Fue el gran poeta Luis Cernuda quien, desde el exilio, nos brindó este verso: «Recuérdalo tú y recuérdalo a otros». Mañana comienza el año 2025 durante el cual recordaremos y celebraremos el cincuenta aniversario de la muerte del dictador Francisco Franco. Es un año para recordar de dónde venimos y proyectar, en paz, a dónde vamos. Los pueblos que no conocen su historia, según Santayana, corren el riesgo de repetirla. Esa fue una de las razones que nos llevó a mi hijo Erik y a mí a escribir el libro «Franco para jóvenes» que ya va por su Quinta Edición en apenas dos meses. Lo presentamos el 12 de diciembre en la Biblioteca del Ateneo de Madrid con Paca Sauquillo, abogada y política destacada en defensa de las libertades y Fernando Martínez, secretario de Estado de Memoria Democrática. Los actos de conmemoración de la muerte del tirano, que sometió a España a una cruel dictadura basada en el terror y en la persecución de los que no pensaban como él, comenzarán el próximo 8 de enero y se extenderán durante todo el año. ¡Qué buena oportunidad para que Feijóo y su compañeros centristas del Partido Popular renieguen abiertamente de la Dictadura de Franco (como los alemanes e italianos hicieron con las de sus socios Hitler y Mussolini) y se abracen con los demás españoles, vencedores y vencidos en la guerra civil, que optamos por la reconciliación y la Democracia. Solo tienen que hacer oídos sordos a las consignas sórdidas que les llegan de la línea Aznar-Miguel Ángel Rodríguez-Ayuso. ¿Es acaso Miguel Tellado, el portavoz de PP, un infiltrado de Ayuso (a quien Pedro Sánchez llama «la Jefa») en la primera línea de mando de Feijóo? Curiosamente, cuando Ayuso habla de Franco, Tellado le sigue el juego en pocas horas con una ironía sucia e indigna mancillando el propio Congreso, sede de la soberanía popular. Acusa al presidente de Gobierno de recurrir al «comodín de Franco» para tapar sus problemas con la Justicia. Aznar y Ayuso usan el «comodín de ETA» o el de «España se rompe» para tapar sus mentiras y sus vergüenzas. Cree el ladrón que todos son de su condición. A mi juicio, Franco no es ningún comodín, señora Ayuso y señor Tellado. Franco es sencillamente un genocida de cuyos crímenes la sociedad española no puede ni debe pasar página sin antes haberla leído y comprendido. Para eso están la Memoria Democrática y las fosas comunes y las cunetas de los exterminados por Franco. Lo dijo Primo Levi, superviviente del genocidio nazi: «Ocurrió. Y puede volver a ocurrir».
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