Tantos días sin escribir una línea… y hoy no se como empezar. Unos fanáticos han asesinado a 12 colegas franceses del semanario satírico Charlie Hebdo. No tengo palabras para expresar el dolor y la rabia.
En estos momentos de estupor, me brota una fuerte convicción: ¡Basta ya de respetar ideas y religiones que llevan a esta barbarie! Por extraño que nos parezca, debemos respetar a las personas, a cada una de ellas, pero no a las ideas ni a las religiones, a ninguna de ellas.
Mi primera reacción espontánea en Facebook fue en este sentido:
Terrible tragedia la de mis colegas franceses asesinados por presuntos fanáticos religiosos islamistas. Los islámicos moderados deben estar aterrorizados. Las personas merecen respeto. Las ideas y las religiones, no. ¡Basta ya! Que el miedo no nos haga callar…
Parece mentira (con lo lista que parece) que la señora Cifuentes, delegada de Rajoy en Madrid, haya prohibido la concentración en la Puerta del Sol solicitada por la JER (Junta Estatal Republicana) para pasado mañana.
¿A qué tienen miedo? Comprendo que desautorice una marcha que pueda cruzarse, a la misma hora, con la comitiva del nuevo rey Felipe VI. Respetando la libertad de expresión y manifestación, conviene que evitar cruces, provocaciones y/o choques innecesarios entre los derechos de unos y de otros. No comprendo, en cambio, que prohiba una concentración republicana en la Puerta del Sol por donde no está prevista la procesión monárquica. A menos que la señora Cifuentes sea republicana y, con esta prohibición, quiera hacer un favor a nuestra causa.
Yo diré como el grandísimo Joan Manuel Serrat. Las autoridades franquistas le prohibieron cantar en catalán en un concurso intenacional (no recuerdo si fue Eurovisón u otro del estilo). Serrat canta igual de bien en castellano y en catalán. Cuando le preguntaron en qué lengua le gustaba más cantar, respodió sabiamente:
«Me gusta más cantar en la lengua que me prohiben».
Yo digo lo mismo que Serrat:
«Me gusta más ir a las manifestaciones que me prohiben. Por eso, el jueves iré a la Puerta del Sol con mi camiseta del Mundial. Claro que si, al final, el Gobierno permite la concentración republicana, a lo mejor me quedo en casa. ¿A qué tienen tanto miedo?»
Como decía J.F. Kennedy, citando F.D. Roossevelt:
«Solo hay que tener miedo al miedo mismo».
Aprendí esa anécdota mi profesor Samuel Beer, tutor de mi tesina en la Universidad de Harvard. Un día preguntó en clase a quien atribuíamos la famosa frase anterior sobre «el miedo al miedo mismo». Unos señalaron a Kennedy y otros a Roosevelt.
«Ninguno de los dos fue el autor original de tal frase. Y se lo que digo porque fui yo mismo quien la introdujo en aquel celebre dircurso del presidente Roosevelt».
Pues eso: «Solo debemos tener miedo al miedo mismo. ¡El jueves vamos a Sol!».