Perlas de Romanones, depuradas por Mar Abad

¡Que no me digan que el periodismo está mal! Tiene mala prensa, sí, y seguramente merecida. Sin embargo, veo el trabajo de colegas jóvenes, sobre todo femeninos, que superan ya a las viejas glorias periodísticas de la Dictadura y la Transición. Mi paisana Mar Abad es una de ellas. Lo intuía desde hace tiempo, cuando leía sus libros o escuchaba sus discursos en el Ateneo de Madrid sobre Carmen de Burgos, Colombine.

Mar Abad
Mar Abad, autora de una biografía singular del conde de Romanones, uno de los caciques más poderosos de España.

Ahora, la lectura de su última obra («Romanones, Una zarzuela del poder en 37 actos) me confirma su excelencia como periodista, escritora y fina analista del Poder.

Cubierta
Cubierta del libro de Mar Abad sobre Romanones

La biografía de este cacique, poderoso y cínico, se lee como una novela de intrigas y, con frecuencia nos hace brotar una sonrisa de complicidad con la autora. Mar Abad camina por la vida del conde «cojo» apoyada en las muletas de sus memorias. Lo hace con brillantez e ingenio. Va expurgando o depurando auténticas perlas escondidas en los escritos de este animal político que fue muchas veces presidente del Gobierno bajo el reinado ominoso de Alfonso XIII.

Contra cubierta del libro de Mar Abad

Solo por leer la citas que Mar hace del conde vale la pena leer su libro. Pero, además, recibimos de propina un análisis precioso de las ansias de poder de un hombre que lo fue todo y todo lo perdió. Una vida de ascenso y caída digna de los personajes de Shakespeare.

Bio de Mar Abad en la solapa del libro

Mar nos ofrece un retrato espléndido y entretenido del «Maquiavelo de la Alcarria», un manual de instrucciones para cualquier político que aspire a conseguir el Poder y mantenerse en él a toda costa. Para el conde de Romanones el fin justifica los medios y no al revés. Salvando las distancias se parece un poco, solo un poco, a la vida y la obra de José Maria Aznar que lo fue todo y, por soberbia o estulticia, se hundió en la insignificancia.

José María Aznar lo fue todo (como Romanones) y se quedó en nada.

He leído a la vez, el libro de Mar Abad sobre Romanones y (no sin dolor) los dos tomos de Memorias de José María Aznar. No crean que soy masoquista. No lo hago por amor al arte sino como parte una investigación para mi próximo libro sobre la Policía, el Poder y la Prensa. Por distintas razones, Mar Abad y Aznar me iluminan la pasión que dos animales políticos de envergadura sienten por el Poder. A ninguno de los dos, les importó el precio.

Solo encontré una errata (o posible error) en el libro de Mar. Ya sabemos que «las erratas son las últimas que abandonan el barco». En la página 52 dice:

«Todos luchan por sobrevivir y, como indicó Darwin, sobrevive el más fuerte».

Creo recordar, de memoria y, por tanto, sin confirmar, que Darwin decía que «no sobrevive el más fuerte ni el más inteligente, sino aquel que mejor se adapta a losa cambios».

Ahora me tengo que marchar. En cuando pueda, copiaré y pegaré aquí mismo una selección de las perlas que Mar ha ido expurgando de las memoria del conde de Romanones. No tienen desperdicio.

Gracias, Mar, y enhorabuena.

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Ya estoy de vuelta. Ahí van algunas perlas prometidas de Alvaro de Figueroa, conde («cojo») de Romanones, entresacadas por Mar Abad de sus memorias y otros escritos:

«De la madera de los intelectuales salen escasos y buenos políticos. De la de los filósofos, ninguno».

«Saber callar ya es saber mucho»

«La gimnasia intelectual tiene que ser diaria. Si se abandona, los hombres se convierten en idiotas».

«En aquella época estuve a punto de convertirme en un sentimental. ¡Quién lo diría! Port fortuna, aquel estado patológico pasó pronto».

«… las pasiones que nos mueven, la animadversión latente y continua de los unos para con los otros y el supremo egoísmo que dirige a la humanidad».

«En la vida, y sobre todo en el Gobierno, constituye especial talento saber aprovecharse talento de los demás».

«Siempre estamos dispuestos a creer lo que nos conviene»

«…La ingratitud en política es planta de cultivo muy precoz»

«Saber perder es tan solo una forma de prudencia. Indispensable para todo político»

«Los ataques al adversario, cuanto más de brocha gorda, serán más útiles»

«La ambición es legítima en todas las esferas de la política»

«… sin libertad de prensa, a pesar de todos sus inconvenientes, es imposible ejercer el sufragio»

«La esplendidez, y no la avaricia, despierta la confianza de las gentes»

«Hoy los partidos no pueden oír hablar de la extirpación del caciquismo que los correo porque ven en ello un peligro a su propia existencia».

«Es la sutileza gran condición para la vida política. Es penetrar en el pensamiento ajeno sn rastros de violencia»

«Mandar es un verbo de eterna conjugación. Es la pasión dominante en los hombres,,, y en las mujeres»

«Si careces de fuerza para sufrir y resignarte, no sirves para la política»

«En la redacción (de El Globo) no todos comulgaban con mis ideas. Aunque me daban su pluma, conservaban sus convicciones»

«El saber esperar es útil. El político peca siempre de impaciencia»

«No hacer justicia a tiempo debiera considerarse grave delito. Porque omitir la justicia es confirmar la injusticia»

«El gobernante que no cree equivocarse nunca es el más funesto y peligroso»

«No emplees tu fuerza en dividir al enemigo, sino en aniquilarlo»

«El jefe de Gobierno ha de cuidar de no abusar de su autoridad. Es el único medio de perderla».

«El que ambiciona títulos honores nunca será enemigo temible, pues es fácil satisfacerlo»

«No he conocido ningún gabinete sin descubrir en él quien pretende suceder a su presidente»

«El don del mando se revela físicamente por signos inconfundibles: el imperio de la voz, la intensidad y penetración de la mirada, el gesto y el ademán»

«En política no hay absurdo imposible. Las realidad política lo admite todo»

«No abras tu corazón a nadie, y mucho menos en política»

La pasión por le mando se asemeja a la pasión sexual. Hace perder el equilibrio hasta a los varones mas sesudos»

«Los neutros en la política solo sirven de estorbo. Son los castradores de ella».

«Para conocer a fondo las miserias humanas, nada más aleccionador que la vida política»

«Los sentimentales y los imaginativos no sirven para el ejercicio del poder»

«En política no te resignes nunca. La resignación es la confesión de la derrota. Y solo es vencido el que se confiesa vencido»

«El pasado aclara el presente y avisa del porvenir».

«Son los ambiciosos los artífices de la grandeza de los pueblos».

Y así, suma y sigue…

Bueno, ya es la hora de mi partido de tenis. Adiós, amigos. Cuidaos de políticos como Romanones … o Aznar.

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