Nada que ver con la liturgia medieval tan apabullante del Reino Unido, que roza lo risible para cualquier republicano que se precie, pero la escolta de caballos de la princesa Leonor y su estampa jurando lealtad a la Constitución Española (no confesional) me han gustado. Si lo comparo con el show de la coronación de Carlos III, cabeza del Reino Unido por designio divino, me quedo con nuestra princesa de Asturias.
La esencia del acto de hoy es que la heredera al Trono se somete a la Carta Magna aprobada por los españoles en 1978. Si cumple esa Ley, como acaba de jurar, y como viene haciendo su padre Felipe VI, sin cometer corrupción económica como su abuelo, y no se identifica con ningún partido político ni sucumbe ante los halagadores profesionales, llegará a ser Reina. Lo digo como lo siento, y como lo he dicho hoy en Onda Cero con Carlos Alsina, como demócrata republicano que soy. En ese orden.
Como demócrata, acepto lealmente cumplir las leyes que la soberanía popular aprueba en España. La más grande de ellas es la Constitución del 78, que yo voté, y ésta incluye la Monarquía Parlamentaria hasta que la voluntad del pueblo español no la cambie por la Tercera República. Ya veremos. Por ahora, el reinado de Felipe VI (vacunado contra la corrupción por el comportamiento inmoral de su padre) está resultando útil para la unidad, la estabilidad y el progreso de España. Y seguramente resulta más barato y emocional, aunque menos racional, que una República.
¡Feliz cumpleaños, princesa Leonor! ¡Menudo marrón le ha caído! Es zurza (como mi hija), ha sufrido bastante (por no hablar del peso insoportable de su mochila en marchas militares), tiene obligaciones impropias para su edad, apenas puede cometer errores en público… ¡Pobre señora! Sin embargo, tiene una ventaja: «Como ha sufrido mucho, ve cosas que otros no ven». Eso diría de ella el Lazarillo de Tormes.
Gracias, Carlos, por invitarme hoy a compartir con Onda Cero la jura de la Princesa y comentar lo mismo que hizo su padre hace 37 años y que dimos en el Buenos Días de TVE.
Suerte, señora. La vamos a necesitar por el bien de todos.