el Club Siglo XXI, ya casi recuperado de las heridas, se me acercó un general del Ejército de Tierra que se identificó como uno de mis informantes y quiso entablar conversación amistosa sobre el caso.
Le dije que, tras el shock traumático de las torturas, había olvidado los nombres que utilizaban mis informadores y le pregunté cual era el pseudónimo utilizado por él. Me dijo un nombre que no era correcto. Me puse en guardia pero seguí la conversación como si nada. Naturalmente, sin soltar prenda. Estuve muy asustado hasta que salí huyendo de España (y sin mirar hacia atrás).
Al no conseguir las respuestas que esperaban, mis potentes entrevistadores aumentaron la presión. Algunas torturas me parecieron ridículas, aunque muy dolorosas. Me tiraban de las patillas hacia arriba sin llegar a arrancarme el pelo. Me recordaba al hermano prefecto de mi colegio La Salle, pero a lo bestia. Otra me azotaban con ¿una porra? ¿un palo?. Me quitaron los zapatos, pero no los calcetines. La porra es más eficiente cuando golpea la planta de los piés desnudos. Divinos calcetines. Sentí caer el sudor por mi cara. Más tarde comprobé que no era sudor sino sangre.
Desde aquella experiencia no solicitada, no he pasado ni un solo día de mi vida sin pensar en la muerte.
(¿Continuará? No se. Depende de lo que digan mis hijos)
(III)
Mi secuestro (III) hace 30 años
Viene de “Mi secuestro (II) hace 30 años”
http://blogs.20minutos.es/martinezsoler/post/2006/03/12/mi-secuestro-ii-hace-30-anos-
(Al no conseguir las respuestas que esperaban, mis potentes entrevistadores aumentaron la presión. Algunas torturas me parecieron ridículas, aunque muy dolorosas. Me tiraban de las patillas hacia arriba sin llegar a arrancarme el pelo. Me recordaba al hermano prefecto de mi colegio La Salle, pero a lo bestia. Otras, me azotaban con ¿una porra? ¿un palo?. Me quitaron los zapatos, pero no los calcetines. La porra es más eficiente cuando golpea la planta de los pies desnudos. Divinos calcetines. Sentí caer el sudor por mi cara. Más tarde comprobé que no era sudor sino sangre.
Desde aquella experiencia no solicitada, no he pasado ni un solo día de mi vida sin pensar en la muerte.)
(¿Continuará? No se. Depende de lo que digan mis hijos)
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Mis hijos y varios amigos me han pedido que cierre ya, de una vez, el último capítulo de aquel secuestro, casi como ejercicio de terapia, y que cuente otras historias de “abuelo cebolleta”. La verdad es que llevan algo de razón. Después de haber escrito sobre el caso, por primera vez en 30 años, y aunque fuera pasando como sobre ascuas, tengo la extraña sensación de haber espantado algunos fantasmas del pasado. Y sin recurrir al siquiatra. Bueno, mejor dicho, utilizando a mis lectores como eventuales siquiatras.
Gracias a todos por estar ahí y por animarme a contarlo.
Sigo y concluyo la historia, que hoy es domingo y está lloviendo.
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Los secuestradores me pidieron que hablara de todos los militares, guardias civiles o policías de cierto rango que yo hubiera conocido a lo largo de toda mi vida. Así lo hice, pero advirtiéndoles de que ninguno de ellos tenía relación con el artículo sobre traslados de altos mando en la Guardia Civil, que yo había firmado en “Doblón” con el nombre de Rafael Idáñez.
Después de registrar todos mis bolsillos, me preguntaron por mi relación con personas que, efectivamente, yo conocía. Tardé varios nombres en darme cuenta de que lo hacían casi en orden alfabético, según los iban identificando en mi abultada agenda.
Pese a no ver ni gota –aún tenía el esparadrapo cubriendo mis ojos- y estar completamente desorientado, sentado en aquel campo húmedo y frío, me pareció notar algunos sonidos, palabras sueltas e interjecciones de sorpresa del que hurgaba en mi agenda de teléfonos y citas.
Encontró allí algunos nombres de altos cargos, claramente franquistas o fácilmente identificables con la derecha española de toda la vida.
Naturalmente, también había otros nombres que pronto adiviné, por los golpes que me provocaban, que no eran del agrado de los secuestradores. Y no pocos desconocidos.
-¡Mira con quién se junta este cabrón!
, se decían entre ellos.
No voy a mencionar esos nombres ahora. En la agenda de un periodista suele y debe haber de todo, y yo había acumulado muchos contactos en los ocho o nueve años que llevaba ejerciendo la profesión.
Parecían no tener prisa alguna. El interrogatorio iba recorriendo toda mi vida periodística, casi por el orden alfabético de mis fuentes de información. (Hispania Press, semanario “Don Quijote”, Televisión Escolar, programa “España, Siglo XX” de Televisión Española, diario Nivel, diario Arriba, semanario Cambio 16, proyecto diario El País, semanario Doblón, etc.).
Había empezado mi carrera periodística muy joven y casi por error –para ganar algo y mantenerme como estudiante de Arquitectura- como redactor de la Agencia Hispania Press. Allí cubría sucesos, tribunales, policía, artistas (pasé un par de meses informando de “la noche de Madrid” para diarios de provincias), y asuntos económicos y políticos. Tenía anotados muchos teléfonos y direcciones, tanto de gente famosa como de absolutos desconocidos.
Les hizo cierta gracia que yo tuviera relación con Lola Flores, por ejemplo, pero les inquietó mucho más comprobar que yo tenía anotados todos los datos de contacto con el señor Comín Colomer (creo que se llamaba don Eduardo), así como de varios generales, poco sospechosos de antifranquistas, a quienes conocía a través del Club Siglo XXI.
Ellos conocían bien al entonces historiador Comín Colomer ya que, durante mucho tiempo, fue profesor y director de la Escuela de Policía de la Dictadura.
Alguno de los que me golpeaban podría haber sido alumno suyo. Les conté mi relación profesional con él, cuando investigaba, en su inmensa biblioteca particular (en los sótanos de una travesía de la calle Mayor) temas históricos relacionados con los pre-guiones que yo escribía para la serie de TVE “España, siglo XX” y que firmaba José María Pemán. (No lo pongo en mi currículum, pero durante mucho tiempo fui el “negro” de Pemán, en sentido literario, claro)
Les molestó mucho, y no se por qué, ver entre mis notas el nombre de Luis González Seara –quien luego sería ministro con Adolfo Suárez. Pero me gané más patadas y golpes debido a una anotación que llevaba en una hoja suelta y que decía algo así como “recoger artículo mujer de Simón Sánchez Montero en lavandería de Los Nardos”.
-¿O sea, que no eres comunista, verdad? ¿Y qué hace aquí el (improperio de libre elección…) de Sánchez Montero en el bolsillo de tu chaqueta?
Respondí:
-Su esposa trabaja en esa clínica y debo recoger allí el artículo de un colaborador de la revista.
Al cabo de varias horas de marearme con preguntas absurdas sobre todos mis conocidos y de molerme a palos, con cierto cuidado –eso sí- para no romperme huesos, comenzaron a presionarme mucho más en torno a mi relación con dos generales concretos de la Guardia Civil.
Uno lo recuerdo muy bien: el general Saenz de Santamaría, del Estado Mayor de la Guardia Civil. Era un hombre bajito, con bigote, fuerte, aunque algo rechoncho, y con gafas oscuras, que ya era conocido públicamente cuando estuvo a las órdenes del teniente general Vega, el anterior director general de la Guardia Civil, que fue sustituido en este cargo por el teniente general Campano.
Tal sustitución, realizada en el último Consejo de Ministros presidido por Franco, antes de caer el dictador fatalmente enfermo, nos dio la primera clave para investigar los cambios de destino de altos mandos en la Benemérita, que se producirían a partir de entonces, y especialmente tras la muerte de Franco, y que mis informadores anónimos me iban confirmando por teléfono. Años más tarde, cuando conocí el papel tan importante que había jugado el general Saenz de Santamaría para abortar el golpe de Estado del 23-F sentí una fuerte emoción.
-“No iban mal encaminados; por algo le perseguían aquellos terroristas franquistas”, pensé yo.
El otro general, por el que me preguntaban también insistentemente los secuestradores, tenía un nombre muy común y era para mi un completo desconocido. Ni siquiera recuerdo ahora su nombre (¿Gutierrez?, ¿Rodríguez?, ¿González? No se) y eso que debía tenerlo grabado con sangre. Pero lo he borrado de mi memoria. (Mi mujer cree que se llamaba Prieto).
Les dije una y mil veces que jamás había hablado conscientemente con esos dos generales y que sólo conocía al general Saenz de Santamaría por las fotos de los periódicos.
Tuve la impresión entonces, por el ir y venir de los miembros del comando y por las conversaciones que mantenían en voz baja lejos de mí, de que quizás habían fracasado con mi secuestro.
A esas alturas, después de varias horas de torturas minuciosas y metódicas, con las humillaciones de rigor que no vienen al caso, empezaron a convencerse de que yo no podía confirmarles los nombres de mis informadores, que ellos llamaban “traidores a la Guardia Civil y a la patria”, sencillamente porque no lo sabía.
No guardaba silencio por heroísmo de ningún tipo sino porque no tenía ni idea de quien me había ido dando las pistas de los boletines del Ejército (con fechas y páginas) para poder publicar el artículo basado en fuentes oficiales.
Llegué a sospechar que algunos oficiales de la UMD (Unión Militar Democrática, o algo así) que me conocían indirectamente –yo filtré la noticia de sus primeras detenciones a la prensa extranjera- habían dado mi nombre a mis fuentes anónimas diciéndoles que yo era alguien “de confianza”. Pero nunca conocí a esas fuentes. Quizás, por eso y sólo por eso, nunca las delaté.
Por un momento, pensé que mis captores se habían ido y que me dejaban allí tirado, en medio del monte o del campo, con las muñecas esposadas y los ojos tapados por el vendaje. Comencé a removerme por el suelo frío, húmedo, casi helado, para cambiar de postura. Me dolía todo el cuerpo pero no podía permitirme el lujo de pensar en el dolor. Debía concentrar todas mis energías en sobrevivir.
Cuando uno de ellos les dijo a los demás que no me rompieran ningún hueso, me dio un vuelco el corazón.
-“Si no me quieren romper los huesos”, pensaba yo desesperadamente, “es porque piensan dejarme vivo y sin señales graves”.
Aún estaban allí. No me habían dejado solo. Les oía cuchichear a lo lejos. Seguían allí pero no podía entender lo que decían. Pronto supe de qué se trataba.
Se acercaron, me tumbaron boca abajo y me quitaron las esposas.
¡Qué alivio tan grande! Algo nuevo me quemaba la cara, en la parte no protegida por el esparadrapo que me cubría los ojos, y me producía una sensación rara –incluso agradable. ¡Nieve! También la toqué con mis manos.
Me sirvió de orientación. Y eso es mucho más importante de lo que uno puede imaginarse. Al menos, sabía que estaba en lo alto de una montaña, con nieve, y que yo identifiqué –no se por qué, quizás porque solía verla desde Las Matas– como la Sierra de Navacerrada.
-“Si miras hacia atrás, te pego un tiro”, dijo de pronto uno de ellos, apretando el cañón de su arma contra mi espalda.
¿Mirar? ¿Con los ojos vendados?
Fue muy rápido. Inmediatamente, otro de ellos dio un fuerte tirón del esparadrapo que rodeaba mi cabeza y me tapaba los ojos. Debieron arrancarme algunos pelos del cogote y parte de la piel quemada de la cara.
Esa punzada repentina de dolor físico no fue nada puesto que, al instante, pude ver algo de luz. No me atrevía a abrir los ojos de golpe. De hecho, no podía levantar uno de los párpados (creo que era el izquierdo). Ya no se cual de ellos estaba peor. Con el ojo derecho entornado pude ver la luz. La luz… y un pistolón enorme apuntando a mi cara, a dos palmos de mi frente.
Abrí, poco a poco, los ojos. Únicamente pude ver al hombre que empuñaba el arma. Tenía la cabeza cubierta con un pasamontañas oscuro. Me recordaba un poco a los terroristas de ETA cuando hacen conferencias de prensa clandestinas. Yo miraba directamente a sus ojos (¿verdes? ¿casi marrones?), tratando de leer en ellos mi futuro inmediato, y, de refilón, también miraba al pequeño agujero negro del cañón largísimo de aquella pistola inmensa, mucho más grande que las que salen en las películas. Tras él había un enorme valle arbolado, un paisaje idílico, digno de una égloga de Garcilaso.
-“¡Qué raro!”, pensé. “Estoy demasiado tranquilo para lo que me espera”.
Instintivamente, con mis manos libres -y ya sin el vendaje sobre los ojos- traté de secarme lo que yo creía que era sudor y me limpié la cara. Mis manos quedaron empapadas de sangre.
-¿De donde sale tanta sangre?, me pregunté
.
Entonces reconocí visualmente el color rojo vivo y el sabor caliente, ligeramente salado, de mi propia sangre. Brotaba de mi boca y, en lugar de escupirla, me la había estado tragando como si se tratara de saliva caliente.
-“Si me va a matar de un tiro, ¿por qué se cubre la cara con ese pasamontañas? Se cubre porque no quiere que le reconozca y le denuncie”.
Durante unos segundos tuve la convicción de que saldría vivo de allí. Unos breves segundos.
El que me apuntaba a la cara habló:
-“Comprenderás que no podemos marcharnos con las manos vacías y dejarte aquí vivo con todas esas marcas en la cara y en el cuerpo. Ahora llega tu hora. Tú decides. No podemos perder más tiempo. Es tu última oportunidad. Voy a contar hasta tres. A la de tres, disparo, a menos que antes me digas los nombres que estamos buscando. Si colaboras con nosotros, no te pasará nada. Te dejaremos libre y podrás volver a tu casa. Tu coche está aparcado en el Alto de los Leones. Si no colaboras, te pudrirás en esta montaña. No te encontrarán ni los buitres. ¿Entendido?
Mirando fijamente a sus ojos, muy próximos a los míos, y oliendo su respiración y su rabia, empecé a repetir, a farfullar, cagado de miedo, mi respuesta de siempre:
–
“No tengo nombres… Si lo supiera…”
Me cortó en seco, casi gritando:
-“¡Uno!”
Silencio. Ahora lo recuerdo como un fusilamiento, un asesinato, a sangre fría y a bocajarro, como algo de película que nunca me pudo haber ocurrido a mi. Pero allí estaba, sin respuesta a su pregunta. Nada podía hacer.
-“Dos”
Movió la pistola varias veces de un lado a otro, indicando a los demás que estaban detrás de mí que se apartaran. No tenían por qué mancharse con mi sangre si finalmente apretaba el gatillo. Todo encajaba y parecía verosímil. Luego pensé que debían haberlo hecho muchas veces con otros que nunca lo han contado o que no vivieron para contarlo.
Eran profesionales. Detrás de mi hubo ruidos de hojas secas, medio podridas, y de gente que se retiraba de mis espaldas.
Me quedaba poco tiempo. Apenas unos segundos. Pensé –creedme- que era el final. Muchos amigos me han preguntado después en qué se piensa cuando crees que vas a morir. Tardé en responder. Me avergonzaba decir la verdad pero finalmente acabé contándolo.
Hacía apenas unas semanas que mi mujer y yo habíamos firmado ante notario –Alberto Ballarín Marcial– la escritura de compra de dos parcelas en Villanueva de la Cañada y, naturalmente, las letras correspondientes para pagarlas en no se cuantos años.
La casa de Las Matas era muy pequeña, vieja y fría y, si queríamos tener hijos, necesitaríamos una casa más grande y construida por nosotros mismos, como así fue, desde los cimientos hasta el techo. Ya habíamos echado un ojo a las ventanas y puertas. Vendrían de Almería, de una casa antigua, de más de 300 años, que iban a destruir en la Glorieta de San Pedro.
Desde que publiqué el artículo sobre los relevos de altos cargos en la Guardia Civil hasta que me secuestraron, habíamos visitado y pisado casi diariamente cada palmo de ese trozo de terreno, que ya nos pertenecía, y donde proyectábamos construir la casa en la que ahora mismo estoy escribiendo estas líneas. Aquella parcela era un sueño.
Nuestros pensamientos –cuando quieren- se concentran y van a más velocidad que la luz. No pensé en mi familia ni en mis amigos ni la eventualidad de que hubiera otra vida después de ésta. Ni siquiera pensé en mi mujer –que no sabría nada de lo que me estaba ocurriendo en ese momento. Ni en los hijos que me iba a perder…
-“Qué forma más tonta de morir!”, pensé después de oír el aviso del “¡dos!”. “Morir, justo ahora que ya tengo una parcela”.
-“¡Y tres!”
Estúpidamente, hice un esfuerzo por no cerrar los ojos y seguí mirándole muy fijamente. Quería adivinar mi futuro (¡y el de mi parcela!) como si su iris fuera mi bola de cristal.
No hubo disparo. Se levantó mascullando algo asó como “cabrón, etc.” y se retiró de mi vista, mientras los de atrás me machacaban la espalda, el culo y los costados a patadas y con algo contundente –quizás con la culata de la metralleta, que pude ver cuando me cogieron, o la porra que usaron en los pies.
En ese momento, me hicieron el único daño que tuve en los huesos. Dos fisuras y una fractura. Pero ¿quién puede perder un solo segundo pensando en los huesos rotos o en las patadas o puñetazos cuando acabas de resucitar con todo tu cuerpo entero? ¿Qué más pueden hacerme si el fusilamiento ha sido en falso, una pura simulación?
Han consumido –pensé- el último recurso de cualquier torturador profesional. ¿El último?
Sentí –lo reconozco- una inmensa alegría interior, casi mística. Boca abajo, con mi cara pegada al suelo mojado y con mis manos cubriéndome la cabeza de los golpes… Así debía ser el éxtasis, la visión beatífica, el orgasmo de los santos cuando sacan su espíritu fuera del cuerpo y se pierden como San Juan de la Cruz… en esa noche oscura y gozosa.
Cada vez que recuerdo los versos –tan poderosos y profundos- del místico de Fontiveros celebro aquel momento de resurrección y de fuerte apego a la vida.
“En una noche oscura,
con ansias, en amores inflamada,
¡oh, dichosa ventura!
salí sin ser notada
estando ya mi casa sosegada”.
Casi podía verme desde fuera de mí, desde arriba. Ahí olvidé la parcela y, por primera vez, desde que empezó aquella ejecución teatral, pensé en mi chica y en el futuro que nos esperaba. Desapareció la parcela de mi mente y apareció ella.
Bocabajo, la nieve aliviaba las quemaduras de mi cara.
Una tarde maravillosa la del 2 de marzo de 1976.
Sentí, quizás por primera vez con tanta potencia, la dulzura de vivir…
Pero ellos no se dieron por vencidos.
(No pude terminarlo en el Talgo. Se acabó la batería. Pero continuará. Lo prometo. Solo me falta el final)
(y IV)
Viene de “Mi secuestro (III) hace 30 años”
(Cada vez que recuerdo los versos –tan poderosos y profundos- del místico de Fontiveros celebro aquel momento de resurrección y de fuerte apego a la vida.
“En una noche oscura,
con ansias, en amores inflamada
¡oh, dichosa ventura!
salí sin ser notada
estando ya mi casa sosegada”.
Casi podía verme desde fuera de mí, desde arriba. Ahí olvidé la parcela y, por primera vez, desde que empezó aquella ejecución teatral, pensé en mi chica y en el futuro que nos esperaba. Desapareció la parcela de mi mente y apareció ella.
Bocabajo, la nieve aliviaba las quemaduras de mi cara.
Una tarde maravillosa la del 2 de marzo de 1976.
Sentí, quizás por primera vez con tanta potencia, la dulzura de vivir…
Pero ellos no se dieron por vencidos.)
(Continuará. Lo prometo)
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Magnífica semana de primavera, pese al catarro que me ha dejado un pegote de hormigón en las fosas nasales y me ha alejado durante unos días de este blog.
El “alto el fuego permanente”, anunciado por los terroristas de ETA, ha rebajado muchos puntos el ICOA (Indice de Crispación y Odio Ambiental)
Estoy convencido de que el diálogo entre Zapatero y Rajoy, previsto para hoy martes, volverá a rebajar ese Indice tan siniestro, y aún tan español.
Claro que también provocará la rabia de algunos salvapatrias de la extrema derecha, de algunas víctimas que tienen aún el dolor a flor de piel y seguramente tambien de algunos disidentes extremistas de ETA.
Ambos extremos seguirán metiendo palos en las ruedas de este largo y difícil proceso de paz para que no se les acabe el “chollo” del terror.
He oído, con emoción, que varios demócratas vascos, concejales y otros cargos políticos amenazados por ETA, han renunciado a sus habituales escoltas y que, por primera vez en años, han salido ¡solos! a la calle.
Después de mi secuestro, hace 30 años, pasé varios meses, hasta el verano, bajo la protección permanente –es decir, durante las 24 horas del día- de escoltas armados de la Guardia Civil y de la Brigada Antiterrorista de la Policía.
Fue una experiencia inolvidable y enriquecedora, tanto por la convivencia tan íntima y positiva con los escoltas, que se juegan su vida por ti, como por el pesar que te causa la pérdida de libertad, impuesta necesariamente por la vigilancia permanente. Los escoltas te protegen, pero también te recuerdan que la muerte puede encontrarte al doblar la esquina.
Pero me estoy adelantando un poco en el relato de los hechos. Los escoltas vinieron a protegerme un par de semanas después de mi liberación, cerca del Alto de los Leones, en la Sierra de Guadarrama.
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La semana pasada escribí sobre el fusilamiento simulado y la inmensa alegría de vivir que sentí al comprobar que, con esta argucia, los torturadores habían gastado su último cartucho para sacarme los nombres de mis fuentes de información (que yo nunca supe).
Tendido en el suelo bocabajo, entre nieve enrojecida por la sangre, rocas heladas y hojarasca mojada, con la cara ardiendo y recibiendo algunas patadas y golpes, comencé a relajarme.
-“Ya ha pasado lo peor”
, pensé, aliviado aunque atento para no perder el control de mis nervios.
Algunos se marcharon y uno de ellos –el del pasamontañas- me sentó sobre una roca y me limpió la sangre de la cara y de las manos con un trapo, que tiró al suelo con menos miramientos que la Verónica.
El sol ya no estaba en lo alto, sino que daba muestras de querer esconderse a mis espaldas, noté más frío que antes y mis captores daban nuevas señales de impaciencia. Por primera vez, me percaté del ruido no muy lejano de unos motores que adjudiqué a motos potentes más que a coches. O hacían motocros por aquellos montes o estábamos cerca de una carretera.
Con un golpe seco, colocaron sobre mis rodillas una carpeta negra de pastas rígidas y, sobre ella, varios folios, sin membrete, entre los que iban intercalados los papeles para hacer copias de carbón.
Me pareció que se trataba de original y tres copias. Me dieron un bolígrafo y me pidieron que escribiera, apretando con fuerza para que las copias fueran legibles, lo que me querían dictar.
Y así empecé a escribir, con el pulso tembloroso, mi nombre, mayor de edad, DNI, domicilio, etc… hasta que el que tenía enfrente me dio un golpe y me arrancó los folios de un tirón.
-“La estás cagando. Eres periodista y sabes escribir perfectamente. Empieza de nuevo y con muy buena letra, como si lo estuvieras escribiendo tranquilamente en un despacho. No te queda mucho tiempo si no haces lo que te decimos. No te pases de listo.”
Efectivamente, otra vez me dieron original y tres copias con el papel carbón intercalado.
Volví a escribir, y esta vez, con una letra tan perfecta, tan clarísima que no parecía la mía. Di un salto atrás en el tiempo y recuperé mi letra infantil del colegio, la que utilizaba seguramente para los dictados del hermano Amado de María, aquel fraile de La Salle que me enseñó a amar la poesía.
En el encabezamiento puse de nuevo, como en una instancia oficial, mi nombre, apellidos, DNI, domicilio, etc. Luego me dijeron que pusiera EXPONE o DECLARO (¿o, quizás, fue CERTIFICA?). Creo que copié esas palabras pero no recuerdo en qué orden.
Y en la exposición yo escribía, al dictado bastante convincente de una metralleta clavada en mi espalda, todo lo que me iban diciendo.
Se trataba de construir un documento que pudiera tener valor oficial, firmado por mí como autor de artículo “De Vega a Campano”, en el que yo denunciaba al general Saenz de Santamaría y al otro general, cuyo nombre no recuerdo, como fuentes directas de la información que yo había publicado con el seudónimo Rafael Idáñez en el semanario Doblón que yo dirigía.
Me hicieron escribir algunos detalles –totalmente falsos- que daban verosimilitud a mi exposición. Y, al final, me dictaron la despedida oficial, de rigor en aquellos tiempos:
–“Y para que conste y surta los efectos oportunos, firmo la presente en… ”
Silencio de nuevo. ¿Estaban improvisando? Una de las voces que hablaba a mis espaldas intervino, con cierto tono de mando:
-“Guadalajara, a cuatro de marzo de mil novecientos setenta y seis. Escribe eso y luego lo firmas, debajo, con la misma firma que tienes en el DNI. ¿Te enteras?”
Así lo hice. Y, al instante, recogieron mi declaración firmada y pasaron a la última etapa del secuestro: las condiciones de la liberación.
Otra vez, pegaron el esparadrapo sobre mis ojos y, en lugar de utilizar de nuevo las esposas, ya ensangrentadas, me ataron las muñecas juntas por delante con el mismo rollo de cinta, dándole varias vueltas.
Ya tenían algo de mí. Y querían poder usar legalmente ese documento contra aquellos dos generales, sin que yo negara la autenticidad de mi firma ni renegara de mi declaración. Para ello, tenían que asegurarse de que yo no iba a dejarles en mal lugar.
Iniciaron una ronda alrededor de mi, de nuevo cegado por la cinta adhesiva. Hablaban uno detrás de otro, desde distintas posiciones, y yo movía la cabeza de un lado a otro, para atenderles y responderles, guiado por mi oído. Me sentía un poco mareado y agotado, como debe sentirse el toro, arrinconado en tablas, en sus momentos finales, cuando sólo le falta el descabello.
Estaba al límite de mis fuerzas. Creo que cometí un error al relajarme, después del simulacro de fusilamiento. Y ahora necesitaba recuperar la concentración y la sangre fría para no caer en sus provocaciones finales.
-“Sabemos muy bien donde trabaja tu mujer (en la calle Jorge Juan, redactora jefa de la revista Ciudadano, tiene un dos caballos). Si cuentas algo de todo esto, tu y tu mujer lo pagaréis muy caro”.
-“Si alguien te pregunta, dices que has tenido un accidente. ¿Está claro?”
Uno de ellos permanecía detrás de mí y apoyaba el cañón de su arma sobre mi espalda. Nunca supe si era el de la pistola o uno de los de metralleta, ya que solo sentía la presión de un objeto metálico redondo entre las costillas y volvía a estar ciego.
Apretando el cañón a gran presión, aunque cuidándose de no romperme ningún hueso, me dijo, casi escupiendo sobre mi cogote, que mi mujer (“la yanqui”) y yo teníamos que salir de España en tres días, a contar desde mañana. Y no volver nunca más.
Ahora van a pensar que soy un loco inconsciente o un temerario. Yo también lo he pensado muchas veces y aún no acierto a explicarme por qué, de pronto, cuando el desenlace del secuestro iba saliendo bastante bien, yo me armé de un valor insensato y salí por peteneras. Quizás por agotamiento, o por soberbia, le respondí, sin pensarlo dos veces, al instante:
-“Eso no. Si, por esto, tengo que vivir fuera de España, prefiero que me maten aquí mismo y no dentro de cuatro días. Yo soy español y quiero vivir y morir en España. Me pueden pedir lo que quieran, pero no me pidan que abandone mi país.”
Como si la mano de un ángel hubiera sostenido el arma que me presionaba en la espalda, la presión se aflojó automáticamente, a medida que yo iba pronunciando aquellas palabras que resultaron tener un efecto patriótico balsámico sobre aquella bestia fascista. El cañón del arma desapareció de mis costillas.
Se hizo un largo silencio. Supuse que se miraban, atónitos, entre ellos.
Otro dijo:
-“Ya vale. Puedes quedarte en España si no dices nada de todo esto, para que podamos utilizar esta declaración, que has hecho voluntariamente. ¿Queda claro? Y vas a contar hasta 500 antes de moverte y de quitarte la cinta de los ojos y de las muñecas. Tu coche está en el Alto de los Leones. Cuenta hasta 500”.
En ese momento, me levantaron entre dos y me llevaron andando unos metros. Casi no podía sostenerme sólo en pie y no a causa de los golpes sino, seguramente, por la mala postura que había tenido durante tantas horas sentado en el suelo.
Me dejaron de pie, apoyado en el tronco de un árbol y comenzaron a caminar. Oía sus palabras y sus pasos desvanecerse a lo lejos cuando ya llevaba contados más de cien números. Antes de contar el número doscientos ya no sentía ningún rastro de ser humano por allí cerca. Entonces me llevé las manos atadas a la cara para arrancarme el esparadrapo y recuperar la vista.
Una voz, bien conocida, me frenó en seco. Pertenecía, sin duda, al de la cara quemada:
-“No te muevas. Te hemos dicho que cuentes hasta 500. Espero que ahora sepas lo que es obedecer órdenes. Vas a ver lo que quema este spray y así pagarás lo que me has hecho esta mañana”.
Dicho y hecho. Se puso frente a mí y me vació el bote en la cara y por el pecho. La barba y el esparadrapo sirvieron de escudo y salvaron una parte de mi cara. El spray atravesó la camisa y dibujó un triángulo quemado sobre mi pecho, marcando la parte no protegida por el chaleco.
Y se fue, dejándome aquellas señales de monstruo, en contra las órdenes del jefe del comando. Esta vez sí conté hasta 500. Me quité la cinta de los ojos y mordí el esparadrapo de las muñecas, hilo a hilo, hasta que lo deshice. Estaba molido a palos, pero más vivo que nunca.
Me lavé con agua nieve y busqué la salida de aquel monte bajo de robles. Salté un muro de piedras y encontré algo que parecía una vereda que bajaba hacia el valle. No recuerdo el dolor.
Iba dando saltos de alegría, con una excitación indescriptible y mirando a todos lados con una curiosidad desmedida: como si nunca hubiera visto un monte de robles surcado por arroyuelos de agua nieve.
Pronto encontré casas, allá abajo, a ambos lados de una carretera. Hacía frío de atardecer invernal y el pueblo estaba prácticamente desierto. Sólo había dos jóvenes de mi edad (de la de entonces), cada uno a un lado de la carretera, sosteniendo una bolsa de deportes con picos pronunciados impropios de una raqueta de tenis. No quise acercarme a ellos.
¿Llevaban metralletas en esas bolsas? ¿Acaso me estaba volviendo paranoico? ¿Quedaron de retén para seguir mis pasos?
Fui directamente a la farmacia y pedí algo para las quemaduras de la cara. La nieve no era alivio suficiente. La dependienta me preguntó y le dije que me había estallado el carburador en la cara. Nunca entendí de motores de coches, pero creo que ella tampoco. Me dio una crema contra la inflamación creciente y me limpió las heridas. Pude abrir un poco más los ojos.
De la farmacia pasé al bar de al lado, donde pedí una copa de brandy. No pude probarlo. Tenía las encías y todo el interior de la boca llena de llagas. Pedí Anís del Mono, dulce, y lo tomé a sorbitos para cerrar las heridas internas, que no sangraban desde que comencé a bajar de la montaña.
Busqué un teléfono y llamé a Ana, mi mujer, a la revista Ciudadano. Me notó algo raro, quizás por la forma de hablar con la boca un poco torcida. Le dije que había sufrido un accidente, nada grave, que yo estaba perfectamente y que tenía que venir a recogerme con su coche. Me preguntó donde estaba y ahí me pilló. No me había preparado y no sabía donde estaba.
-“Un momento”, le dije. Y pregunté al camarero cómo se llamaba este pueblo.
-“San Rafael”, me contestó.
Mi mujer me preguntó entonces si había que llegar hasta allí por el túnel de Guadarrama o por el puerto. Yo no lo sabía. Eso le extrañó tanto que me preguntó, alterada, qué estaba ocurriendo.
-“¿Cómo es posible que no sepas cómo se llega hasta allí?”.
El camarero me ayudó.
-“Sí, por el túnel. Yo vine por otro lado. Y no preguntes más. Ven a recogerme sin decir absolutamente nada de todo esto a nadie. Por favor. No digas nada a nadie. ¿Está claro? Estaré en la carretera que cruza el pueblo, junto a la farmacia”.
Mientras esperaba allí, más de una hora, empezó a oscurecer. Los jóvenes de las bolsas de deportes seguían cada uno en su sitio. Adiviné, a lo lejos, el dos caballos de Ana y le hice señales, pero ella pasó de largo. No me había reconocido. Volvió a pasar por la farmacia y me recogió muy asustada. Le dije:
-“No hagas gestos extraños. Disimula como si nada. Me han secuestrado esta mañana y me han interrogado durante todo el día. Aún quedan dos de ellos mirándonos. Arranca el coche y vamos hacia el Alto de los Leones antes de que sea completamente de noche.”
Allí estaba mi coche con las llaves puestas. Ella insistió en dejarlo aparcado, para llevarme directamente al hospital, pero yo quise conducirlo, con un ojo y medio abiertos, muy despacio, seguido por su coche. Así lo hicimos y tardamos más de dos horas para llegar a Madrid, al domicilio del dueño de la revista, el doctor Julio García Peri, editor también del diario gratuito “Noticias Médicas”, en La Moraleja.
Mi editor se sobresaltó. En la redacción estuvieron todo el día muy inquietos sin saber nada de mi paradero. Ernesto Garrido, el redactor que firmaba el reportaje “Cómo es la Guardia Civil”, junto al mío “De Vega a Campano”, no había dormido en su casa del barrio del Pilar. Unos vecinos le dijeron que unos desconocidos había ido a buscarle muy pronto por la mañana.
Nadie sabía lo que pasaba.
Le hice un resumen muy rápido al doctor García Peri –un hombre cabal a quien yo apreciaba mucho y en quien confiaba con los ojos cerrados- y decidió llevarme inmediatamente al hospital de quemados de la calle Lisboa.
Llamó a un cirujano colega suyo (un tal doctor de la Fuente), abrió el cajón de su mesa, sacó un revólver y se lo guardó en un bolsillo del chaquetón.
Debo reconocer que me impresionaron su resolución y entereza tanto cómo su revólver. Salí de su garaje tumbado en el suelo de un gran Mercedes, para que nadie me viera.
En el Hospital me curaron las heridas de la cara, de la boca y de todo el cuerpo. En el quirófano, el doctor de la Fuente bromeó:
-“Has tenido suerte, joven. En Hollywood, muchas actrices pagarían por lo que tú tienes. Vas a cambiar varias veces las costras de la cara. Se te caerán como si fuera lepra, pero, al final, te quedará la piel tan fina como la de un bebé”.
Al regresar a casa del editor, encontramos allí al juez Clemente Auger –que más tarde sería presidente de la Audiencia Nacional. Le conté todo y me dijo que, al día siguiente, antes del cuatro de marzo, debía denunciar ante el juez de Guardia que me habían obligado con amenazas a firmar un documento, cuyo contenido no recordaba, fechado en Guadalajara a cuatro de marzo.
Teníamos que anular los eventuales efectos de aquel documento contra los dos generales demócratas de la Guardia Civil.
Dormí como un bendito y fui al Juzgado de Guardia acompañado por mi mujer y por el fiscal Jesús Vicente Chamorro, un viejo amigo que, en la democracia, llegaría a ser fiscal del Supremo.
Nos recibió el juez de Guardia, Jaime Mariscal de Gante, ex director general de Prensa de la Dictadura, quien me conocía perfectamente pero que, en aquel estado, no pudo reconocerme hasta que le dije mi nombre.
Con mi breve declaración judicial, el documento contra los generales moderados creo que quedó desactivado e inservible.
Al día siguiente, aún bajo los efectos tremendos de la matanza de obreros a la salida de una Iglesia de Vitoria, visitamos al jefe superior de Policía; teniente coronel Quintero, y al director general de Seguridad, general Castro Sanmartín –ambos a las órdenes del ministro Fraga Iribarne-, a quienes contamos la misma versión escueta, y con problemas de memoria causados por el trauma sufrido, que le habíamos dado al juez de Guardia.
Previamente, un general de Inteligencia de Franco, tío de un amigo nuestro en quien confiabamos, me recomendó personalmente, al oír toda la historia, que no dijera nada de nada a los cargos oficiales. Solo la versión que dimos al juez. Y así fue hasta ahora, al cabo de 30 años.
El general Castro nos recomendó salir de la península, a Canarias, por ejemplo, pues no podían garantizar nuestra seguridad, frente a las amenazas de esos grupos armados incontrolados. Decidimos refugiarnos, durante un par de semanas, en el Parador Antonio Machado de Soria. Y fue un acierto. Nunca olvidaré aquellos días de convalecencia junto a los álamos de amor, en la ribera…
¡Ay, Soria! De allí me traje un pino, guardado en el bolsillo de mi chaqueta.
Lo planté en nuestra parcela.
Hoy tiene ya 30 años, y está tan hermoso como la Democracia.
FIN
(Al fin lo terminé. ¡No puedo creerlo!)
Almacenado en: Crítica de prensa, Personal, Recuerdos de periodistas
19 comentarios · Escribe aquí tu comentario
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Dice ser 192muertos192mentiras
Guronial, eres un facha bastante majadero, conceptos que suelen ir unidos. De demócrata no tienes ni la falta de vergüenza que destilan tus escritos.
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Dice ser guronial
Seré todo lo q tú quieras.Pero condeno a los GAL y a la ETA mientras otros llevan calladitos 15 años( ¿GAL, corrupción? ¡¡¡son inventos de Pedro J!!!)
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Dice ser guronial
Qué asco de franquismo.Pero…por otro lado…a ver si en la próxima noticia habla Ud. del secuestro y tortura de Segundo Marey, Sr. JAMS.Que triste q Ud se calle en ciertas cosas para poder vender su panfleto a la masa ignorante de las izquierdas.Es el poder del Sr. Dinero.
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Dice ser Cierto
¡ Que horrores cometió el franquismo ! y está bien recordarlos con cientos de páginas y fotos como es el caso. A los que hicieron las mismas perrerías que a usted y otras peores (con Miguel Angel Blanco, el ingeniero Ryan, etc, etc, etc, etc, etc, etc, etc, etc, etc, etc, ) ¿ les indultamos ?. ¿ negociamos con ellos ? ¿ les concedemos lo que piden, para que nos dejen “en paz”… de momento ?. Si lo que menciono es un tema tabú y no se puede hablar de él ( por lo que veo) ruego me perdonen usted y toda la progresía que nos pide silencio. Y yo que pensaba que los horrores hay que sacarlos a la luz , TODOS , y a sus autores también … y aplicarles la ley para hacer justicia. Pero creo que hablar de las atrocidades de ETA no “toca” pues se puede enfadar Zapatero “EL Pacificador”. Anda que si como en el rey del cuento “va desnudo” vaya papelón histórico. Pero si usted no quiere hablar no hable , yo entiendo que haya periodistas que solamente ven lo que pasa en el rio desde una de las orillas, no quieren pasar nunca a la otra para contemplar y escribir lo que se ve desde allí. Solo están en una parte…¿ A eso no se le llamaba parcialidad , término contrario el de imparcialidad ?.
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Dice ser guronial
Todos los individuos del 1.- “No a la Guerra” y 2.- “Queremos saber la verdad (el 13M)” ahora están siendo dirigidos para:1.- Hacer la vista gorda con la guerra de Afganistán (q calladitos están ahora cuando mueren civiles afganos por la ayuda de las tropas españolas a los USA).2.- Para intentar q no se sepa la verdad del 11-M.Es una moral sorprendente e increiblemente ruin q avergonzaría al propio Stalin, pero se entiende cuando se tiene en cuenta q Rubalcaba-GAL es Ministro del Interior.A ver si entran en razón y deciden pedirles explicaciones a El País-SER-Rubalcabo de por qué se callan ante la masacre de inocentes en afganistán auspiciadas por Bono y ZETAP; y de por qué ya no quieren saber la verdad del 11-M y bloquean todas las investigaciones y condenan la parte del auto de Del Olmo q aconseja proseguir las indagaciones.——————————-JAMS no condena a los nuevos torturadores, Otegui y GAL. Es el síndrome de estocolmo o el poder del dinero, una de las dos.JAMS vierte las opiniones q pueda tener un adolescente influenciado por la propaganda más ruin.Pero…la cantidad de dinero q consigue con todo esto es muy suculenta.¿Tendría Ud Sr JAMS los cojones de recordar a Miguel Ángel Blanco?¿Se atreve Ud a poner una noticia sobre lo q le ha ocurrido a Pilar Elías?COCOCOCO COCOCOC gallina gallina……q no se atreve q describir la vida de las víctimas de la ETA…gallina gallinitaAtrévase a condenar a la ETA como hacen Losantos y Herrera…¡no sea tan cobarde!¿Se atreve Ud a contar aquí lo q le hizo la ETA a Miguel Ángel Blanco?COCOOCOCOCOOC gallina gallina gallinaGallina forrada de dinero, eso sí.Pero la más puta del gallinero.
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Dice ser Peanut
Creo que mucha gente que habrá pasado por experiencias similares, aunque no iguales a la tuya, viéndose privados de su libertad y de la esperanza, se ha sentido aliviada al compartir esta experiencia con ellos. Me gustaría darte las gracias por tener la generosidad de contarlo y hacer este relato de todos, y parte de la memoria viva de este país, poniéndolo al alcance de todos. Le da sentido a cosas que a veces olvidamos.
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Dice ser guronial
“Le da sentido a cosas que a veces olvidamos.”Algunos no las olvidamos. Hace poco hubo manifestaciones en apoyo a la dignidad de las víctimas del terrorismo de la ETA.Muchos no olvidamos, estamos con ellos.
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Dice ser guronial
Hechos lamentables como los q le hicieron a JAMS se siguen haciendo hoy en día y peores.Cuando gente como JAMS condenen a Otegui y a la ETA y a los GAL, entonces, se acabará con ello.JAMS, estamos esperando aun tu condena a Otegui (miembro de la ETA q en los 80s secuestró y torturó a varias personas); y los GAL-PSOE, q hace poco secuestraban y asesinaban a inocentes.JAMS, ¿qué pasa? ¿no los condenas?No se puede ser más ruin, vanagloriarse de haber sido torturado y humillar a los q son torturados por el PSOE y la ETA.¡Bravo JAMS! ¡Bravo!Vamos, ten la gallardía de censurar a los PSOE-GAL y a la ETA.Eres un cobarde y traicionas a tu propia familia y a España haciendo lo q haces.Eres el apoyo de los torturadores por no condenarlos aquí en tu blog.Por favor, no vuelvas por Almería q eres persona non-grata, aquí en Almería somos demócratas y condenamos a la ETA y a los GAL.
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Dice ser Estampita
quienes conocemos la vida en una república y en una Dictadura y quienes creemos en la Libertad, la Justicia y la Vida no entendemos ciertos comentarios.Sin más palabras pero con muchas másPORQUE NUNCA,NUCA SE REPITAN ESAS Y OTRA COSAS ASÍEstampita
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Habreis notado que llevo días sin postear, esto ha sido porque el viernes me fui de viaje a Aldeadávila (Salamanca) con unos amigos asì que no puede estar para postear y conmemorar en este blog el 75 aniversario de la…
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Dice ser Dammy
Yo cumplí el pasado domingo 29 años, es decir, casi tenemos la misma edad, ¿verdad?Ojalá que esta sinrazón no se vuelva a repetir nunca jamás, odio las ideas extremistas porque son capaces de volver a cualquier ser humano en el peor de los salvajes.Un blogabrazo.
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Dice ser guronial
Estoy contigo, desde q ZP negocia con la ETA…las cosas se están poniendo muy negras.Parece ser q se están preparando atentados de la ultraderecha.Espero q no los realicen.
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Dice ser J.F.
Gracias, Jose Antonio. Precisamente porque pudimos superar aquel tiempo, porque el rencor no nos cegó con gente como tus maltratadores y hemos convivido con ellos (pretediendo suponer que han aceptado la democracia), precisamente por eso, tiene sentido que se pueda intentar terminar con estos otros que tando daño estan haciendo. Los de siempre intentaran que no llegue a ningun sitio, pero los democratas sabemos que se conseguirá. Animo y espero que seas feliz en esa parcela que te ilusionaba tanto.
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Dice ser kus
Impresonante!Encontrado por casualidad y estremecedor. Siempre he tenido miedo de la gente sin escrúpulos y con la convicción de que sus ideas justifican todos los medios para que triunfen.No es cuestión de etiquetar a las víctimas de un lado u otro, es cuestión de señalar claramente al agresor y devolverle la dignidad que intentaron robar a las víctimas.El verdugo siempre es fuerte cuando tortura, pero es en lo único que puede vencer.Te felicito por llegar hasta el final de tu historia.
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Dice ser Nicholson
Los Grupos Antiterroristas de Liberación o GAL fueron agrupaciones que practicaron el terrorismo de Estado contra el grupo terrorista ETA y su entorno, durante la década de 1980. Fueron creados y dirigidos por altos funcionarios del Ministerio del Interior de España, entonces dirigido por el gobierno del Partido Socialista Obrero Español del presidente Felipe González.Aunque decían combatir a ETA, en varias ocasiones atentaron contra simples militantes de la izquierda independentista vasca y contra ecologistas. También realizaron acciones contra ciudadanos franceses sin adscripción política conocida.Los GAL fueron objeto de las investigaciones del periódico El Mundo, dirigido por Pedro J. Ramírez, y por otros periodistas como Pepe Rei. Estas investigaciones sirvieron para exponer a la opinión pública la organización, fuentes de financiación e implicaciones políticas de los GAL.AntecedentesDurante la dictadura de Franco y la Transición Española, con los gobiernos de Unión de Centro Democrático existieron diversas organizaciones que utilizaron prácticas terroristas para enfrentarse a ETA, como la Triple A, el Batallón Vasco Español (BVE), los Comandos Antimarxistas, los Grupos Armados Españoles y Antiterrorismo ETA (ATE). Algunos actuaban por libre, simplemente tolerados, mientras que otros tenían financiación o apoyos por parte del gobierno. También existían grupos que actuaban supuestamente integrando a algunos miembros del aparato de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad de entonces que coordinaban las acciones y aleccionaban en las tácticas y el manejo de armas, funcionando como auténticos comandos antiterroristas de gran movilidad (pero poca agresividad operativa debido a la escasez de ordenes directas).Los casos del atentado contra Antonio Cubillo, dirigente del MPAIAC (grupo independentista de las Islas Canarias) en 1978, imputado a agentes con el apoyo directo del Ministerio del Interior español, o del secuestro, malos tratos, tortura y simulación de ejecución del director del semanario El Doblón, José Antonio Martínez Soler en marzo de 1976 tras la publicación de un artículo denunciando la purga de mandos moderados de la Guardia Civil, causaron gran impacto en la opinión pública española e internacional por su implicación con fuerzas relacionadas con el aparato de represión del Estado.ActuacionesLos GAL estuvieron activos de 1983 a 1987 siendo responsables de 27 asesinatos. Actuaron principalmente en el País Vasco francés, aunque también llevaron a cabo secuestros, torturas y delitos económicos en algunas zonas de España. Sus atentados se dirigían contra militantes y simpatizantes de ETA, pero también contra gente no relacionada con el terrorismo.El secuestro y posterior asesinato de José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala en octubre de 1983 y el secuestro de Segundo Marey poco tiempo después marcaron el inicio de la actividad de los GAL.Esta etapa supone una parte del periodo llamado “la guerra sucia” en la historia de España.Según se reveló en los juicios, los atentados y secuestros de los GAL fueron perpetrados en su mayoría por mercenarios franceses contratados por policías españoles, financiados con fondos reservados, y organizados desde el propio Ministerio del Interior, a través de responsables de la lucha antiterrorista del País Vasco.Orden cronológico de atentadosEn sus cuatro años de historia, el GAL cometió más de treinta acciones terroristas, matando e hiriendo a cerca de sesenta personas. Sus métodos favoritos eran la colocación de bombas en los coches, tiros en la nuca y ametrallamiento en los bares donde supuestamente se encontraban los etarras. Muchas de sus victimas, no tenían ninguna relación con ETA.* 16 de octubre de 1983: secuestro de los miembros de ETA José Lasa Arostegui y José Ignacio Zabala en Bayona (Francia). Posteriormente son asesinados de un tiro en la cabeza y enterrados en Busot (Alicante). Los cuerpos aparecen en enero de 1985 pero no son identificados hasta 1995 a raíz de unas investigaciones realizadas por el comisario Jesús García que falleció precisamente durante la celebración del juicio realizado en 1996 por los asesinatos de Lasa y Zabala y que significó la condena, entre otros, del general de la Guardia Civil Enrique Rodríguez Galindo.* 18 de octubre de 1983: intento de secuestro en Bayona por parte de cuatro policías españoles del dirigente etarra José Mari Larretxea Goñi. Los cuatro agentes fueron detenidos por gendarmes franceses.* 4 de diciembre de 1983: secuestro de Segundo Marey en Hendaya, al confundirlo con Mikel Lujúa (presunto miembro de ETA), por parte de mercenarios franceses contratados por la policía española. Se exigió a Francia la liberación de los policías españoles detenidos en octubre. Los agentes fueron puestos en libertad el 8 de diciembre, y Marey el día 13.* 19 de diciembre de 1983: asesinato del presunto militante de ETA Ramón Ofiaederra Vergara “Katu” en Bayona.* 29 de diciembre de 1983: asesinato por parte de un francotirador del GAL del presunto dirigente etarra Mikel Goikoetxea “Txapela”, cuando estaba abriendo la puerta del coche en Bayona. Muere a los pocos días en Burdeos* 8 de febrero de 1984: ametrallamiento y asesinato de dos presuntos miembros de ETA, Vicente Perurena Telletxea y Angel Gurmindo Lizarraga “Stein” en Hendaya.* 25 de febrero de 1984: asesinato por medio de un disparo de un francotirador del presunto miembro de ETA Eugenio Gutiérrez Salazar “Tigre” en Idaux-Mendy.* 1 de marzo de 1984: asesinato por un disparo al corazón del trabajador ferroviario Jean Pierre Leiba en Hendaya.* 23 de marzo de 1984: asesinato del presunto dirigente de ETA, Javier Pérez Arenaza Fogorb en una gasolinera de Biarriz.* 3 de mayo de 1984: asesinato por disparos del presunto miembro de ETA Rafael Goikoetxea. Resulta herido su compañero Jesús Zugarramurdi en Saint-Étienne-de-Baïgorry.* 26 de mayo de 1984: secuestro, apaleamiento, malos tratos y posterior liberación de dos miembros de los comités antinucleares Xavier Lorenzo y Endica Lorenzo en Algorta.* 15 de junio de 1984: asesinato por medio de una moto bomba de los presuntos miembros de ETA Tomás Pérez Revilla y Ramón Orbe, en Biarriz. El primero muere a los pocos días y el segundo resulta herido.* 10 de julio de 1984: atentado en el Bar Consolation de San Juan de Luz (Francia) por medio de un artefacto explosivo. Resultan heridos José Oliva Gallastegui, Bonifacio García y Juan Jaúregui Aurria.* 18 de noviembre de 1984: asesinato por disparos desde una moto del bailarín Christian Olaskoaga en Biriatou. No tenía ninguna relación con ETA ni con su entorno. El hermano de Christian, Claude, resulta herido.* 20 de noviembre de 1984: asesinato por disparos del concejal y dirigente de HASI Santi Brouard en su propia consulta médica localizada en Bilbao. Atentando no reinvindicado.* 11 de diciembre de 1984: herido por una bomba Juan José Iradier en Hendaya.* 1 de febrero de 1985: herido por disparos el dirigente de Herri Taldeak, Xabier Manterola.* 5 de febrero de 1985: herido por un coche bomba Christian Casteigts en Bayona. Supuestamente, no tenía ninguna relación con ETA ni con su entorno.* 4 de marzo de 1985 : son ametrallados en el bar “Lagunak” Josu Amantes y Ángel Zabaleta, ambos heridos.* 26 de marzo de 1985: herido de gravedad por disparos el presunto miembro de ETA Ramón Basañez Jauregui en Ciboure.* 29 de marzo de 1985: ametrallamiento contra el Bar “Les Pyreneés” en Bayona. Es fatalmente herido Benoit Pecasteing y son heridos Jean Marc Mutio y Pedro José Pikabea, presunto miembro de ETA.* 30 de marzo de 1985: asesinato por disparos del fotógrafo del diario Egin Xabier Galdeano en San Juan de Luz.* 14 de junio de 1985: ametrallamiento al bar “Trinkete” en Ciboure. Son muertos Emile Weiss y Claude Doer. No tenían ninguna relación con ETA ni con su entorno.* 26 de junio de 1985: asesinato por disparos en Bayona del supuesto miembro de ETA Santos Blanco Gonzalez “Aitite”.* 8 de julio de 1985: Herido Juan Carlos Lacertúa en Ciboure.* 16 de julio de 1985: Atentado contra Fernando Eguilior en Anglet.* 2 de agosto de 1985: asesinato del presunto miembro de ETA Juan Manuel Otegui en San Juan Pie de Puerto.* 31 de agosto de 1985: Herido por disparos en San Juan de Luz Dominique Labeyrie. No tenía ninguna relación con ETA ni con su entorno.* 4 de septiembre de 1985: Atentado contra Jose Arrastroa en San Juan Pie de Puerto.* 25 de septiembre de 1985: ametrallamiento al bar “Monbar” en Bayona. Son asesinados los presuntos miembros de ETA José Mari Etxaniz Maiztegi “Potros”, Iñaki Asteasuinzarra Pagla, Agustín Irazustabarrena Urruzola “Legra” y Sabin Etxaide Ibarguren “Eskumotza” y herido Jean Iriarte. Este hecho inspiraría posteriormente la canción Hotel Monbar del grupo de rock Kortatu.* 4 de diciembre de 1985: Sale ileso de un intento de asesinato Fernando Biurrun en Heleta.* 6 de diciembre de 1985: Intento de atentado contra la asociación Argilo en Hendaya.* 24 de diciembre de 1985: herido gravemente en Biarriz Robert Caplanne, muerto el 3 de enero a causa de sus heridas. No tenía ninguna relación con ETA ni con su entorno.* 8 de febrero de 1986: ametrallamiento al bar “Batxoki”. Heridos Frederic Haramboure (presunto miembro de ETA), José Cau, Juan Luis Zabaleta Elósegui, Carmen Otegui y las niñas Nagore Otegui y Ainitze Zabaleta.* 17 de febrero de 1986: asesinato por disparos de Christophe Matxikote y Catherine Brion. No tenían ninguna relación con ETA ni su entorno. Atentado no reivindicado.* 24 de julio de 1987: asesinato por disparos de Juan Carlos García Goena. Aunque el atentado no fue reivindicado los detenidos acusaron al GAL de haberlo ordenado. El asesinado no tenía ninguna relación con ETA ni con su entorno.* 20 de noviembre de 1989: asesinato por disparos en el hotel Alcalá de Madrid del parlamentario de Herri Batasuna, Josu Muguruza. Resultó herido Iñaki Esnaola. Aunque se hizo una llamada en nombre de los GAL, no es fiable y fueron acusados formalmente Angel Duce y Ricardo Sáenz de Ynestrillas, sin ninguna relación con los GAL.Consecuencias políticasLa especulación en torno al grado de conocimiento y participación del gobierno en las actuaciones ilegales del GAL jugaron un factor determinante en la derrota del PSOE durante las elecciones generales españolas (1996), tras las que González renunció al liderazgo del partido. El propio González ha sido acusado de estar tras la misteriosa figura del “Sr. X” (nombre con el que se refieren los medios de comunicación al hipotético dirigente del entramado GAL, cuya identidad real no ha trascendido), toda vez que el entonces Presidente del Gobierno declarase, en relación con los GAL, que “me enteré por la prensa”.[1] El PSOE siempre ha negado toda responsabilidad respecto a los GAL[cita requerida] y González nunca ha sido acusado formalmente ante un tribunal por estos hechos. Sin embargo, durante su administración, González no permitió la investigación completa de los fondos reservados con los que se había financiado a los GAL[cita requerida].Durante el gobierno de José María Aznar, los antiguos cargos socialistas encabezados por Felipe González reclamaron la liberación de Rafael Vera y de José Barrionuevo condenados por el Caso Marey. El gobierno de Aznar concedió el indulto parcial a Barrionuevo y Vera el año 1998.Tras la investidura del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en 2004, que supuso la vuelta al poder del PSOE, nuevamente diferentes dirigentes socialistas, con Felipe González al frente, reclamaron el indulto total para Rafael Vera y otros condenados, aunque sin éxito.En mayo de 2007, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos estimó, ante una demanda de Rafael Vera, que había sido vulnerado el derecho a un proceso imparcial y que aún hoy debe seguir imperando para él la presunción de inocencia.Recientemente Amadeo Martínez Inglés, coronel expulsado del Ejército Español, ha acusado formalmente al rey Juan Carlos I de conocer y autorizar la creación y actividades de los GAL en 1983.CondenasAlgunos de los condenados por el Tribunal Supremo fueron:* José Barrionuevo, Ministro de Interior, por secuestro y malversación de caudales públicos, a 10 años de prisión y 12 de inhabilitación absoluta.* Rafael Vera, Secretario de Estado para la Seguridad, por secuestro y malversación de caudales públicos, a 10 años de prisión y 12 de inhabilitación absoluta.* Ricardo García Damborenea, Secretario general del PSOE en Vizcaya, por secuestro, a 7 años de prisión y 7 de inhabilitación.* Francisco Álvarez, Jefe de la Lucha Antiterrorista, por secuestro y malversación de caudales públicos, a 9 años y seis meses de prisión y 11 de inhabilitación.* Miguel Planchuelo, Jefe de la Brigada de Información de Bilbao, por secuestro y malversación de caudales públicos, a 9 años y seis meses de prisión.* José Amedo, Subcomisario de la policía, por secuestro y malversación de caudales públicos, a 9 años y seis meses de prisión.* Julián Sancristóbal, Gobernador civil de Vizcaya, por secuestro y malversación de caudales públicos, a 10 años de prisión y 12 de inhabilitación absoluta.* Michel Domínguez, Policía, por cómplice del delito de secuestro, a 2 años, cuatro meses y un día de prisión, y a inhabilitación por el mismo tiempo.* Enrique Rodríguez Galindo, General de la Guardia Civil, por detención ilegal y asesinato de Lasa y Zabala, a 75 años de prisión y a inhabilitación.* Ángel Vaquero, ex Teniente Coronel de la Guardia civil, por detención ilegal y asesinato de Lasa y Zabala, a 69 años de prisión y a inhabilitación.* Julen Elgorriaga, ex Gobernador civil de Guipúzcoa, por detención ilegal y asesinato de Lasa y Zabala, a 71 años de prisión y a inhabilitación.
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Dice ser Paoli
No hay palabras para describir los horrores de las dictaduras, de las venganzas.Toda la admiración y respeto, por hacer éste blog, aún a pesar de las criticas.Siempre es necesario recordar que a pesar de que existe la política,hay hombres y mujeres que luchan por ideales que estén por encima del poder y la extravagancia.
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Dice ser Daniel rodriguez
Increible documento de una época que no conoci , naci en el 73 , pero algo me han contado.Gracias a Dios que no le hiciron nada y hoy dia puede contarlo.Lo que si vivi fue años crudos de ETA, esto recuerdo perfectamente como en Errenteria en una manifestacion de radicales con la policia armada recuerdo como entro una pelota de goma, de las que tiraban con los mosquetones, rompio la ventana del coche un 124 color crema de mi padre, justo en el asiento donde tendria que ir mi hermana, pues a mi me gustaba siempre sentarme detras de mi padre para ver como conducia, eso le salvo de algo .La pelota aquella aun la conservo.Un saludo y buenas Navidades tengas.
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Aznar vuelve… a primera página. Décimo aniversario de su victoria (y de mi despido)
4 de marzo de 2006
Editorial de The New York Times:
Comentario editorial del Financial Times:
Primera página del International Herald Tribune
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(Reactualizado, con un añadido final, a las 2:15 h.)
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Actualizado a las 21:30 h., justo a tiempo para irme al cine a ver Syriana.
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Encontré algunas perlas en mi sótano: comentario editorial del Financial Times (“Costumbres españolas”), que no es precisamente un periódico de izquierdas, editorial del New York Times (“Un escalofrío en España”), algo más liberal, primera página del International Herald Tribune (“Ecos de Franco mientras España despide a veteranos periodistas de TV”) y copia de la carta del presidente de la Fundación Nieman de Periodismo de la Universidad de Harvard, Bill Kovach, dirigida al Rey, con copia al presidente Aznar.
Estos documentos -que me han traído tan terribles recuerdos, diez años después- los pegaré al final del post para que queden archivados. No me gusta hacer leña del árbol caído.
Ya se que no soy imparcial en lo que atañe a mi experiencia personal, aunque no guardo ningún rencor. Esa palabra no está en mi diccionario. Me cabreé y mucho en su momento, pero ya no tengo nada que perdonar. Son gajes del oficio en una democracia aún frágil. Lo publico en mi blog personal, al cabo de 10 años, porque no me gustaría que se perdieran estas anécdotas de la era Aznar. Así, mis hijos y otros jóvenes demócratas pueden tener datos para saber con quien se juegan los cuartos.
Desde luego, la letra impresa no perdona. Incluyo la traducción del Financial Times y del New York Times. No me quiero perder el pricipio de la película (ni las palomitas).
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3 de marzo de 2006: décimo aniversario de la segunda victoria democrática de la derecha española, desde el triunfo de la República, el 14 de abril de 1931.
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Tengo un rato libre para hacer memoria. Advierto que voy a escribir sin límite de espacio… y tengo un par de horas libres por delante.
El jefe de www.20minutos.es me ha advertido de que en Internet el espacio es ilimitado, pero no es ilimitada la paciencia de los internautas. Por eso, recomiendo abstenerse a quienes no tengan paciencia ilimitada. Y me disculpo por la extensión de este post. Es un desahogo personal.
En fecha tan señalada, lo que sigue es, simple y llanamente, mi opinión sobre algunos acontecimientos que considero relevantes, en la reciente historia de España, mezclados con interferencias personales y familiares, que resultarán insignificantes para quien no las haya sufrido. Ahí va:
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Derrota electoral en Febrero del 36 y golpe de Estado en Julio
El primer gobierno democrático de la derecha desde 1931 acabó cuando triunfó la izquierda, en las elecciones del 16 de febrero de 1936. Quizás por falta de costumbre, los derechistas no aceptaron, en aquella ocasión, su derrota en las urnas.
Simplificando: a los cinco meses, el 18 de julio, la derecha rebelde dio un golpe de Estado y recuperó el poder, el 1 de abril de 1939, tras vencer a los leales a la II República, en una guerra civil que costó alrededor de un millón de muertos.
Durante casi 40 años, varios millones de derrotados fueron perseguidos y represaliados por disentir ideológicamente de la Dictadura fascista impuesta por el general Franco.
Desde que perdió el poder legítimo que dan los votos -y no las botas-, la derecha gobernó ilegítimamente, por la fuerza de las armas, hasta que, muerto el dictador, el pueblo español votó la Constitución del 6 de diciembre de 1978.
La derecha española asistió muy dividida, entre asustada y generosa, a la transición de la dictadura la democracia. La izquierda, también asustada y generosa, hizo un esfuerzo descomunal por perdonar –aunque no por olvidar- los crímenes de la Dictadura.
La alianza providencial del centro derecha de Suárez-Abril con el centro-izquierda de González-Guerra, y con otros partidos democráticos minoritarios, y apoyada por el Rey –que mantenía embridada a la derecha franquista, de la que había heredado sus poderes no democráticos- permitió una transición ejemplar.
Los más impacientes de la derecha nacionalista española sacaron de nuevo los tanques a la calle, el 23 de febrero de 1981, y repitieron, esta vez sin éxito, el golpe de Estado del 36. Hicieron el ridículo, porque ya no éramos la España del 36.
Curiosa coincidencia: Franco invocó el asesinato del líder conservador Calvo Sotelo (José) al proclamar su rebelión contra la República.
El general Milans del Bosh, el teniente coronel Tejero y todos sus secuaces franquistas dieron el golpe del 81 contra otro Calvo Sotelo, de la Unión de Centro Democrático (UCD), en el momento en que el pueblo soberano iba a nombrarle presidente del Gobierno.
El mundo al revés. Sin querer, los golpistas vacunaron a la democracia contra futuras traiciones a la Constitución del 78.
El Parque Jurásico, en el que se había refugiado durante la transición una buena parte de la derecha franquista, quedó cerrado por reformas, al menos durante una década.
Muchos líderes políticos tuvieron que taparse la nariz, la boca o las orejas, según las ocasiones, para no volver a las andadas de las dos Españas de Goya, a garrotazo limpio.
La transición se hizo casi en paz
Fue –¡creedme!- muy emocionante.
Y se consolidó con la primera alternancia: al año siguiente del fracasado golpe militar, la izquierda volvió a ganar, por segunda vez en la historia de España, el 28 de octubre de 1982. Dos victorias en casi un siglo: en 1936 y en 1982.
No hubo venganza contra los vencedores de la guerra civil, entre los que abundaban personas de buena fe así como asesinos y torturadores, amparados por el régimen de terror impuesto por Franco con la ayuda –¡que no se olvide nunca, por favor, para no repetir el crimen!-, primero, de Hitler y Mussolini y, luego, de Eisenhower.
Entre 1982 y 1993, la derecha española consolidó su poder económico –que nunca perdió- y fue tomando la medida a la izquierda reformista. Recuérdese que el todopoderoso superministro de Economía de Felipe González era el entonces socialista Miguel Boyer Salvador, y, desde hace muchos años, muy próximo a José María Aznar.
La derecha española no se contentó con el poder económico de toda la vida. También quería –y estaba en su derecho- el poder político.
En las elecciones generales de junio de 1993, lo rozaron con la punta de los dedos, pero se les fue de las manos por un puñado de votos. Desesperados, intentaron deslegitimar aquélla victoria pírrica de Felipe González, como están haciendo ahora con la victoria por los pelos de Zapatero. Tienen costumbre.
Con la distancia, pienso que hubiera sido mejor que la derecha hubiera triunfado en 1993 y no en 1996. Las elecciones del 93, en plena crisis económica europea, ofrecieron una ocasión espléndida para que el regreso pacífico y democrático de la derecha al poder (por segunda desde 1931) hubiera servido para moderar a sus líderes más voraces. Desgraciadamente, no fue así.
El pueblo confió de nuevo en el PSOE. Victoria pírrica, digo, porque sirvió para alargar la agonía política de Felipe González –ya en caída libre- y para envalentonar a los nuevos e impacientes jóvenes cachorros de Alianza Popular. Convertida en Partido Popular y liderada por José María Aznar, la derecha hizo una oposición inmisericorde de tierra quemada.
¿Recuerdan cuando Aznar soltó al “doberman”?
Un gran honor con mucho peligro
Los partidos políticos, que compitieron en aquellas generales, se pusieron de acuerdo para recomendar que fuera yo el encargado por TVE para hacer las entrevistas oficiales a los seis candidatos presidenciales. Eso me dijeron.
Ya es ridículo que los partidos políticos puedan influir en quién hace las entrevistas preelectorales de la televisión del Estado. Y es una muestra más de la falta de independencia de la TV pública.
En todo caso, honrado por el encargo, ya que procedía de la representación popular en el Congreso, hice aquellas entrevistas preelectorales lo mejor que pude o supe. Con total libertad –jamás he aceptado preguntas de encargo- pero también con la moderación, neutralidad y respeto que exige una ocasión institucional tan solemne.
Después, pasé de dirigir las noticias de las 9 en la Segunda Cadena de TVE –“Informe del día”– a dirigir el Telediario de las 3 de la tarde en la Primera, que presentaban los inigualables Ana Blanco y Matías Prat.
En el TD-1 pasé dos años maravillosos, desde el punto de vista profesional y personal: tenía el mejor equipo del mundo y éramos líderes indiscutibles de audiencia, como ahora en 20 minutos.
También pasé allí los dos años más angustiosos que yo recuerdo, desde el punto de vista político y, si se quiere, patriótico. La lucha por el poder entre el PP y el PSOE no podía ser más degradante y sucia.
Cuando fui destinado a Nueva York, como corresponsal de TVE (en el verano de 1995) sentí un enorme alivio por salir de aquella España, otra vez prebélica.
Desgraciadamente, tuve que regresar en febrero de 1996 para realizar, como en 1993, las entrevistas a los candidatos presidenciales en las elecciones generales de hace 10 años.
Los representantes de los seis principales partidos políticos decidieron que el entrevistador fuera el mismo de las elecciones anteriores. Eso me dijeron. ¿Cómo pueden tener voto y veto los políticos sobre quién es el más neutral, a su juicio, para hacer estas entrevistas?
Vine a España, doblemente honrado por su renovada confianza. (Se ve que ninguno de ellos quedó descontento con las entrevsitas que hice en las elecciones del 93, o bien que no podían alcanzar la unanimidad con ningún otro nombre). Debía ser el menos malo para lo seis partidos que representaban entonces a la casi totalidad de los españoles.
Aterricé en Madrid muy inquieto –y algo asustado- por la tensión preelectoral que se vivía en España.
Hice las seis entrevistas, como la vez anterior, lo mejor que supe y o pude, con los mismos criterios de integridad profesional que aplico siempre.
Tuve muy mala suerte
Felipe González iba ya de perdedor. Le encontré relajado, casi con ganas de salir de aquel infierno en el que se había convertido el Palacio de la Moncloa.
No tenía mucho que perder, en aquella entrevista que le hice en la víspera de la jornada de reflexión. Le hice las preguntas de rigor profesional (corrupción política, terrorismo, GAL, crisis, etc.) y se creció en el ataque. El todavía presidente González estuvo hábil y muy simpático.
En algún momento, dio la impresión de que éramos viejos amigos, ya que mencionó indirectamente a mis hijos. Viejo zorro.
Le tengo afecto personal –incluso le conservo cierta admiración, por su primera etapa de Gobierno con Alfonso Guerra– y, desde luego, las cámaras no mienten. Son gajes del oficio.
El día anterior me había tocado entrevistar a José María Aznar, el penúltimo candidato. Le encontré muy inquieto, tenso y algo nervioso. Se jugaba mucho en aquel estudio de TVE en Prado del Rey. Se le veía con hambre de balón, pero temeroso y, quizás, un pelín desconfiado.
También le hice a Aznar las preguntas de rigor profesional (¿Sería capaz de controlar a la extrema derecha que algunos llaman “Parque Jurásico”?, ¿Mantendría a la peseta en la misma cesta monetaria que el marco alemán, tal como había acordado Felipe González con su amigo Helmut Khol?, etc.).
Aznar no se lució mucho en aquella entrevista. En algún momento, mientras yo le hacía -en cámara- una pregunta que consideré normal, casi anodina, y que no contestó, le vi poner muy mala cara. Los espectadores no vieron su cara, ya que estaban viendo la mía. Pero yo sí. Y, fugazmente, temí por mi empleo.
Efectivamente, tuve mala suerte.
Hace ahora 10 años, el día 3 de marzo de 1996, tres días después de que aquella entrevista, José María Aznar ganó las elecciones generales, seguramente por menos de lo que él deseaba.
Al fin, la derecha española recuperaba el Poder, por vía pacifica y democrática, por segunda vez desde la caída del rey Alfonso XIII.
Participé en su victoria ya que, en aquella ocasión, no voté a Felipe González ni, naturalmente, a Aznar.
Me alegré de la primera victoria de Aznar
Debo reconocer que –inconsciente de mí- me alegré de la victoria de la derecha. La alternancia siempre consolida la democracia y el PSOE –por su mala cabeza, el desgaste inevitable de 14 años de gobierno y la durísima oposición de la derecha- estaba ya quemado para muchos años.
Digo inconsciente de mí porque, al poco tiempo, formado el primer Gobierno Aznar y nombrados los nuevos cargos de Partido Popular en mi empresa (TVE), recibí una llamada telefónica del flamante director de los Servicios Informativos de Aznar –Ernesto Saéz de Buruaga– comunicándome que, “por razones económicas y profesionales” yo era despedido (no trasladado, como era la costumbre) de la empresa. Yo no tenía cargo político sino un contrato laboral por dos años que terminaba al año siguiente.
Bastaba con que hubieran honrado el contrato laboral o, simplemente, que hubieran dejado de emitir mis crónicas para que yo hubiera dimitido, por vergüenza torera, y me hubiera ido a casa sin ruido.
Tuve la impresión de que los cachorros de la nueva derecha recién llegados al poder -o, quizás, algún mindundi o pelotas de turno que quería complacer al jefe Aznar– tenian cierta urgencia por hacer primera sangre y rápida: me aplicaron el despido fulminante, la pena capital laboral, sin haber hecho los más elementales deberes democráticos ni jurídicos.
Así pues, una de las primeras órdenes de la TVE de Aznar, después de ganar las elecciones, fue ponerme de patitas en la calle.
José María Aznar al Palacio de la Moncloa y yo a la calle. Por primera vez en la historia, TVE despidió a un corresponsal en activo y no lo readmitió, después de que éste (o sea, yo mismo) ganara el juicio. Lo nunca visto. El despido en EE.UU supuso la pérdida automática del visado y la salida inmediata del país.
Pedí consejo a Adolfo Suárez
Sorprendido y desorientado, y antes de iniciar acciones legales contra la TVE de Aznar, pedí información, consejo y auxilio a mi presidente Adolfo Suárez. Me sumé a sus tareas de gobierno con entusiasmo (dejando El País) y estuve un par de años a las órdenes de Fernando Abril Martorell y de José Luis Leal en Castellana, 3. (Fue extraordinaria y reconfortante mi experiencia como ayundante de última fila del Gobierno Suárez-Abril, el único para el que he trabajado).
Después de hablar con José María Aznar, mi admirado Adolfo Suárez me telefoneó a mi casa de Nueva York (sin atender al cambio horario, pues me despertó a las cuatro de la madrugada) para decirme que mi despido no tenía arreglo, pues el presidente le había replicado que tenía todo el derecho a decidir “qué caras quería ver en la pantalla”.
En eso –abstrayéndonos del daño causado a la libertad de expresión de los futuros entrevistadores y de todos los ciudadanos libres- no le faltaba razón. Pero su reacción tendría un coste político y ético.
A los pocos días de mi despido fulminante, daba yo una conferencia –que no podía anular- en la Universidad de Harvard, de la que soy antiguo alumno como Nieman Fellow. Y lo pasé muy mal.
Mis colegas y profesores de Harvard no entendieron cómo es posible que, en una democracia, el Gobierno vencedor de unas elecciones pueda despedir al periodista que hizo las entrevistas preelectorales a los candidatos.
Bastante escandaloso e incomprensible resulta ya para cualquier demócrata que los responsables máximos de la TV pública sean nombrados por el Gobierno de turno. Estos (María Antonia Iglesias, Sáez de Buruaga, Urdaci, etc.) tienen asumido su cese automático al cambiar el Gobierno que los nombró.
Pero no así un periodista con un contrato laboral y, menos aún si es el que ha hecho las entrevistas a los candidatos presidenciales. Además de tratarse de un despido ilegal (como más tarde estableció el juez) quedó bastante feo.
¿Cómo se iba a enfrentar el próximo entrevistador a los candidatos presidenciales en las siguientes elecciones generales?
¿Debería hacerse antes un seguro contra despidos improcedentes?
Luego vimos que cualquiera que fuera mi sucesor, en tarea tan arriesgada, no se enfrentaría a los futuros candidatos de ninguna manera. El Gobierno Aznar simplemente prohibió las entrevistas de TVE a los candidatos presidenciales.
Las mías fueron, por tanto, las últimas en la historia de Televisión Española. Menos mal que están las TV privadas para recoger la antorcha. En la 3, la 5, la 4 y la Sexta nadie puede despedirte directamente desde el Gobierno, preguntes lo que preguntes al candidato que resulte vencedor.
Editorial de The New York Times:
Traducción:
Un escalofrío en España
“José María Aznar ganó las elecciones como nuevo Primer Ministro de España el pasado mes de marzo, en parte por convencer a los votantes de que había modernizado completamente su partido de centro derecha, Partido Popular, limpiándolo de toda nostalgia por las prácticas anti-democráticas de la dictadura de Franco. Ahora tendrá que volver a convencerles tras el despido con mano dura del jefe de la corresponsalía de Televisión Española en Nueva York, José Martínez-Soler, y otros cuatro corresponsales.
El Gobierno Aznar dice que despidió al Sr. Martínez-Soler para ahorrar dinero. Pero más bien parece una represalia por una entrevista de la campaña en febrero en la cual el Sr. Martínez-Soler le sacó los colores al Sr. Aznar con una referencia puntual a la vmás duro que a los demás.ieja guardia de la derecha del Partido Popular. Si la impresión de represalia perdura, tendrá un efecto escalofriante sobre otros periodistas que trabajan para la televisión estatal española.
El tema que el Sr. Martínez-Soler abordó era legítimo, por muy incómodo que fuera para el Sr. Aznar. Muchos que sirvieron al dictador mantuvieron posiciones de influencia en los mandos del partido conservador hasta bastante recientemente. Tampoco estaba el Sr. Martínez-Soler discriminando al candidato conservador dándole un tratamiento más duro que a los demás. Hizo preguntas igualmente incómodos a los rivales socialistas.
El Sr. Aznar tiene el derecho de hacer sus propios nombramientos para los más altos cargos de la política de emisión. Pero a los periodistas profesionales, si sus informes han de ser creíbles, necesitan estar libres de la presión política. Las libertades democráticas de España son demasiado preciosas, y ganadas demasiado recientemente, para ser tan pisoteadas y tan descuidadamente. El Sr. Aznar debe moverse rápidamente para deshacer el daño”.
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Comentario editorial del Financial Times:
Traducción:
Costumbres españolas
“El nuevo gobierno del Partido Popular de España puede estar moviéndose hacia una economía más abierta, pero no está haciendo mucho por la tolerancia política. Los cambios de plantilla en organismo estatales no se están limitando solo a los puestos mas altos. En la autoridad emisora RTVE, por ejemplo, llegan muy abajo dentro de la organización.
El Primer Ministro José María Aznar evidentemente no ha perdonado una entrevista de TVE que tuvo durante la campaña electoral en febrero.
Los partidos entonces tenían dificultades para llegar a un acuerdo sobre un entrevistador para los candidatos principales, pero finalmente acordaron quedarse con José Antonio Martínez Soler, un periodista presentador muy conocido, que acababa de ser enviado a Nueva York como corresponsal jefe en EE.UU. de la televisión estatal española.
Martínez Soler, 49 años, puede estar ahora dándose patadas por un lapsus de tacto durante la entrevista con Aznar, cuando se refirió a la vieja guardia del Partido Popular como “Parque Jurásico.”
Veterano miembro del programa prestigioso de la Fundación Nieman de Periodismo de la Universidad de Harvard, también habia chocado con la anterior administración socialista. Antes de ello, poco después de la muerte de General Franco, como un jóven director de una revista, fue secuestrado, torturado y sujeto a una ejecución simulada, tras escribir un artículo sobre la paramilitar Guardia Civil. Esta vez solamente le han despedido de su trabajo como corresponsal.
Esto es progreso.”
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Primera página del International Herald Tribune
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Si han llegado hasta aquí, comprenderán algunos de mis lectores por qué hoy, 10 años después de la victoria de Aznar y de mi persecución o discriminación profesional, me da un cierto “yu–yu” ver de nuevo a este hombre, martillo de la libertad de expresión, saliendo del Parque Jurásico -le veo, eso sí, con el gesto algo trastornado- y cabalgando, otra vez, por las primeras páginas de los periódicos.
Ya ven por qué hay cincunstancias en las que no puedo (ni me apetece) ser neutral. Le tengo miedo.
¡Rajoy, por favor, no le dejes volver!
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Actualizado a las 02:15 h. (después del cine y consiguiente tertulia)
Acabo de leer un comentario de un tal “Anónimo”. Ya saben que no me gusta contestar a desconocidos o dialogar con quienes llevan la cara cubierta con pasamontañas. Me trae malos recuerdos. Y estoy en contra todo ventajismo.
No obstante, a veces, contesto a lectores que firman con seudónimo porque puedo identificarlos por otras vías (mensajes previos con dirección de correo o de blog, alias familiares, etc.)
También agradezco las correcciones y sugerencias constructivas, aunque sean en contra.
Este tal “Anónimo” -a quien no conozco de nada- me pide que cuente por qué me apoyaron editoralmente esos diarios que he pegado arriba.
Esa pregunta me ha recordado, de pronto, una omisión importante. Por despiste, y por las prisas para llegar a la sesión de las 22:00 h. cité la carta de la Universidad de Harvard al rey Juan Carlos -doctor “honoris causa” por Harvard– y luego olvidé incluirla.
Agradezco al tal “Anónimo” el recuerdo, porque esa carta -de la que se hicieron muchas copias, una de las cuales llegó, por ejemplo, al director del New York Times– explica precisamente muchas reacciones que, contra mi despido ilegal, se publicaron en docenas, quizás cientos, de diarios de todo el mundo y en numerosas lenguas que no comprendo. En mi sótano, tengo una caja llena de recortes.
Ahí va, por tanto la carta que anticipé al principio de mi larga crónica y que, distribuida en cadena a todos los miembros de la influyente y prestigiosa Fundación Nieman de Periodismo de Harvard, provocó una auténtica oleda de protestas en favor no de mi empleo perdido -algo insignificante y que no merecería ni una sola línea impresa- sino de la lucha por la libertad de expresión, cuya conquista tanto nos costó, y que mis colegas de la “Nieman” vieron peligrar en la España de Aznar.
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Este fue el comentario editorial del diario ABC:
Traducción de la carta de Kovach (curator de la Nieman Foundation for Journalism de Harvard al Rey Juan Carlos:
Al Rey Juan Carlos
Madrid, España
Su Excelencia:
Le estoy escribiendo urgentemente para llamar su atención sobre un asunto grave de interferencia con la libertad de prensa y libertad de expresión que acaba de llegar a mi conocimiento. La decisión del nuevo gobierno del Primer Ministro José María Aznar de despedir a José Martínez-Soler como corresponsal de TVE es un golpe grave a la imagen de una sociedad civil que nutre los derechos de sus ciudadanos.
Periodistas por el mundo están bien familiarizados con el coraje y la integridad de José Martínez-Soler. Sabemos el precio que tuvo que pagar una vez por su devoción a los valores de los derechos humanos. Todos quedamos anonadados (pasmados, aturdidos) al oír las noticias de la decisión de despedirle de su trabajo como corresponsal en EE.UU. En solamente ocho meses había demostrado una rara habilidad para comunicar los sucesos en Estados Unidos a su audiencia en casa. Igualmente importante, nos ha ayudado conocer una nueva y emergente España. Un seminario que dirigió con otros “Fellows” de la Fundación Nieman de Harvard, anteriormente este año, fue de los más interesantes e inspiradores que hemos tenido en todo el año. La promoción entera de los “Fellows” Nieman se une a mí al expresar nuestra consternación por el comportamiento de la nueva dirección de TVE.
Este episodio lastimoso es especialmente desalentador en un momento de una mayor esperanza engendrado por el desarrollo de una Europa más integrada y unida a favor de los principios de los derechos humanos.
Respetuosamente pido que utilice su influencia para deshacer la decisión de silenciar la voz valiosa de José A. Martínez-Soler y establecer un precedente que guiará a los que respetan el valor del derecho de un pueblo a la voz y expresión libre mientras nos acercamos a otro milenio.
Respetuosamente suyo,
Hill Kovach
Curator (director o presidente)
Copia: Primer Ministro José María Aznar
Jorge Sanchez Gallo, TVE
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El Gobierno de Aznar, y los aduladores de turno de la prensa adicta, que le ofreció adhesión inquebrantable, no pudieron o no quisieron comprender las razones de aquella cascada inteminable de críticas, que arruinó la escasa imagen democrática de nuestro flamante presidente en el exterior. El nombre de Aznar está marcado en muchas hemerotecas del mundo como perseguidor de periodistas y poco amante de las libertades. Tampoco hizo ningún esfuerzo por remediar su pobre imagen.
El fuego cruzado contra la purga de TVE fue una acción en cadena muy interesante, con ciertos rasgos corporativos de “periodista-apoya-a-periodista”, sí, pero guiados sobretodo por un fuerte compromiso con la libertad de expresión.
Yo mismo he formado parte, en otras ocasiones, de esas cadenas de solidaridad en favor de periodistas represaliados, perseguidos por sus ideas, presos, torturados y, en algunos casos, asesinados por “fuerzas incontroladas”.
Recuerdo que El Mundo de Pedro J. Ramirez, al servicio del nuevo poder, fue el encargado de responder, casi en exclusiva, desde sus páginas a informaciones de los más prestigiosos diarios de Oriente y Occidente que, por miedo o por pereza, apenas se conocieron en España.
El diario conservador ABC, que dirigía entonces Luis María Anson, publicó un editorial que le agradeceré siempre(“Pluralismo y Tolerancia”, el 29-06-96) en la línea del New York Times y del Financial Times. Luis María Anson, con quien discrepo políticamente en tantas cosas, me ha demostrado gran coherencia en la defensa pública de la libertad. También escribió un comentario editorial en Gaceta Ilustrada atacando a mis torturadores después de mi secuestro tras la muerte de Franco.
El diario El País, en cambio, donde trabajé mucos años y de donde me despedí varias veces, dio muy poca información y no publicó ni una sola línea de opinión sobre el caso. Nunca comprendí su silencio en un asunto tan sensible para su propia supervivencia, como luego se demostró en la guerra digital que casi llevó a la cárcel a Polanco y a Cebrián.
Con su pertinaz política de adulación destructiva, El Mundo se quedó sólo haciendo el ridículo ante los periodistas más presitigiosos que habían pasado por Harvard, y que funcionan como una piña cuando peligra la libertad de expresión en cualquier lugar del mundo.
Pocos entendieron entonces en El Mundo el sentido de la protesta y me dieron una importancia y una capacidad para manipular al mundo entero que aún me hace sonrojar. ¡Qué más quisiera!
¿Acaso tengo yo -o mi mujer- poder para dictar o influir en un comentario editorial nada menos que del New York Times, por el que se pelean docenas de gobiernos y cientos de grandes corporaciones de todo el mundo?
Los conspiradores son muy proclives a creer en la simplista teoría de la conspiración. La suelen aplicar alegremente a todos los fenómenos complejos que no comprenden.
La teoría conspiratoria es muy buena para embaucar a mentes simples, o a creyentes facilones dispuestos a todo, porque tiene una ventaja: resulta muy verosímil. Pero tiene un grave inconveniente: que casi siempre es falsa.
La razón de mi gran poder para manipular a mi antojo a toda la prensa mundial residía -según El Mundo– en que mi mujer, Ana Westley, había sido corresponsal en España de muchos diarios extranjeros, entre ellos The New York Times, The Wall Street Journal, Boston Globe, etc..
Sin embargo, nunca trabajó para el Financial Times, el Frankfurter Allgemeine Zeitung, Le Monde, el Corriere della Sera o los grandes diarios japoneses que también alertaron sobre los riesgos de pérdida de libertad en la frágil democracia española, si la TV del Gobierno podía despedir impunemente a un periodista que hacía las entrevistas preelectorales.
Mi mujer vale mucho, desde luego, pero no da para tanta manipulación de la prensa mundial.
¿Acaso cree Pero J. Ramírez que los editoriales del New York Times, del Financial Times o la primera página del Internacional Herald Tribune (que he pegado más arriba) son tan fáciles de manipular, a nuestro antojo, como pueden serlo los editoriales y la primera página de El Mundo?
Qué sabio refrán:
“Cree el ladrón que todos son de su condición”
¡Jo! Qué tarde…
Almacenado en: Crítica de prensa, Personal, Recuerdos de periodistas
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Dice ser elvizca
JAMSMuchas gracias por compartir sus recuerdo y sentimientos. Siempre ha sido una gran persona, un gran periodista, lo que se sigue confirmando a través de este fenomenal artículo. Creo que un dia el Sr. Aznar deberá dar cuenta de las razones verdaderas que le llevaron a colaborar en un episodio tan fatidico de la historia de la humanidad como es la ocupación militar de un pais con cientos de miles de muertos inocentes, más el incremento del terrorismo y la inseguridad en el mundo, y entre otras derivadas la del más salvaje y sanguinario atentado de la historia de España. Atentado este, el del 11-M, del que es doblemente responsable, por su colaboración en la provocación de la masacre iraquí, que está en la génesis del atentado, y por la desidia deliberada para prevenir el bestial atentado. Esto es así pues le llegaron suficientes avisos desde los sevicios de información del Estado sobre Allekama Lamari y otros fanáticos que estaban preparando algo grande(quizás confiaron en que cuatros moros ignorantes sólo podrian hacer un atentado chapuza), aparte del aviso de Bin Laden y el atentado de Casablanca, pero a la vista de las encuestas progresivamente negativas y del ejemplo americano, de todos apoyando al gobierno en caso de atentado, prescindieron de los servicios de inteligencia, de los especialistas y de todas las voces que avisaban, y voluntaria y deliberadamente descuidaron la prevención. Y esto es lo que trataron de esconder con los borrados masivos de los ordenadores, y la permanente estrategia de ataques, mentiras y calumnias. No es más que realimentación para sus votantes y cortinas de humo para esconder su culpa, arropados por sus amos mediáticos. Porque ha funcionado lo que apuntas sobre las artes conspirativas del Pedro J., el del corpiño rojo y otros desvios. Verdadero Padrino que creó a Aznar (él lo dijo) y posteriormente creó una conspiración( lo han dicho entre otros Ansón) para echar a Felipe Gonzalez y a los socialistas del gobierno y meter en la carcel a unos cuantos ministros con el tema ETA. Pues bien tras la estrategia que permitió las actividades de los fanáticos islamistas con resultados tan bestiales, el Padrino con su reconocida capacidad para crear conspiraciones y otros retorcimientos morales y sexuales, crea la conspiración a base de marroquies, ETA, Guardia Civil, Servicios de informacion de Francia y España y PSOE, y acude rapidamente a desviar la atención publica de los verdadero responsable(no digo culpables): Aznar y Acebes, tapado de Aznar e hijo ideologico ultra . Todos hacen piña y en lugar de estar en la carcel como debieran, siguen explotando el tema ETA y engañando a sus votantes de buena voluntad(como diría Fraga). A ver cuándo desde los medios y la ciudadanía decente se exigen responsabilidades penales(si hubiera sido el PSOE ya habría en la carcel un montón de ministros y altos cargos) a esta panda de sinverguenzas inútiles antes de que hagan mas daño y nos dividan y nos radicalicen más a los españoles.
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Dice ser Carmen
Con lo bien que escribes, ha sido muy facil leerlo.Para los que como yo, hemos vivido todas las circunstancias que nos haces recordar y esperamos como tu que Rajoy no lo deje volver. Necesitamos aires frescos, educados, con respeto por los contrincantes ,que independientemente de su signo politico, sean capaces de dialogar y de dar ejemplo a todo el que contempla su forma de trabajar y nos haga sentirnos orgullosos de nuestros politicos, algo que muchas veces da verguenza solo pensar que nos puedan representar.
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Dice ser pericles
JAMS, no sólo he leído este texto hasta el final, también lo he copiado y pegado en un documento de Word y lo he guardado. Me parece, además un buen resumen con tus vivencias personales, un estupendo documento sobre la transición y la democracia española después de la muerte de Franco.En cuanto a Aznar, son muchas las conversaciones, en las que incluyo a personas de derechas y de izquierdas, en las he mantenido la opinión de que este señor, desde que anunció que no se presentaría a las siguientes elecciones generales tras su segundo mandato, ya estaba pensando en volver como el gran salvador de la patria.Desde que comenzó a ser conocido, siempre he tenido la misma opinión sobre él, y creo que me he equivocado muy poco. Creo que es una mala persona, con un gran egocentrismo y un gran sentido autoritario de la vida. El manda, los demás obedecen. Pero es también una persona muy fría e inteligente, que sabe marcar muy bien los tiempos políticos. Es conocedor de que el poder desgasta. Y que dos legislaturas seguidas son suficientes antes de comenzar la cuesta abajo. Por eso, prefirió quitarse temporalmente de enmedio y colocar en su lugar a una persona dócil, acompañada de dos perros de presa (en el buen sentido de la palabra, no se trata de un insulto) que le hicieran el trabajo sucio (Zaplana y Acebes), mientras que él permanecía mandando en la sombra. Su filosofía es no dar descanso al contrario e impedirle gobernar, utilizando para ello todos los medios posibles, sin escatimar ninguno o si son morales o no lo son, todo vale, su autoridad moral le lleva a creer a pies juntillas el principio de que “el fin justifica los medios”. Cree mucho en el poder de la publicidad. Su teoría de la lluvia fina la aplica de dos formas. Bombardeo continuo sobre las bondades de sus proyectos y bombardeo continuo sobre lo mal qu hacen todo sus adversarios. Felipe González en su momento, y ahora Zapatero, han soportado este zafarrancho continuo y sin descanso de su “cuanto peor, mejor… para nosotros”.Hay que reconocer que tiene un buen equipo, dentro y fuera de la FAES, con la colaboración de varios medios de comunicación y de ciertos periodistas e ideólogos que se emplean a dicho cometido con gran entusiasmo. Sus equipos son conocedores de cuales son los principios y los espíritus políticos, tanto de sus simpatizantes, como de sus contrarios progresistas. A los suyos, basta con bombardearles con unas cuantas estadísticas bien cocinadas para hacerles creer que sus proyectos van viento en popa. Sólo hay que ver como las mismas cifras macroeconómicas son un éxito si gobiernan ellos y un fracaso si gobiernar los socialistas. Y con sus contrarios utilizan la crispación. No les dan ningún tipo de descanso, manipulan hasta la extenuación con el mensaje de que todo va mal. Y como hacer políticas de izquierdas, que supongan ampliación de derechos y redistribución de la riqueza, es muy difícil, consiguen desmoralizar o desanimar al voto progresista. Son muy conscientes de como funciona el sistema electoral aplicado en España. Ellos siempre van a tener entre 9 y 10 millones de votantes, hagan lo que hagan. Sin embargo, el voto progresista tiene un arco más amplio, entre 8 y 11 millones de votantes. De lo que se trata es de desanimar a unos dos o tres millones de votantes progresistas para así conseguir ganar las elecciones. Además, ellos tienen siempre ventaja en los territorios en los que con menos población es más fácil conseguir mayor número de escaños. Por esa razón, si el PSOE gana con un millón y medio más de votos no consigue mayoría absoluta, pero si ellos consiguen esa diferencia, sí que la logran.De todos modos, creo que esperaban ganar una tercera legislatura con mayoría simpre, pero se les fue la mano, infravaloraron a los contrarios y perdieron las elecciones. Y esto les ha producido un gran malestar, que reflejan muy bien en todos los ámbitos de la vida pública.Realmente, me gustaría tener una democracia civilizada y de caballeros, donde todos aceptáramos que nuestros adversarios políticos tienen el mismo derecho a acceder al poder que los nuestros. Dónde realmente intentaran llevar a cabo cada uno sus proyectos políticos, pero respetando a los contrarios. Donde todos dejáramos de comportarnos como hooligans y nos dejaramos de una vez de trincheras y de filibusterismo políticos. Porque es absurdo el maniquismo de “nuestras ideas son buenas y las personas que las llevan a cabo, también” y “las ideas de los otros son estúpidas y los que las llevan a cabo son corruptos, tontos e inútiles”.Yo también me he desahogado un poco. Puedo tener más o menos razón. Seguro que todo puede ser muy matizado. Pero es como lo siento.Saludos.
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Dice ser imagina
Una gran satisfacción leer su artículo, con el valor añadido de el comentarista habitual Pericles (para cuando ofrecerle una columna fija en su periódico).Estoy de acuerdo con usted en que Felipe González no debió ganar aquellas elecciones de su última legislatura, a más dejando detrás de si una cantidad de enemigos impresionante, y no afrontando sus compromisos cómo líder de la izquierda (¿).Saludos
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Dice ser fulano
[Pero es también una persona muy fría e inteligente, que sabe marcar muy bien los tiempos políticos.]Yo no diría que Aznar es inteligente. Ha cometido tremendos errores a mansalva. Más bien sería taimado.
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Dice ser hwang-ho
Me ha encantado leer todo el texto por su amenidad y por la frescura que transmite. Me alegra mucho saber que podemos contar con periodistas que quieren saber la verdad y saben contarla de maravilla. No tenía ni idea del secuestro y las torturas y realmente eso sólo acrecienta mi convencimento de que contigo, JAMS, estaremos bien informados.Muchas gracias, tienes todo mi apoyo y solidaridad.
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Dice ser Daniel Vasquez
JAMSSin querer ser adulador,debo decir que esta buenisimo este blog.Creo que mezcla con mucho acierto, hechos comprobables con opiniones personales, además de buena pluma para contarlo.Un gusto haber llegado hasta acá.Saludos
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Dice ser Daniel Vasquez
Por cierto, por la misma hora vimos Syriana con algunos de las Ideas…
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Dice ser Anónimo
Interesante explicación. Pero ¿por qué un medio como televisión española no puede relevar a un corresponsal? Es una decisión empresarial.No hay en ninguna de los recortes un sólo dato que pueda demostrar que haya una correlación entre límites a la libertad de expresión y ceses de corresponsales. ¿No te nombraron a ti con un gobierno socialista por ser tú? Tampoco se puede demostrar me temo.¿Te hace el secuestro y las torturas del año 1975 inmune para que alguien decida sobre tu destino laboral?.Claro, tu mujer no ha trabajado en el resto de periódicos, pero el poder de atracción de los que ha trabajado y la capacidad de la prensa de seguir el ciclo de noticias no es desdeñable teniendo en cuenta la reputación de los medios que manejas.Tu querías trabajar en NY aquél año, te quitaron el juguete y montaste la pataleta. En El País no te hicieron caso, pues vaya, cómo es Cebrián.Está bien mezclarlo todo junto, como El Mundo: que me torturaron hace 30 años, que me relevan de NY, que una vez entrevisté a Aznar y me miró mal… ni un dato cierto que pueda demostrar una relación causa-efecto: periodismo de primer nivel internacional. Pero son mis amigos: los míos de Harvard, donde estudiaste, enhorabuena, y los de tu mujer. Y tú una víctima.Suficientes para montar un escándalo en toda regla: en España, recuerda, el eco fue pequeño a pesar de Anson porque en este país cainita ya te han visto trabajar en tantos periódicos y saben quienes son tus amistades.
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Dice ser Anónimo
p.D.: A Jiménez Losantos también le pegaron un tiro en la pierna y mira lo que nos ha salido.
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Dice ser Pacorro
3 Marzo 2006 (FOTO Rajoy y Aznar sonrientes hacen de “niños malos” sentados en el suelo).Algunos muertos de Irak también se sientan hoy en el suelo, pero bajo tierra.En la boda de Estado de su hija, Aznar no se arrugó el frac sentándose en el suelo. ¿Por qué?(este simple gesto “simpático” de moderno cura hipócrita capaz de cruzarle la cara a un chiquillo de 8 años y condenarlo al infierno, también le abra los ojos a los jóvenes demócratas)
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Dice ser Anónimo
¡¡¡¡¡POR DIOS¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡DILO YA¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¿¿¿¿¿¿¿¿¿QUÉ COÑO LE PREGUNTASTE????????????
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Dice ser Anónimo
JAMS, con todo el respeto: para ser justos con la narración de tu despido, debieras decirle a la gente qué relaciones personales te unen con los periódicos que te apoyaron fuera de España, que son muchas y desde hace muchos años. Creo que en una acusación tan grave a un gobierno, que puede ser cierta la motivación que señalas, no está demás saber que quienes te apoyaron dando tu versión de los hechos tienen mucho que ver con tu historia personal.
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Dice ser Lourdes
No creo que fuese necesario pedirle a Rajoy que no deje volver a Azanar, por dignidad sería él mismo quien debería retirse una larga temporada, o para siempre, de la política destructiva y dedicarse a sus nietos.
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Dice ser Pepe Polémico
Sr. Martínez Soler.Creo que ha metido la pata hasta el zancarrón. Su rencor le ha traicionado y ha escrito un artículo que nunca debió escribir.Nos damos por enterados de que el odio visceral que siente por Aznar(y por extensión a la derecha) está motivado por su despido hace 10 años, un despido que usted, muchos de sus colegas y un juzgado estiman ilegal(el juzgado en todo caso lo consideraría procedente, improcedente con pago de indemnización o improcedente con readmisión, detalle que no explica).Pues pan y ajo, Sr. Martínez, que miles y miles de personas son despedidas cada año en España por causas más peregrinas. No dude que si en algún momento inicia una cruzada contra la legislación laboral que permite los despidos improcedentes, me cojo la pancarta y me pongo a su vera. Pero no lo espere por “su despido”.Su herida sigue supurando pus y esto nos conduce a una aberración. Por una parte es Director General de 20 Minutos, un diario que se debe a la ética periodística, a la busqueda de la verdad y a la información veraz, y por otra, admite sin ruborizarse que sigue escribiendo con las visceras y que con Aznar no es neutral.El resultado es falta de profesionalidad y una parcialidad evidente. Sin duda, despido procedente.Existen 2 soluciones.1.- Utilizando el símil jurídico, como usted “está contaminado”, no se pronuncie sobre Aznar.2.- Si para usted es válido utilizar los medios para “ajustar cuentas”, para los demás colectivos también lo será. Así que, palmadita en la espalda a Jimenez Losantos, que en definitiva, hace lo mismo que usted.Sr. Martinez Soler: muchas personas leemos el periódico para enterarnos de lo que ocurre, no para seguir por capítulos como el “porculizado” se venga de quien le “dio por culo”.Siempre es posible la vuelta al paraiso de la verdad.
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Dice ser Rosa J.C.
Pues sí que hicieron bien la cama, JAMS…Menos mal que el tiempo (con esfuerzo y tesón) pone a cada cual en su sitio. Urdaci, después de un tiempo vendiendo ‘La farola’ (o la imagen del vago Joaquinito) se queda para los monólogos de humor, que ciertamente es lo que siempre hizo.
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Dice ser A. Moreno
Una de las cosas que más lamento al leer su blog es no conocerlo en persona.Siga trabajando así.
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Dice ser Alvy Singer
Magnífico post, con su permiso quiza se lo reproduzca parcialmente y cite en mi pequeño rincón.Creo que posts como estos hacen falta para empezar a comprender el valor del periodismo en la sociedad posmoderna.¡Un saludo!
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Dice ser Daniel Basteiro
Me paso los días buscando los pilares sobre los que asentar mi vida, como buen joven. Y cada minuto que pasa estoy más perdido. Se nos critica por tratar de ser idealistas, creer en el buen periodismo, por pensar en que podemos ser coherentes, serios, por vivir rebelados contra la pornografía que cada vez más medios nos ofrecen. La edad de la inocencia, dicen algunos. “Yo también pensaba así a tu edad”; “muy pronto te darás cuenta de que el periodismo no tiene nada que ver con eso”.Vamos al cine y nos sentimos culpables si nos emocionamos con el Murrow de Clooney, y gritamos por dentro muchas mañanas, al conectar la radio. Parece que no hay nada que se burle del presagio de que esa juventud no será más que una borrachera, que los pulmones limpios se atrofiarán en cuanto se rompa la burbuja, con el primer mísero sueldo, o quizás antes.Internet es, por días como este, una gran esperanza, un refugio para muchos que, como Martínez Soler, nunca podrán publicar un artículo como este en la polarizada prensa de pago sin ser crucificado. Con todo, no me resigno a Internet. Hay que ir más allá, no desfallecer. Y no hablamos de heroicidad, qué va! Heroes no creo que queden muchos y, si los hay, seguramente será fuera del periodismo.Muchas veces, en la búsqueda de los pilares, de los cimientos, de esa chispa, de la conexión entre coherencia y supervivencia que yo busco, a uno se le llenan los pulmones al leer un post como este, por muy largo que sea. A los que de vez en cuando dudamos de nuestro porvenir, de si acabaremos en la prostitución de lo que hoy adoramos con el nombre de “periodismo”, se nos alegra el espíritu al descubrir que queda esperanza. Basada en más personas de las que creemos, estoy seguro. Y ninguno de ellos aspira a la heroicidad, sino sólo a la coherencia. Gracias.
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Dice ser Juan
Un gusto leer artículos como este, espero que tenga muchas “dos horas” en los próximos años para escribir seguidas, y nosotros, tus lectores que podamos disfrutarlas.Es dificil entender las prácticas de TVE, y más cuando se autoproclama “.. la de todos”, cuando es algo mucho más parecida a “.. la del amiguete de turno”, cada día se hace más dificil el ser independiente y no creo que hayamos ganado mucho en los últimos diez años, ahora cada periodista se arrima la árbol en que se encuentra más cómodo para escribir de forma “políticamente correcta” conforme a la linea editorial o televisiva elegida.Se añoran medios independientes y perioditas valientes!Un abrazo.
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Dice ser gretel picatoste
Joer, no sabía que fuera el dueño del blog, tan importante… que bien( yo quiero, jeje)Pues se puede dar con un canto en los dientes, porque si él está por las alturas( profesionales) y le han pasado estas cosas, puede imaginarse la vida del subsuelo… y como feminista que soy, las veces que te intentan ligar antes de darte un trabajo. Recuerdo una frase de Esther Arroyo, la actriz de Periodistas, cuando cuenta las veces que la han ofrecido un puesto para trabajar en la tele, previa invitación a cenar: ” No me voy a pasar por la cama, para luego matarme a trabajar” jaja( mira que cortita voy hoy, y que poquito me he enrollado), ya de puta que no te tengas que pagar la cama…Y es infinidad de tíos que hacen estas cosas…
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Dice ser Danmiedo
Gracias JAMS por su extraordinario testimonio. Decia la Madre Teresa de Calcuta que la persona más peligrosa era la mentirosa. Y ciertamente hay muchisimo peligro suelto.Es curioso como los defensores profesionalizados de las victimas cuando oyen a una victima de verdad sea Vd. o Pilar Manjón la desprecian y racionalizan su postura tratando de hacernos comulgar con ruedas de molino. También de estos nuevos liberales, que, como los viejos caciques, creen que los puestos de trabajo, y más los públicos o de empresas públicas, son suyos, o del Jefe, y con argumentos estupidos para acallar su conciencia, si la tienen, justifican el despido impune de los trabajadores no adictos, como le echaron a Vd. Todos estos, que suelen ser además fervorosos nacionalcatolicos, tienen una personalidad que cuadra perfectamente con los gregarios fanáticos y de hecho serian sanguinarios etarras, o talibanes si hubieran nacido en el sitio oportuno. Aparte de los numerosos Trolls que se reparten el trabajo para permanecer de guardia y enredar en todas las bitacoras que defiendan la razón y el contraste de opiniones. Como decia Gandhi “La violencia es el miedo a los ideales de los demás”.
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Dice ser gret
Ah, el analisis de los periódicos( por cierto las palomitas cada vez son más malas, y he dejado de ir al cine para que no me de el yu-yu de la porquería que ruedan)EL PAISSuper manipulador “ahora” hay particulas, que sin incluirlas sería una noticia neutral, pero se toma los adverbios( casi siempre los adverbios) para toma Castaña… adverbio de tiempo, para querer decir que antes no: “Ahora mira con que sale el tío, negando el pasado” luego el público de calle ya se encarga de los calificativos: ” truan, impresentable, traidor” cuando en realidad debería unirse los transeuntes contra los dos periódicos y asaltar sus sedes, para comenzar a apoderarse de los medios de producción, menudo yu-yu. Pero estaría bien, no dejarse manipular y comenza la masa a hacer política a través de las comunas( toma ya, jaja)¿ Qué me pones ahí el arsenio para que envene la calle, y mientras tenga un enemigo no te ataque? …El MUNDOMuy bien…Y es que el periodismo tiene que ver más con técnicas publicitarias que con una fría máquina de noticias, suele estar muy caliente; de la mano manipuladora que toma mi libro de segundo de primaria con los cuadratitos de adverbios, para ver cual le va bien esa noche, a sus intenciones o su bolsillo…Mira como es verdad lo de fabricar enemigos para contener la ira y no llevarla contra el poder, para despistar y llevar a la gente por el sendero del sauce, en lugar de por el rio caudaloso en tu blog ” a rio revuelto ganancias de pescadores”, hablas de tus experiencias personales y vienen un batallón a opinar… cuando tan solo de manera más o menos neutral, comentas las noticias del día, no viene nadie, solo yo y otros dos gato por ahí… a mí me gusta cuando no se asoma nadie, así soy más protagonista, las iras me comen y solapan… no me gusta la guerra…
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Dice ser gret
Fe de erratas: arsénico por arsenio( no ha sido voluntario)
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Dice ser gret
también no se me escapa, que he aprendido en este tiempo que analizo las editoriales, que el verbo decir o contar con el objeto directo a continuación , da mucho más credibilidad, como si hay que firmarlo,Encambio cuando el contar o decir va seguido de frase relativa ” que…” quita importancía al orador, y se la da al narrador, o contador de noticias…El mundo da credibilidad a Aznar, por eso le da voz, El país no, por eso le quita autoridad, contando otros lo que ahora hace Aznar…Toy aprendiendo mucho contigo, jeje( aunque me apredo sola)
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Dice ser Hardiel
Creo que un blog de este nivel no debe limitarse a su publicacion en la web.La mayor parte de mis lecturas las hago en mi PDA (Palm). Creo que deberias hacer que tu blog pudiera ser leido de forma portatil en cualquier momento y lugar.Avantgo (www.avantgo.com) permite eso. Todos los diarios internacionales lo tienen NYT, WP, etc. Incluso, el mundo. Las complejidades tecnicas son pocas y practicamente solo hay que ofrecer el link a la web.Creo que seria muy bueno.Felicidades y saludos desde EEUU.
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Dice ser Montanelli
Sobre la gran cita antes mencionada de Teresa de Calcuta sobre los mentirosos:1.-Aznar es un mentiroso cuando niega la negociación de su gobierno con ETA.2.-Todos los que siguiendole el juego a un personaje tan enfermizo nieguen esa negociación son tan mentirosos como él.3.-Con mentiras se pueden sacar cien mil, 1 millón o 5 millones a la calle, pero siguen siendo mentiras.Uno intenta ser moderado. De verdad. Hace un esfuerzo. Tampoco tiene demasiada confianza en que los de enfrente sean mejores. De hecho me parecen pésimos. Pero es que tanta mentira ya le hace a uno reventar.Como prueba espero que funcionen los links, que son de El Mundo en su mayoría, para confianza de algunos. ¿O acaso El Mundo también participa de la conjura antiespañola?Aznar autoriza que representantes del Gobierno dialogueen directamente con ETAhttp://www.el-mundo.es/1998/11/04/espana/Aznar promete a ETA iniciar el proceso de paz si demuestra que acepta las reglas democráticas.http://www.el-mundo.es/1998/10/03/espana/Aznar estudia anunciar en los próximos días el acercamiento de presos de ETAhttp://www.el-mundo.es/1998/12/17/Aznar emplaza al entorno de ETA a responder a su oferta de diálogohttp://www.el-mundo.es/1998/12/07/espana/El Gobierno negociará con ETA su reinserción en la sociedad vasca.Borrell ofrece a Aznar el apoyo del PSOE para alcanzar la pazhttp://www.el-mundo.es/1998/11/06/espana/El Gobierno ordena al Cesid que tienda puentes a ETA.http://www.el-mundo.es/1998/11/03/espana/El Gobierno estudia nuevos traslados de presos de ETA antes de Navidad.http://www.el-mundo.es/1998/11/18/espana/El PSOE respeta y apoya las medidas del Gobierno.http://www.el-mundo.es/1998/12/19/espana/El Gobierno admite contactos con el entorno de ETA.http://www.el-mundo.es/1998/12/12/Aznar reafirma estar dispuesto “al perdón y la generosidad”.http://www.elpais.es/articulo.html?d_date=&xref=19981106elpepinac…Piqué aclara que el Gobierno está dispuesto a dialogar “directamente” con ETA.http://www.elpais.es/articulo.html?d_date=&xref=19981105elpepinac…Aznar no exigirá a ETA entregar las armas.http://www.elpais.es/articulo.html?d_date=&xref=19981101elpepinac…Aznar promete a Pujol explorar “todas las posibilidades de diálogo” para acabar con ETA.http://www.elpais.es/articulo.html?d_date=&xref=19980925elpepinac…Como es justo y necesario citar a las fuentes ahí va:http://wwwvireta.blogia.com/2006/030201-meme-moria-para-descerebr…Sobre Federico Jimenez Losantos, las medias verdades y las medias mentiras, y ya que va de secuestros y torturas:-El 21 de mayo de 1981 fue objeto de un ataque con pistola que le hirió en una pierna.-Terra Lliure, organización terrorista acusada de ese ataque, hace su aparición pública por primera vez el 23 de junio de 1981 con su primer documento público, “Crida de Terra Lliure”.http://es.wikipedia.org/wiki/Terra_LliureLa pregunta es inmediata. Siendo como eran unos cabrones estos de Terra Lliure ¿disponían además de una máquina del tiempo para viajar una vez fundados a un mes y pico antes para atentar contra el bueno de Fede?Además de esa paradoja espacio-temporal digna de que Stephen Hawking la estudie, circulan rumores (atención RUMORES sin confirmar)por internet de que el verdadero motivo de dicho ataque no fue la participación de FJL en el “Manifiesto de los 2.300″ si no más bien su participación en alguna timba de póker con otros periodistas (aun en activo) y las deudas no saldadas derivadas de dichas timbas.Nota al pie: Cuestionar a estas alturas al New York Times, al ABC de Anson, a una fundación vinculada a la Universidad de Harvard, al International Herald Tribune o al Financial Times, me parece mucho cuestionar. Todos juntos, así, de acuerdo en la cruzada anti-aznarista (i.e. anti-española)… no sé, me cuesta creerlo…un saludo y siento el arrebato, escuchar a Aznar mintiendo tanto me produce úlcera. Y sobre todo si luego sale Blair hablando de que “Dios y la historia juzgarán si tuvo razón al ir a la guerra en Irak,”, qué franquista suena eso…
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Dice ser Cesar Calderon
Estas que te sales, JAMS, llevas unos posts dignos de ser elcomienzo deun par de libros sobre la funcion del periodista y sobre etica en los medios de comunicacion.Si te animas dimelo que voy a hacer cola corriendo a la libreria de guardia mas proxima.Que gozada
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Dice ser pericles
Enhorabuena y muchas gracias, Montanelli, por el gran esfuerzo que habrás tenido que realizar para ofrecernos a otros lectores los links de El País y el Mundo sobre las mentiras de Aznar. Un personaje que pierde la memoria con mucha facilidad cuando le interesa, además de ser maestro en el arte de la manipulación y la crispación. Pocos personajes de la vida pública, nacional e internacional, me causan tanto desagrado como este señor. Espero que las buenas gentes de centro-derecha que existen en nuestro país puedan librarse pronto de él. Me gustaría que se presentara a las próximas elecciones y las perdiera, para que de esta forma se retirase de la vida pública de verdad y de paso se llevara con él a sus secuaces Zaplana, Acebes, Pujalte y otros de esta calaña. Todos lo agradeceríamos de muy buen grado.Un cordial saludo.
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Dice ser johnymepeino
Esto sí es caña con maña. Me gusta cuando te pones a lo tuyo. Este post (Y más que escribieras en este plan) te devuelven tu renombre, del que tantas veces me hablaban y yo no acababa de ver. Enhorabuena. Y dales duro
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Dice ser johnymepeino
Martinez Soler, com responsable de la cosa te hago llegar mi protesta:A la Redacción de 20minutos: Buscad mi comentario cuando empezasteis a lavar el coco a la gente con que “Ovejeros Gays” iba a barrer en los Oscar.OS DIJE: Que ibais a titular HOY el Oscar de Crash como titulasteis los premios GOYA, y los de la BERLINALE , Osea, como titulais SIEMPRE las películas premiadas: ¡FULANO DA LA SORPRESA Y GANA!.¿Sorpresa para quien? Para vosotros, por demagogos: En EEUU estaba cantado el Oscar. Mirad el video de la ceremonia.Vuestra manía de forzar la realidad para que se ajuste al pensamiento o estado de opinión que quereis crear, os lleva a titular SIEMPRE los premios cinematográficos como “Gana por sorpresa”. O como bien dices tú: Se os ve el plumero.Molestate en comprobar lo que os digo y comprobarás que es cierto.
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Dice ser Ramon
El artículo de JAMS es acertado y muy interesante , como muchas cosas que escribe , ademas de fuentes reales (la biografia) y no inventadas . Es una pena lo que ocurrió , sobre todo porque Aznar al echarte hizo un flaco favor a su partido , ahora tienes el periódico de mayor difusión de España , puedes hacer (y en ocasiones en ese sentido van muchas noticias ) mucho daño al PP si empiezas a cargar contra él como ya hacen Prisa y el Grupo zeta . Esto es una pena porque en esta época de ofensiva nacionalista , en ese sentido , la voz del PP me parece muy importante frente a un ZP , no el PSOE , que parece haber perdido la cabeza y el sentido de la responsabilidad .Por los comentarios que he leido , a veces veo a la izquierda de España tan intolerante como a la derecha .Son lo mismo , yo cada vez creo menos en esa historia llamada izquierda – derecha con la que estamos tan obsesionados , es una verdadera obsesión , no sabemos hablar de otra cosa que de lo mismo , y lo mismo , y lo mismo , y lo mismo desde que nacemos hasta que morimos , es una pena , y quizás en ocasiones un desperdicio de tiempo .
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Dice ser Fabio
Visión parcial y sectaria de la historia.Si teneis la desverguenza de manipular lo ocurrido en los 80 con el gobierno de FG, ¿cómo no lo váis a hacer con lo ocurrido hace más de 70 años?En fin, más de lo mismo, la izquierda omnipotente, omnipresente y corrupta, golpista y revanchista.Que asco de país.
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Dice ser gret
Jo, hoy leí mi última parte, el principio,antes leí el medio( sábado) y ayer el final…No estoy de acuerdo con la primera parte, pero la historia es tan amplia, tanta humanidad( cantidad) y tantos lazos entrelazados, que lo que cuentas es cierto, pero tambien es cierto lo demás, y todo confluye en la realidad…La izquierda tuvo muchisssssssssssssssssimo que ver en el levantamiento del 36, no supo manejar la situación, había hambre, los radicales no se conformaban con las reformas de la república de izquierda, permitieron los asesinatos de políticos de derecha, y luego ni cortos ni perezos promovieron ellos mismos aquellos crímines( eso he leido en la revista sobre historia del grupo prisa, mas o menos hace un año)y entonces la iquierda del gobierno quiso pactar con la derecha, pero era ya demasiado tarde… habían levantado las armas contra ellos.Una guerra siempre es de dos…( y parece que la izquierda siempre da los principios por delante, y el garrote vil por la espalda: año 36, los gal)Yo no soy del psoe, tampoco del pp, pero soy objetiva, no me beneficio nada Franco( mi madre nació roja y mujer) y mi padre( falangista y hombre)Cuento esto, para contar una hisotia contada en boca de mi tía y que creo firmemente lo que me contó( prima hermana de mi padre y por lo tanto falangista y del lado ganador), a pesar que yo no soy nada facha, ni tengo nada que agradecer a Franco( que me jodio bastante, a pesar de estar bien muerto)Mi bisabuela falangista, la madre de mi abuelo paterno, era una pro-conservadora, y en su casa castellana( omito el pueblo, para pasar desapercibida) reunia antes del golpe del 36, a los falangista( movimiento que al principio no le simpatizaba a Franco)de Madrid( a todas las personalidades de derechas).Personalidades que luego yo he visto en la tele de pequeña, una vez muerto Franco. Mi bisabuelo, aunque los pantalones los llevaba mi bisabuela( una persona super ejemplar, guapísima, muy religiosa, y super caritativa, tengo para una novela, con la vida política de mi abuela), fue asesinado en las revueltas…( pero ahora no recuerdo si antes del levantamiento, o durante él)el caso que mi bisabuela( que debía ser en el pueblo adinerada) era muy generosa con todos, y estaba harta del hambre de todos. La generosidad de mi abuela se desprende que sabía quién había matado a su esposo, y cuando iban a liquidar a 20 en el monte por aquello, subio corriendo azarosa, para impedir esa ejecución, y decir que ella sabía quién mató a mi bisabuelo( lo cual calló siempre)…y que no quería que sobre un crímen se cometiera ningun otro( y como era la persona más respetada en el pueblo por unos y por otros, no se ejecutó a nadie)…Pero esta no es la historia que vengo a contar( que seguro que ha habido cientos de mujeres como mi bisaabuela), vengo a contar que anterior a la guerra, con el gobierno de izquierdas de la república en el poder. Mi bisabuela cedía su casa para que los de falange se reunieran, para hablar de política, y de mala situación que vivían… Mi tía tenía nueve años, y la creo cuando me dice( porque no tiene porque mentirme), que siendo esos cochazos que venían de Madrid una novedad para ella( entonces como un meteorito, de excepcional) se puso de chofer la niña, jugando a ser muy importante, entonces de repente como si estuviera en un comic de Tintín, oyó mucho movimiento cercano, y se resbalo por el asiento porque estaba asustada, se aproximaron varios hombres y escuchó:” Estan en la casa, vamos a quemar la casa”, había venido gente del gobierno de Madrid, bueno mandados por ellos, para cagarse a todos( mujeres y niños incluidos, toda mi familia)porque políticamente eran incómodos, eran contrarios al gobierno, y el gobierno había tomado las prácticas de los radicales…Pero mi tía( la savaldora) que no se la alcanzaba a verlos por el miedo, entró escondida como pudo a la casa y lo comunicó( menuda heroina)…Entonces los de dentro, acordaron un plan, de salir poco a poco de la casa por una puerta secreta del corral, y dispersase…( la verdad que esta parte de la fuga no la recuerdo muy bien, con mi familia paterna, no tengo mucha relación)La falange del 35 o 36 no tiene nada que ver con la que luego apoyó Franco por intereses, porque al principio no la podia ver( eso lo sé por mi familia)Esto lo cuento, para que se vea que no es que algunos historiadores lo cuenten, o yo lo lea, pasó a mi familia( este terrorismo de Estado), y no disculpo ni a la derecha ni a la izquierda de la guerra( cada uno tiene su culpa)Bueno me voy a comer, no tengo tiempo de repasar estas frases puestas de seguido según recordaba, y seguramente un desastre de narracción… estos hechos fueron previos a la guerra…y promovida la matazanza, por el gobierno de entonces…lo angelitos en el cielo.
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Dice ser Sombra
Nefastos los meses de marzo para usted, lo siento.
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Dice ser pericles
Gret, léete “La Guerra Cívil Española” de Hugh Thomas, posiblemente la obra más imparcial y objetiva que se ha escrito sobre el tema, en la que nos “dá cera” a todas las partes en conflicto, y luego reescribes el comentario. Siento decirlo, pero tienes un gran desconocimiento sobre este tema.Gracias por anticipado por los libros que me vas a recomendar. Pero he leído ya a Tussel, Tuñón de Lara, Pierre Vilar, Larrazabal, Ricardo de la Cierva, Pío Moa, incluso algunas cosas de Cesar Vidal, entre otros muchos, y sigo quedándome con esa “pequeña joya” de más de mil páginas que ya he leído dos veces. Para evitar suspicacias, te diré que este autor inglés es más bien conservador y pertenece a la escuela historiográfica de Cambridge, y eso son palabras mayores.Un cordial saludo.
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Dice ser Miguel
Muy bien escrito e interesante , no se me ha hecho nada largo , pero me parece parcial y con cierto resentimiento innecesario .Deberia repasar las lecciones de objetividad , imparcialidad y perspectiva . Le vendrian muy bien , basta de reescribir la historia , desgraciada historia . No hay malos ni buenos , y por favor , no hable asi de libertad de expresión cortada por el PP cuando el PRISOE lleva haciendolo años , lástima que no viva usted en Andalucía para ver como se las gastan por aquí los compañeros de Guerra.Es lo que tiene el poder , y poner de referencia periodicos de EEUU es ya delirante,cuna del periodismo veraz , juas juas.un saludo afectuoso , su blog me parece muy interesante , aunque a veces no esté deacuerdo.
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Dice ser fdo
¿te pasó lo mismo que a Urdaci? ah! no que tu tenías contrato laboral por 2 años y Urdaci era funcionario de TVE… ummm,
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Dice ser Hilario Ideas
Hay dos noticias este martes 7/3/06. La primera la aprobación del término Nación en el preámbulo del Estatuto de Cataluña y la poca importancia que le da El País y el ABC (no digamos de todas las cadenas de TV).La realidad es que desde hoy España ya no es una nación única e indivisible. Creo que esto es bastante importante como para que la prensa nacional y la televisión, como medio de comunicación de masas, informe a la población.A pesar de que ZP juró defender la Constitución y está promoviendo la balcanización de la Nación, aunque tenga manipulado los medios de comunicación. ¿Cómo podemos indicarle que nos deje tranquilos a los españoles?El socialismo es la antítesis de la libertad. Y el “nazionalismo”, como buena ideología colectivista, también. Cuando se enarbolan conceptos trascendentes como “la sociedad” o “la nación”, acaban anteponiéndose al individuo y a sus derechos y libertades. Precisamente ese es el objetivo de los censuradores de El País o el nuevo ABC del siglo XXI.Los ciudadanos de a pie sólo se apercibirán de ello cuando el Estado – y la nación, arrastrada por su peso – se les caiga encima. Reduciendo a polvo todo aquello de lo cual estaba hecha su calma cotidiana, lo más inviolable de su mundo privado.La cosa no es tan simple. Zapatero obra por unas convicciones absurdas que, gracias a los medios de masas de que dispone, está divulgando y en parte haciendo compartir a media España. En ese terreno debemos actuar.Hay muchas maneras de actuar pacífica y enérgicamente. La batalla, por así llamarla, se libra, en un principio, en el terreno de la opinión pública. Como la mayor parte de los medios están en manos de los demagogos progres, todos tenemos que movernos para contrarrestarlos.
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Dice ser jose
Guau!Guau!Guau!Guau!Guau!Guau!Guau!Guau!Guau!Guau!Guau!Guau!Guau!Guau!Guau!Guau!Guau!Guau!Guau!Guau!Guau!Guau!Guau!Guau!Guau!Guau!Guau!Guau!Guau!Guau!Guau!Guau!Guau!Guau!Guau!Guau!es verdad con lo que dices ya tienes derecho de Pernada.Ps: mi mama que es la mujer mas guapa del mundo me dice a veces, lo que no quieras par ti, no lo quieras para los demas.
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Dice ser gret
Pericles, uno no guerrera sino quiere, los monjes budistas no guerrearon cuando ocuparon su país, Ghandí( dónde va la h?)busco vías pacíficas…Se habla de que los americanos consintieron el régimen de Franco, eso no es cierto del todo, la abertura del régimen de finales de los cincuenta y sesenta, fue condición para que los americanos dieran ayudas económicas…Pero hay la incoherencia de la crítica, que ahora les hubiera gustado que entraran al país a palo limpio o un embargo; y resulta que esos mismos que critican a Usa por esa política, detestan el embargo a Cuba, o la intervención en Irak.Mi opinión es que nos deberían haber embargardo… occidente, Europa… pero no les interesaba una revelión proletaria en España por el hambre… un estado sin alianzas, en que Rusia podía hacer una campaña suberviba contra el sistema( ojala nos hubieramos parido comunistas)Usa no podía intervenir ni embargar porque existia Rusia, y una oposición al régimen clandestina en el extranjero…A Cuba y a Irak, bien podía haber con la diplomacia y otras vías, llegar a unos entendimientos… pero si se destesta esto ocurriera en España, un poco de coherencia…Usa no podía promover la caida del régimen, por miedo a Rusia y un levantamiento popular en España… y si moralmente sí, pues esa moralidad es la que ha tenido en Irak( otra cosa es el desastre, y la poca inteligencia de intervenir mal y en época equivocada, que ha ido a matar moscas a cañonazos), debería tener en Cuba, y en China…Nada que llevo dos días esperando los titulares( y ayer tuve que ir al kiosko a verlos, por la costumbre aprendida)
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Dice ser pericles
Gret, perdóname, pero no entiendo muy bien a dónde quieres llegar. ¿Qué tiene que ver USA con la Guerra Civil Española?, salvo que no apoyaron a la República, al igual que tampoco lo hicieron Gran Bretaña y Francia y la dejaron en manos de Estalin y la URSS, que tampoco hicieron mucho por la misma, ya que la prioridad de este monstruo era no enfadar a Hilter ni a las potencias occidentales para que no la tomaran contra él?En cuanto a USA, pues siempre ha preferido su propia seguridad a la libertad de el resto de los países del mundo. Eso no es ningún secreto. Franco tuvo la suerte de que comenzara la Guerra Fría y enseguida ofreció el territorio español a los Estados Unidos para instalar bases estratégicas y la persecución de los comunistas y de otros peligrosos izquierdistas. Aun así, estos dudaron mucho antes de tomar la decisión de apoyar el régimen de Franco. Fue el reconocimiento previo de El Vaticano y el Concordato de 1953 lo que hizo que éstos se decidieran a tentar y comprobar si Espáña podría ser un aliado fiel y estratégico en su lucha contra el comunismo internacional. Enseguida se dieron cuenta de que sí. Y así hasta la fecha, con otros enemigos, como el terrorismo internacional islámico, claro.Un cordial saludo.
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Dice ser Juanito
Nunca mas aceptaré el 20 minutos.Nunca mas leeré este blog.
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Dice ser alberto
señor mío, no tiene usted ni repajolera idea de historia. el odio que supura hacia todo aquel que no piensa como usted deja marcas en el aire.dice que los de izquierdas perdonan, pero no han reconocido su responsabilidad en el fracaso de la IIR.resumiendo. no se entera del mundo (no de El Mundo).
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Dice ser alberto
y por cierto,dejé de leer El País cuando contaron una noticia ,de la que fuí testigo presencial , manipulándola y mintiendo miserablemente.
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Dice ser pepeluis
La descripcion historica del levantamiento del 36, brillante desde el punto de vista intelectual. Unos malos muuu malos, (la derechona toda ella fascistoide y asesina) se alzan en armas y derriban a los muuuuuuuuuuu buenos, superdemocratas y siempredefensores de las libertades y los derechos humanos (Stalin un santo varón, los más de 100 millones de muertos de la izquierda en el poder durante el siglo XX pura leyenda oiga).Franquito ya muerto era muuuuu malo, pero más mala era la derecha que era la que gobernaba durante la dictadura, seguro que Aznar, Rajoy y Esperanza ya gobernaban por entonces.Eso sí la democracia llegó como el mana por el esfuerzo de paz y perdón de esas izquierdas con millones (ja,ja) de perseguidos y asesinados politicos en los gulags y Auschwitz españoles que el tal Franquito, (esa poquita cosita que nos la pintan) montó por aquí. SEguramente algun Martin o Soler fue torturado vilmente por los ancestros asesinos de Aznar y Cia. Oiga usted la derecha se avino a razones y no tuvo más remedio que pactar con esa izquierda que no quiso hacer sangre de sus muertos. Pero que buuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuna es la izquierda democrata que perdonó a los asesinos que no querían la democracia. Y el rey era un republicano muuuuuuuuuuuuuu de izquierdas que paró los pies a los de las botas que lo pisan todo.Y llegó Felipe y Guerra, que maravilla, y a este pais no lo reconoció ni la madre que lo parió. Se modernizó todo gracias a que la derechona, muuuuuuuuuuuuuuu mala estuvo off-side mucho tiempo. Oiga usted la corrupción instalada en el poder Filesa,malesa TimeSport, Rumasa, el abuso de poder (Mister,EXpoSEvilla, convolutos AVE, el Flick-Flock, escandalo Cruz Roja, malversación de fondos en el BOE, la lenteja del Magreb,los fondos reservados, Roldan y el dinero de los huerfanos de la Cruz Roja, el enriquecimiento desmesurado de los poderosos o de los grupos mediaticos facilmente reconocibles, son materia de unos entrecorchetes, bah, preguntas sin más que un Felipe muy simpatico y nobleton respondió resueltamente. El Gal, los secuestros y torturas, asesinatos de las cloacas del Gobierno Felipista brillan por su ausencia, o mejor dicho todo esto es propio de un ambiente de enfrentamiento que a usted le descorazonó y que vio claramente llegado de los USA. El culpable: Aznar que responde con mala cara a sus nobles preguntas.El 11-M y la llegada por “accidente” supongo que fue por causa de que la derechona asesina mataba millones de iraquies. Menos mal que la izquierda siempre democrata se ganó la admiración de los ciudadanos que la votaron masivamente porque nuevamente la derecha mentirosa es culpable. Y lo que acabe saliendo, que saldrá, será motivo de otros entrecorchetes, na más, como el GAL y demas naderias que nunca comprometen a su siemprebienamada izquierda.Con este bagaje intelectual y esa mirada limpia y honesta de la realidad con la que usted nos desborda no me sorprende que nos intente colar que a usted le depuraron las fuerzas vivas de la derechona asesina y golpista. Es usted un martir de la democracia que está por encima del bien y del mal de los medios no libres de este pais. Los que descubren la podredumbre de los poderes del Estado son meras herramientas de esos poderes, que contradicción, pero ¡ay usted! usted si que es libre e independiente.Le creo, sí, igual que los asesinos de siempre siempre mataran a los democratas de izquierda puros,nobles y muuuuuuuuuu buenotes. Creo que a usted le fulminó el rayo incesante de una mirada asesina y golpista. Pero que mala que es la derechona.
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Dice ser Alejandro M.
Hola, José Antonio Martínez Soler, ¿te puedo llamar JAMS, como hacen por aquí?.Gracias por el texto, tan descriptivo y resolutorio. Me ha traído recuerdos que había olvidado: Yo también me alegre de que ganara el imperdonable Aznar, y me he arrepentido 100 veces, digo mil. Hasta el punto de que después de años inmerso en protestas y manifestaciones, asistiendo, y, desde mi cubículo solitario, en Internet, informando a amigos,con correos, y a conocidos y desconocidos en foros en la Web, con las cosas que iba descubriendo sobre los temas que se discutían entonces y sobre la actualidad política, …pues, después de todo eso, digo, se me había olvidado que yo también me alegre de que ganara Aznar, y de que perdiese las elecciones Felipe González. Me he arrepentido 100 veces de aquellos sentimientos, y te juro que el individuo este, Aznar, ha conseguido que le perdonase, desde mi punto de vista, todos los pecados que pudiera haber cometido Felipe González; incluso me cae bien, a pesar de que hubo un momento en que no fue así..Para entonces yo estaba bastante a la izquierda y comprendí, como muchos de ese lado del espectro político, que la primera prioridad, sobre cualquier otra, era que se fuera a su casa Aznar.Cuando he leído la carta del rey, se me han puesto los ojos como platos,…y algún pelillo como escarpia, por que yo no estuve al tanto de tu historia, y he comprendido algunas cosas, como la alergia real hacia Aznar. …si ya entonces pensaba eso. Y me ha salido una expresión espontánea en el silencio de mi habitación: “…y lo que quedaba por llover”.De verdad te lo agradezco que hagas este blog, y escribas como lo haces sobre estas cosas.
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Dice ser JUAN ANTONIO
da gusto con democratas como tu
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Dice ser Tomillo
Lo siento. Sencillamente repugnante, de principio a fin. El texo empieza con mentiras y se construye sobre él de la forma más elemental de acuerdo con los manuales de manipulación: medias verdades a secas, medias verdades tergiversadas y mentiras disfrazadas. Insisto, lo siento mucho, pero da asco, auténtico asco.Por cierto, documéntate un poco. Quizá el rencor no te permite ser un poco más objetivo en las cuestiones históricas que NO AFECTAN A TU PERSONA, pero creo que es lo mínimo que se puede pedir. Cada cuenta la feria como le va, pero no te inventes la Historia de España, por favor.
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Gracias por volver a recordarnos, a los que no lo vivimos o no tuvimos conciencia en su momento, que la transicion no fue tan de rositas como algunos nos quieren hacer creer.Excelente recopilacion.Gracias.Saludos
30 noviembre -0001 | 00:00 Borrar | Marcar como SPAM