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Lo llaman Democracia y no lo es. ¡No lo es!

¿Cuando se jodió la Democracia en España?

España está, no solo geográficamente, entre Marruecos y FranciaTenemos una democracia treintañera, joven y débil si nos comparamos con los vecinos del Norte; madura y fuerte, si lo hacemos con los vecinos de Sur. No nos conviene perder la perspectiva. Y estamos infinitamente mejor, en todos los aspectos de la vida, que hace 40 años.

El príncipe de España, Juan Carlos de Borbón, junto al dictador Francisco Franco
El príncipe de España, Juan Carlos de Borbón, junto al dictador Francisco Franco

Desde que murió en la cama el ominoso dictador Francisco Franco, en 1975,  hemos ido ido avanzando y ascendiendo. Azaña diría que «adelantabamos la civilización en España».  Con mucho miedo y algo de concordia, convertimos la Dictadura en Democracia. Sin embargo, ahora tengo la impresión, quizás por la edad, de que vamos hacia atrás, como los cangrejos, y hacia abajo, como los perdedores. 

(Recomiendo vivamente el artículo que publica hoy Joaquín Estefanía en la página 33 de El País, «La debilidad de la democracia«)

¿Desde cuando se está debilitando la democracia en España? O bien, como diría Zabaleta, si saliera de la excelente novela «Conversación en la catedral» de Vargas Llosa:

¿Cuando se jodió la Democracia en España?

El día de la abdicación de Juan Carlos I, la Puerta del Sol estuvo llena de jóvenes con banderas repúblicanas.
El día de la abdicación de Juan Carlos I, la Puerta del Sol estuvo llena de jóvenes con banderas repúblicanas.

El día de la abdicación o claudicación de Juan Carlos I, escuché a miles de jóvenes cantar, a grito pelado, en la Puerta del Sol.  Uno de los estribillos más repetidos era éste:

«¡Lo llaman Democracia y no lo es. No lo es!»

Al escuchar anteayer a Felipe González defender tan ardientemente a Vicente del Bosque y a La Roja, tras la derrota humillante en Brasil, tuve la sensación de que el ex presidente hablaba de sí mismo y defendía su propia historia. Está en su derecho.

El líder del PSOE, con los platos que le cocinaba Alfonso Guerra, llevó a España a las más altas cimas de la modernidad y de la democracia. Un ejemplo mundial.  Pero perdió la gracia… y el poder. Y salió corriendo, como gato escaldado, por la gatera del Palacio de la Moncloa… y de la historia.

En 1996, Felipe González, seleccionador de un partido centenario, fue derrotado no por Holanda -gran selección, subcampeona del mundo- sino nada menos que por José María Aznar, ese «hombrecillo insufrible» (como le llama Manolo Saco).

¿Se puede caer más bajo?

Me puse a hacer memoria, esa traicionera. Felipe González levantó la copa de su Mundial en el glorioso año 1992 (Juegos Olímpicos de Barcelona, Expo de Sevilla). Como en la comunión de la niña, tiramos la casa por la ventana, en plena crisis. El cava del 92 perdió las burbujas y nos dejó una resaca espantosa.

Mariano Rubio, aquel que firmaba los billetes del Banco de España, se lo llevaron los guardias a la cárcel por llevarse los billetes a casa. Y Luis Roldán, el jefe de los guardias, también se llevó los billetes … ¡de los huerfanos! La jefa del Boletín Oficial del Estado, robaba el papel. Miguel Boyer Salvador, fue ministro de Hacienda por parte de padre y delincuente financiero por parte de madre. En la cuentas pecaminosas de Ibercorp y Sistemas Financieros aparecía como Miguel B. Salvador y en los decretos del BOE lo hacia como Miguel Boyer.

Estos pequeños detalles eran la punta del iceberg de la corrupción rampante que se extendía también por ayuntamientos y comunidades autónomas gobernadas por el PSOE, el partido de mis padres y en el que yo había depositado tantos votos y tantos sueños…

La financiación ilegal, el trueque de favores por licencias, el nepotismo/enchufismo, las recalificaciones urbanísticas opacas y/o delictivas, el engreimiento/soberbia de las élites, el alejamiento de los ciudadanos, la pérdida de los valores éticos del socialismo solidario, el triunfo del capitalismo de hojalata y del «pelotazo», de Mario Conde, de los Albertos, la descomunal crisis bancaria, la crisis económica de efectos retrasados por los fastos del 92… Desde luego, no hubo una sola causa ni tampoco una fecha exacta.

En las elecciones generales del 93, me tocó hacer las entrevistas a los canditados presidenciales en Televisión Española. Felipe aún parecía imbatible. Se juntó con el juez Baltasar Garzón -mister Proper, le llamabamos- porque prometía limpiar la mierda acumulada en la vida política. Ese año fue la última vez que le voté, tapándome la nariz. Fue un error.

Felipe González, rendido ante la princesa.
Felipe González, rendido ante la princesa.

Si hubiera perdido en el 93, Felipe González aún habría salido por la puerta grande de la historia y a hombros.  ¿Quien sabe? Sin embargo, siguió arrastrándose tres años más por el fango político. En las elecciones generales del 96, la carroza de oro de Felipe ya se había convertido en calabaza. Aznar, el «hombrecillo insufrible», le tumbó.

La derecha tenía hambre de balón. Mucha hambre. Desde la muerte de su admirado dictador había estado agazapada y temerosa, mientras el centro democrático de Adolfo Suárez desmontaba el franquismo y, a la vez, construía los cimientos de nuestra democracia.

Cuando llegaron al poder, los populares se pusieron las botas. «Mientras dure…», debieron pensar. En cuestiones de corrupción política y económica, la derecha es mucho más hábil y sabia, por costumbre, y menos cutre, que la izquierda. Las veredas de la corrupción socialista ya estaban trazadas. Se ampliaron con Aznar, con Zapatero y con Rajoy.

Haceindo la cuenta de la vieja, la Democracia española lleva, más o menos, 20 años haciendo agua. Vamos hacia atrás y hacia abajo. Los jóvenes republicanos de la Puerta del Sol sabían muy bien lo que cantaban en día de la claudicación del Rey:

«¡Lo llaman Democracia y no lo es. No lo es!»

También cantaban, con la música de Guantanamera:

«¿Quién te ha votado/

Felipe, ¿Quién te ha votado?/

¿Quién te ha votado?»

La Policía "escolta" a los republicanos de Montera a Tirso de Molina.
La Policía «escolta» a los republicanos de Montera a Tirso de Molina.

Por si quedaba alguna duda de que, en efecto, lo llaman Democracia y no lo es, anteayer, esos jóvenes republicanos no pudieron cantar el mismo estribillo en la esquina de Montera con Sol, donde la Policía les mantenía «escoltados» para llevarlos a Tirso de Molina, más lejos de la procesión monáquica de Felipe VI.  La razón: «Para evitar conflictos, como se separan a los hinchas del Real Madrid de los del Barça». Pero -¡oiga!- esto no es un partido de fútbol sino el nombramiento del jefe del Estado, de mi Estado, y tengo todo el derecho a opinar, a expresarme y a manifestarme a favor o en contra.

No les dejaron cantar. (Me recuerda mi juventud en tiempos de la Dictadura). Los jóvenes y los viejos se pusieron a silbar la música, tan pegadiza y popular, del Guantanamera. Todoso conocíamos la letra prohibida que yacía bajo los silbidos.

¿Quien te ha votado?

Felipe ¿Quien te ha votado?

¿Quien te ha votado?

Algunos polícias no pudieron evitar guardar la porra y echarse a reir. Debo reconocer -lo cortés no quita lo valiente- que la policía nacional que yo vi el día de la coronación de nuevo Rey se portó bien, dentro de lo que cabe, cumplió las órdenes de Rajoy con su mejor cara. La Policía se portó mejor que el Gobierno que la mandó reprimir la libertad de expresión.

Y la Policía, con la sonrisa en los labios,  dejó silbar Guantamera a los republicanos. Silbaban con tanta emoción como si se tratara del mismísimo himno del Riego.

¿Quien se atreve a poner puertas al campo? No se enteran.

A mi me gusta más escribir con las plumas que me prohiben...
Esta es mi colección de plumas…

Como a Joan Manuel Serrat (que le gusta más cantar en la lengua que le prohiben), a mi me gusta más escribir con las plumas que me prohiben. ¿Y silbar Guantamera? ¡No digamos!

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Algo muy grave. Acabo de escuchar en La Sexta a la delegada de Rajoy en Madrid, Cristina Cifuentes.  Si no fuera por la mala fe y las intenciones políticas premeditadas del Gobierno de Rajoy, al prohibir los derechos constitucionales de expresión y manifestación, pensaría que esta señora es tonta de remate. Resultaba patétcio escuchar sus mentiras patentes, mientras veiamos a la policía prohibiendo el paso a una joven por llevar un pin republicano en la solapa.

Su lenguaje ha sido premeditamente guerracivilista y extremadamente peligroso. Habló de «evitar actitudes que persiguen la confrontación», » de no propiciar el enfrentamiento», «evitar el conflicto». Creo que la señora Cifuentes debería dimitir mañana mismo, sobre todo por haber ultrajado a la Policía, que sigue las órdenes del Gobierno. Ha dicho que la Policia actuó por su cuenta al pedir a los ciudadanos que retiraran «voluntariamente» las banderas republicanas de sus balcones.

Como pienso que los líderes del PP no son tontos de remate, debo admitir que lo que hecen es premeditado, para meter miedo en el cuerpo a los ciudadanos y dar la impresión -como trata Esperanza Aguirre-  de que son los republicanos los violentos que pretenden «volver a las andadas». Afortunadamente, sus pervesas intenciones no han colado.   Los que violentan la Constitución son los gobernantes del PP.

Rajoy contra Felipe VI: No cabemos todos

Con amigos como Rajoy, Felipe VI no necesita enemigos. Menudo favor le hizo ayer el presidente del Gobierno conservador a los republicanos españoles al conculcar la Constitución, en sus derechos fundamentales de expresión, reunión y manifestación. Con estas actitudes represivas, y de marcha atrás en la democracia, crecerán inevitablemente quienes demanden más democracia…

Concentracion-Republicana-proclamacion-Olmo-Calvo_EDIIMA20140620_0117_13Mientras el flamante Rey decía ante Las Cortes con palabras -seguramente de buena fe- que en la España que él quería «cabemos  todos», la policía de Rajoy nos demostraba con hechos, con violencia gratuita e innecesaria, que en su España no cabemos todos.

Rajoy prohibió la concentración republicana pacifica en la Puerta del Sol (que cerró a cal y canto) así como lucir símbolos republicanos. Los siete detenidos por entrar en Sol con símbolos republicanos han salido hoy en libertad con cargos. ¿Qué cargos? Ahora dirán que eran «violentos». Como querían demostrar al cercenar el derecho de reunión y expresión… y, de paso, meter miedo al  público.

Vestringe, ex diputado de Alianza Popular, detenido con camiseta republicana.
Vestringe, ex diputado de Alianza Popular, detenido con camiseta republicana.

¿A qué tienen nuestros gobernantes tanto miedo?

Desde luego, empezamos este nuevo reinado, en el Reino de la Impunidad, con muy mal pie. Para colmo, Rajoy y Rubalcaba le buscan ahora aforamientos extravagantes y urgentes (penal y civil) al ex Rey Juan Carlos I a quien, no se por qué arbitrariedad, siguen manteniendo el título de Rey.

Ya tenemos dos reyes para confusión y menosprecio del auténtico.

La bandera repulbicana no cabe en este Reino.
La bandera repulbicana no cabe en este Reino.

Además, aquí tenemos miles de aforados privilegiados mientras en los paises serios de Europa (Francia, Italia, Alemania, etc.) tienen media docena o ninguno.

¡Pobre Felipe VI con esta herencia envenenadaNo parece mal hombre. Y es de agradecer que haya reconocido que quiere «una Corona integra, honesta y transparente».  Ya veremos. 

Sabemos que su padre ganó muchos puntos al delvover al pueblo los poderes ilegitimos que heredó del dictador Francisco Franco.

La Policía "escolta" a los republicanos de Montera a Tirso de Molina.
La Policía «escolta» a los republicanos de Montera a Tirso de Molina.

Pero también sabemos que, sobre todo en los últimos años, su Corona no estuvo precisamente decorada por las virtudes que ahora pide su hijo para la suya: integridad, honestidad y transparencia. Todo lo contrario.

A las 12:45 pude lucir mi bandera en Sol hasta que vino la Policía a por ella. La guardé a tiempo.
A las 12:45 pude lucir mi bandera en Sol hasta que vino la Policía a por ella. La guardé a tiempo.
A este no le quitaron la bandera inconstitucional con la "gallina" de Franco
A este no le quitaron la bandera inconstitucional con la «gallina» de Franco

¡Qué lástima que le haya tocado reinar con este Gobierno, con estos partidos políticos y con este sistema judicial (al que ni siquiera mencionó) tan desprestigiados. Los tres poderes del Estado (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) , del que Felipe VI es el jefe simbólico, están por los suelos. Por eso, su discurso, frío y tedioso, me pareció una oportunidad perdida.

Afortunadamente, Felipe VI no tiene el poder que tuvo su padre para cesar al presidente franquista Carlos Arias y sustituirle por Adolfo Suárez para desmontar el franquismo.

No podemos ni debemos pedirle que se salte la Constitución. Faltaría más. Pero, al menos, tiene legalmente la palabra y tiene los gestos. Si quiere tener un comportamiento distinto a de su padre, podría empezar renunciando, por ejemplo, a su sospechoso privilegio de  inviolabilidad en la próxima reforma de la Constitución

A petición del público, la policia pidió a esta señora franquista que "no provocara y guardara su bandera" en la Plaza de Oriente. Ella respondió que el nuevo Rey estaba allí gracias a Franco. No le faltaba razón.
A petición del público, la policia pidió a esta señora franquista que «no provocara y guardara su bandera» en la Plaza de Oriente. Ella respondió que el nuevo Rey estaba allí gracias a Franco. No le faltaba razón.

 

Una valiente "Mariana Pineda" luce un modelo con lindos colores republicanos en su balcón de la calle Felipe V.
Una valiente «Mariana Pineda» luce un modelo con lindos colores republicanos en su balcón de la calle Felipe V.

El nuevo Rey perdió ayer una oportunidad histórica para para dar esperanza a los desesperados, para emocionar con su palabra y con sus gestos. Todo fue demasiado color rosa y cargado de almíbar. Una coronación empalagosa y con decorados (como los de la zarina Catalina) pagados con dinero público. Todo muy apropiado para la revista Hola y no para los 6 millones de parados y muchos más millones de decepcionados con la deriva que llevan los dos grandes partidos políticos que, en El Jueves, llaman PP-SOE.

No pueden poner puertas al campo. La libertad de expresión se cuela, con imaginación, por las rendijas que dejan sus represores.
No pueden poner puertas al campo. La libertad de expresión se cuela, con imaginación, por las rendijas que dejan sus represores.

El miedo a la libertad lleva a los gobernantes del PP a situaciones tan ridículas como esta: la Policía impide el paso a una joven porque lleva una chapa en la solapa con los colores de la bandera constitucional de la II República Española, aniquilada por un golpe de Estado y una Dictadura militar de casi 40 años. Video publicado por El Intermedio en La Sexta:

http://twitpic.com/e6jrug

 

 

 

 

 

 

Me gusta más ir a las «manis» que me prohiben

Parece mentira (con lo lista que parece) que la señora Cifuentes, delegada de Rajoy en Madrid, haya prohibido la concentración en la Puerta del Sol solicitada por la JER (Junta Estatal Republicana) para pasado mañana.

Con la camiseta repúblicana del Mundial.
Con la camiseta republicana del Mundial.

¿A qué tienen miedo? Comprendo que desautorice una marcha que pueda cruzarse, a la misma hora, con la comitiva del nuevo rey Felipe VI. Respetando la libertad de expresión y manifestación, conviene que evitar cruces, provocaciones y/o choques innecesarios entre los derechos de unos y de otros. No comprendo, en cambio, que prohiba una concentración republicana en la Puerta del Sol por donde no está prevista la procesión monárquica.  A menos que la señora Cifuentes sea republicana y, con esta prohibición, quiera hacer un favor a nuestra causa.

Yo diré como el grandísimo Joan Manuel Serrat. Las autoridades franquistas le prohibieron cantar en catalán en un concurso intenacional (no recuerdo si fue Eurovisón u otro del estilo). Serrat canta igual de bien en castellano y en catalán. Cuando le preguntaron en qué lengua le gustaba más cantar, respodió sabiamente:

«Me gusta más cantar en la lengua que me prohiben».

Yo digo lo mismo  que Serrat:

«Me gusta más ir a las manifestaciones que me prohiben. Por eso, el jueves iré a la Puerta del Sol con mi camiseta del Mundial. Claro que si, al final, el Gobierno permite la concentración republicana, a lo mejor me quedo en casa. ¿A qué tienen tanto miedo?» 

Como decía J.F. Kennedy, citando F.D. Roossevelt:

«Solo hay que tener miedo al miedo mismo».

Aprendí esa anécdota mi profesor Samuel Beer, tutor de mi tesina en la Universidad de Harvard. Un día preguntó en clase a quien atribuíamos la famosa frase anterior sobre «el miedo al miedo mismo».  Unos señalaron a Kennedy y otros a Roosevelt.

«Ninguno de los dos fue el autor original de tal frase. Y se lo que digo porque fui yo mismo quien la introdujo en aquel celebre dircurso del presidente Roosevelt».

Pues eso: «Solo debemos tener miedo al miedo mismo. ¡El jueves vamos a Sol!». 

Concentración republican en la Puerta del Sol, sin incidentes, el dia de la abdicación del rey Juan Carlos.
Concentración republicana en la Puerta del Sol, sin incidentes, el dia de la abdicación del rey Juan Carlos.