Sofía Gandarias pintaba espejos

No suelo ir a funerales y, como ateo empedernido, huyo de las liturgias eclesiásticas. Sin embargo, hoy me acerqué al funeral de Sofía Gandarias. Estaba en deuda con ella. Por su sonrisa permanente de buena persona y por su obra pictórica. En ese orden. También, como no, por dar un abrazo al amigo entrañable que es su marido, Enrique Barón. Hace más de 40 años, me enseñó a pescar truchas con las manos. No solo por eso, siempre voté la lista que llevaba su nombre impreso. Uno de los políticos más honrados que conozco. Frenó su carrera, brillante no obstante, por carecer del instinto de matar. O por no ejercerlo.

Sofía Gandarias, ante un cuadro suyo de Neruda
Sofía Gandarias, ante un cuadro suyo de Neruda

La iglesia madrileña de San Antón, llena a rebosar durante el precioso funeral en memoria de la pintora Sofía Gandarias, era esta tarde un espejo de la transición. Dijo José Saramago que sus cuadros eran “espejos pintados”. De estar viva entre nosotros, Sofía habría sonreído al ver hoy juntos a tantos amigos suyos, de su marido y de su hijo Alejandro.

En Madrid, hace tiempo que dicen las misas en castellano. Yo me las sabía en latín. La de hoy fue cantada, y bien cantada, por cierto, también en la lengua de los vascos. Del “Pater Noster” que yo cantaba de niño pasaron hoy al “Aita Gurea”. Los músicos y el coro lograron emocionarme. ¡Qué misa tan bonita! Jamás me imaginé yo escribiendo la última frase que acabo de escribir. Ahí queda. Hay que ver lo que sabe la Iglesia cuando se propone hacer bien las cosas.

El padre Ángel, de los Mensajeros de la Paz, cedió el micro al famoso padre Lezama para que, como vasco, cantara el Aita Gurea en su lengua materna. Con el micrófono abierto sobre el ara, oímos al cura Lezama decir “en qué apuro me habéis metido” o algo así. Solo cantó en euskera, sin chuleta, apenas un par de versos: los del “Pater noster qui es in coelis/ santificetur nomen tuum…”

Hombre de recursos, no solo económicos, el cura amigo de papas y príncipes de la Iglesia rápidamente echó mano de una chuleta que, por si acaso, traía de casa (o de su taberna) y continuó cantando con el coro en lengua vasca. Pudo así destacar también las excelencias de la identidad vasca de Sofía Gandarias, nacida en Guernica de madre vasca. Su marido, emocionado al recordar a su esposa muerta, le replicó al cura: “Sofía tenía más apellidos vascos que tu”. En ese momento, Sofía no podría haber evitado la risa. Tampoco la evitamos nosotros. Quique Barón se ganó  un aplauso.

Gracias a la música, bellamente interpretada –chistu incluido-, el funeral de nuestra amiga Sofía se me hizo corto. Me creía incapaz de emocionarme con el “hocus pocus” de la liturgia católica, que tengo tan felizmente olvidada. Sin embargo, hoy me emocioné. Junto al excelente trabajo de los músicos, que incluyeron el mejor instrumento que conozco –la voz humana-, me influyó seguramente ver tantas caras amigas en torno al altar. En su mayoría, coautores de la ejemplar Transición de la Dictadura a la Democracia.

El Papa Francisco. Oleo de Sofía Gandarias que presidió el funeral.
El Papa Francisco. Oleo de Sofía Gandarias que presidió el funeral.

Y, como no, me influyó, sin duda, el cuadro espectacular que Sofía pintó del Papa Francisco y que, poco antes de morir, cedió a los Mensajeros de la Paz. Con influencias de Zurbarán –como recordó su hijo Alejandro– y algo de Gutierrez-Solana, la cara y las manos del Papa son todo un poema. Ese cuadro, y la música, impregnaron de arte toda la ceremonia.

Un homenaje a la artista, a la mujer del amigo, a la madre de Alejandro, hecho un hombre. Y un ataque de nostalgia por los ratos que compartimos en su taller y en torno a su obra. Inolvidable su exposición itinerante sobre Primo Levi, el autor de “Si esto es un hombre”, la obra más espeluznante sobre los campos nazis de exterminio.

Inolvidable su azul propio, el azul Gandarias, un azul fuerte con brillos morados. Ha tenido su viudo la genial y generosa idea de repartir los pinceles y espátulas de su esposa entre los asistentes al funeral. A mi me tocó un pincel, que conservaré como oro en paño, con restos secos de ese azul potente cuya receta secreta se llevó la tumba.

Con ella se llevó también el cariño de tantos amigos y admiradores. “Lleva quien deja”, decía don Antonio Machado. Sofía no se fue de vacío porque nos ha dejado mucho. Y bueno. Descanse en paz.

Acerca de JAMS

Periodista en activo durante los últimos 46 años, doctor en Ciencias de la Información “cum laude” por la Complutense y primer hispano parlante diplomado por la Nieman Foundation for Journalism de la Universidad de Harvard (1976-77). Profesor titular de Economía Aplicada de la Universidad de Almería. Consejero y fundador del Grupo 20 minutos España. Ha sido Director General y fundador de Multiprensa, la empresa editora del diario 20 minutos, líder de la prensa española durante casi una década y de 20minutos.es, número 3 de las webs de noticias de España (1999-2014). Director-fundador de los diarios El Sol (1989-90)y La Gaceta de los Negocios (1988-89), del semanario Doblón (1974-76), del mensual Historia Internacional y de la televisión matinal, con el primer informativo diario “Buenos Días” de TVE (1986); director de la Agencia EFE Nacional (1987), corresponsal en Estados Unidos del semanario El Globo del Grupo Prisa (1987-88), redactor jefe de Internacional y de Economía del diario El País (1977-84) y redactor jefe fundador y director en funciones del semanario Cambio-16 (1971-1974). Director de los Telediarios, en distintas etapas, y de varios programas en directo (Informe del Día, Espiral/Detrás de la Noticia, Economía en la 2, Entrevistas a Candidatos Presidenciales de 1993 y 1996, Debates electorales, etc,) de Televisión Española. Corresponsal-jefe de TVE en Estados Unidos 1995-96 (despedido tras la entrevista preelectoral que realizó al candidato José María Aznar) y autor de varios libros: “Jaque a Polanco” (Temas de Hoy, Planeta), “Los empresarios ante la crisis” (Grijalbo) y “Autopistas de la Información” (Debate), con Francisco Ros e Ignacio Santillana; Es almeriense, presidente de la Junta Rectora del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar (Almería) y posee la Medalla de Andalucía. Ejerció el reporterismo de sucesos y de información económica en la Agencia Hispania Press (1968) y fue redactor del diario Nivel (1969) y del diario Arriba (1970-71). Trabajó en Radio Nacional de España y TVE en programas de divulgación económica (Mi Bolsillo, La Aventura del Saber, El Canto de un Duro, etc.). Como director del semanario económico Doblón y autor de un artículo sobre la purga de moderados en la Guardia Civil fue secuestrado, torturado y sometido a una ejecución simulada en marzo de 1976 por fuerzas paramilitares franquistas. Fue el primer desaparecido del final del franquismo. Trabajó para el Gobierno de Adolfo Suarez en la Reforma Fiscal (1978) como ayudante del ministro de Hacienda, Fco. Fdz. Ordóñez y en el programa de ajuste económico de Los Pactos de la Moncloa a las órdenes directas del vicepresidente Fdo. Abril Martorell y del ministro de Economía, Jose L. Leal (1979-80). El 13 de febrero de 2014 dejó el Consejo de 20 minutos, pero mantiene su blog “Se nos ve el Plumero” sobre “Noticias y no noticias comparadas” (dentro de 20minutos.es) que, desde 2005 suma casi 2,9 millones de lectores.

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