Gabriel Jackson, generoso; la España oficial, tacaña

Foto de Gabriel Jackson en el acto del Colectivo Juan de Mairena.

Con un homenaje entrañable, el “Colectivo Juan de Mairena” celebró ayer en Barcelona la vida y la obra del historiador Gabriel Jackson, el sabio bueno, íntegro y generoso que nos reconcilió con nuestra historia. Ha sido la primera señal de gratitud de un grupo de españoles hacia el hombre que tanto nos dio durante sus 98 años de vida, 25 de los cuales los pasó en España.

Con Kate Jackson, hija de Gabriel, Carmen Negrín, nieta del doctor Negrín, Ángel Viñas, Francesc Carreras, Gonzalo Pontón y miembros del Colectivo Juan de Mairena en el escenario.

No nos extrañó que ni la prensa española ni las instituciones públicas se hicieran eco del homenaje, tan merecido, para quien tanto hizo por limpiar de mitos falsos nuestra historia reciente, desvirtuada por los palmeros franquistas. Excepto un diputados socialista (del PSC), ningún otro representante del pueblo acudió al homenaje. Nadie del Ayuntamiento de Barcelona (donde se jubiló y vivió 25 años) ni de la Generalitat de Cataluña. Gabriel Jackson aún no tiene una calle con su nombre el la ciudad condal, su ciudad de adopción.

Folleto del acto

Excepto el diario El Pais, donde Jackson divulgaba sus análisis, que publicó obituarios de sus discípulos, los demás medios apenas dieron la noticia de su muerte hace tres meses. Sin embargo, en las redes sociales hubo un aluvión de muestras de gratitud personal hacia Jackson por aquellos que , en su juventud, habíamos leído su libro, ya clásico, sobre «La República Española y la guerra civil».

Carmen Negrín (derecha), nieta del presidente del Gobierno de la II República, y Kate Jackson, hija de Gabriel, hablan de su vida y su obra. En la pantalla, portada del último libro de Jackson: la biografía de Juan Negrín.

Él fue el precursor que nos abrió los ojos, nos descubrió otra España y, en la oscuridad de la Dictadura, nos permitió sentirnos orgullosos de ser españoles. Quienes leímos su libro, no superado ni desmentido por los más de 5.500 publicados después sobre la II República, estaremos siempre en deuda con él.

El historiador Ángel Viñas, durante su intervención. Él fue quien me puso en contacto con Jackson en 1974 para que publicara en el mensual Historia Internacional, que yo dirigía. La censura franquista prohibió sus artículos. Los publiqué tras la muerte del dictador.

Esa gratitud y esa deuda fueron destacadas en el escenario por personajes notables como, por ejemplo, Angel Viñas, Francesc Carreras, Gonzalo Pontón o Carmen Negrín, nieta del que fue presidente del Gobierno en la II República. Eso reconocieron también, en sus cartas de adhesión, discípulos tan distinguidos como José Álvarez Junco o Juan Pablo Fusi.

Con Carmen Negrín, Ángel Viñas, Josu Ugarte y Francesc Carreras
Martín Alonso, organizador del acto y alma del homenaje a Jackson.
Con Gabriel Jackson en mi casa, el día que descubrimos en el sótano el cartel de Miró para el homenaje en Baeza a Machado (1966) que los «grises» disolvieron a palos. Gracias, Martin, por elegir esta foto para la cartelería del homenaje. Todo un honor.

El acto, que duró tres horas y media, se me hizo corto. Constaba de tres partes: la persona, el académico y el activista. Y estuvo animado por cortes de video de entrevistas grabada a Jackson. Fue emocionante ver al maestro, al amigo, defendiendo sus verdades, «la verdad de cada uno». Contrario a ciertas «equidistancias injustificables», Gabriel Jackson, «Gabe» para los amigos, decía lo que pensaba. Por eso, intelectuales de alquiler huían de él como del diablo. Miembro de una familia judía del Este de Europa se fue a Estados Unidos y se salvó del Holocausto nazi, Gabe criticó abiertamente los nacionalismos. «No tienen razón de ser», nos decía. Luchaba contra los falsos mitos:

-«Los vascos y los catalanes son privilegiados, no víctimas».

Era un intelectual entero, austero, sencillo y humilde, comprometido siempre con causas nobles. Nadie le callaba. Quizás, por eso, cuando Jordi Pujol, el ex honorable y presunto delincuente, le llamó a su despacho de presidente de la Generalitat, no se mordió la lengua. El golfo de Pujol le cortó en seco y le despidió con descortesía. Le dijo:

-«Márchese. No le he llamado para escuchar su versión de Cataluña sino para contarle yo la mía».

Como hombre de izquierdas, tampoco ocultó su decepción cuando observó a socialistas catalanes arrimándose a ciertas tesis de los nacionalistas de las que él discrepaba abiertamente.

Gracias a sus investigaciones, libros, artículos y conferencias, Gabriel nos deja un legado inmenso de enorme impacto para nosotros y para las generaciones venideras. Pero, sobre todo, nos deja una vida ejemplar digna de ser imitada. Los interrogatorios y amenazas del FBI para que denunciara a sus colegas izquierdistas durante la guerra fría no le doblegaron. Gabriel Jackson, como nuestra Mariana Pineda, se negó a declarar y sufrió la consiguiente persecución y castigo del macartismo norteamericano.

Celebró nuestra transición pacífica de la Dictadura a la Democracia. Le vi contento con lo que el llamó una «cambio positivo». El 9 de abril de 1977, el mismo día que el presidente Adolfo Suárez había ordenado la legalización del Partido Comunista, se emocionó de tal modo que decidió jubilarse y vivir en España. En 1995, el Gobierno de Zapatero le concedió la nacionalidad española. Le vi emocionado.

Fue un científico social notable, un historiador honesto, una persona alegre, optimista, cabal, cordial , sencilla, pero rica en matices y, en el sentido machadiano, fue un hombre bueno.

¡Qué suerte y qué honor haberle conocido!

Con el yerno de Gabriel Jackson, mi chica Ana Westley, y la hija y la nieta de Gabriel, en el Txapela de la Plaza de Cataluña, al término del homenaje y del almuerzo con los participantes y miembros del Colectivo Juan de Mairena.

Gracias a Martín Alonso y a todo el Colectivo Juan de Mairena. También yo estaré siempre en deuda con él. Y con vosotros, por este cariñoso, conmovedor y generoso homenaje a mi maestro, a mi amigo.

Acerca de JAMS

Periodista en activo durante los últimos 46 años, doctor en Ciencias de la Información “cum laude” por la Complutense y primer hispano parlante diplomado por la Nieman Foundation for Journalism de la Universidad de Harvard (1976-77). Profesor titular de Economía Aplicada de la Universidad de Almería. Consejero y fundador del Grupo 20 minutos España. Ha sido Director General y fundador de Multiprensa, la empresa editora del diario 20 minutos, líder de la prensa española durante casi una década y de 20minutos.es, número 3 de las webs de noticias de España (1999-2014). Director-fundador de los diarios El Sol (1989-90)y La Gaceta de los Negocios (1988-89), del semanario Doblón (1974-76), del mensual Historia Internacional y de la televisión matinal, con el primer informativo diario “Buenos Días” de TVE (1986); director de la Agencia EFE Nacional (1987), corresponsal en Estados Unidos del semanario El Globo del Grupo Prisa (1987-88), redactor jefe de Internacional y de Economía del diario El País (1977-84) y redactor jefe fundador y director en funciones del semanario Cambio-16 (1971-1974). Director de los Telediarios, en distintas etapas, y de varios programas en directo (Informe del Día, Espiral/Detrás de la Noticia, Economía en la 2, Entrevistas a Candidatos Presidenciales de 1993 y 1996, Debates electorales, etc,) de Televisión Española. Corresponsal-jefe de TVE en Estados Unidos 1995-96 (despedido tras la entrevista preelectoral que realizó al candidato José María Aznar) y autor de varios libros: “Jaque a Polanco” (Temas de Hoy, Planeta), “Los empresarios ante la crisis” (Grijalbo) y “Autopistas de la Información” (Debate), con Francisco Ros e Ignacio Santillana; Es almeriense, presidente de la Junta Rectora del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar (Almería) y posee la Medalla de Andalucía. Ejerció el reporterismo de sucesos y de información económica en la Agencia Hispania Press (1968) y fue redactor del diario Nivel (1969) y del diario Arriba (1970-71). Trabajó en Radio Nacional de España y TVE en programas de divulgación económica (Mi Bolsillo, La Aventura del Saber, El Canto de un Duro, etc.). Como director del semanario económico Doblón y autor de un artículo sobre la purga de moderados en la Guardia Civil fue secuestrado, torturado y sometido a una ejecución simulada en marzo de 1976 por fuerzas paramilitares franquistas. Fue el primer desaparecido del final del franquismo. Trabajó para el Gobierno de Adolfo Suarez en la Reforma Fiscal (1978) como ayudante del ministro de Hacienda, Fco. Fdz. Ordóñez y en el programa de ajuste económico de Los Pactos de la Moncloa a las órdenes directas del vicepresidente Fdo. Abril Martorell y del ministro de Economía, Jose L. Leal (1979-80). El 13 de febrero de 2014 dejó el Consejo de 20 minutos, pero mantiene su blog “Se nos ve el Plumero” sobre “Noticias y no noticias comparadas” (dentro de 20minutos.es) que, desde 2005 suma casi 2,9 millones de lectores.

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