A partir del 26 de octubre y hasta el 26 de noviembre, rodeada de obras mucho más importantes, podréis ver mi escultura en el 90 Salón de Otoño (Casa de Vacas del Retiro de Madrid).
Mi maestra, Sandra Krysiak, me animó a presentar la obra.
La escultura (que primero la llamé «Niña con coleta» empecé a tallarla poco antes de la pandemia del Covid. No la terminé porque descubrí que la madera de ukola era muy tóxica. Tallar con la gubia y la maza no era tanto problema.
Sim embargo, lijar resultó peligroso ya que el polvillo de ukola podría envenenarme.
Acostumbrado a usar la mascarilla obligatoria por el Covid, decidí acabarla en mi casa.
Como los indios de EE.UU. en el siglo XIX, los palestinos caminan hoy hacia la reserva. Israel llega demasiado tarde para hacer lo mismo que aquellos europeos que quitaron las tierras a los nativos americanos. Estamos en el siglo XXI.«Tendremos seguridad cuando ellos tengan esperanza». Eso ha dicho un almirante israelí. Todo el mundo habla de paz, pero no puede haber paz, y no la habrá, si no hay esperanza. La hubo en 1995 (yo estuve allí, emocionado, en la Casa Blanca) y pronto se quebró.Estoy desolado por el terrorismo de Hamás y el contra terrorismo del Gobierno de Israel. No quiero ser equidistante, ya que esta vez Hamás atacó primero, y de una manera salvaje y bárbara propia de la yihad islámica. Pero, en estos momentos, ambos comenten crímenes repulsivos contra poblaciones civiles inocentes. Y estoy en contra de la violencia indiscriminada. En contra de ambos genocidios.Estoy de acuerdo con el manifiesto progresista que firma Grossman, entre otros. También con el artículo último de Antonio Muñoz Molina en El País. Me duele la insensibilidad moral de la izquierda en un asunto de tanta gravedad. Pero reconozco que el Gobierno de extrema derecha de Netanyahu nos lo está poniendo muy difícil a los amigos de Israel y del pueblo judío. Soy rotundamente contrario a la yihad islámica de corte medieval que causó el 7-O en Israel, el 11-S en EE.UU y el 11-M en Madrid, entre otras masacres de ciudadanos inocentes. Pero una democracia moderna (aunque incompleta) como la de Israel debe respetar los límites que impone el derecho internacional y humanitario. Esa es su servidumbre. No vale todo.
Almirante israelí en la reserva a La VanguardiaA mi juicio, en la seguridad de unos y la esperanza de los otros está la clave (con dos Estados soberanos) para resolver el conflicto iniciado en 1948, en tierras de Palestina, tras el holocausto de los nazis que costó la vida a de 6 millones de judíos inocentes. Un conflicto que estuvo apunto de terminar en septiembre de 1995 cuando, lleno de emoción, cubrí como corresponsal de para TVE la firma en la Casa Blanca del Acuerdo Oslo II entre Yaser Arafat e Isaac Rabin.
Rabin, Arafat, Husein, Mubarak y Clinton, preparándose para firmar el Acuerdo Oslo II en la Casa Blanca.
Firma del Acuerdo Oslo I («Paz por territorios») en la Casa Blanca entre Arafat y Rabin en 1993, después de la Conferencia de Paz de Madrid de 1991.
Aquella jornada de septiembre de 1995 fue para mí inolvidable. Y emocionante. Creí que, finalmente, era posible la paz. Al cabo de solo un par de meses, el 4 de noviembre de 1995, Isaac Rabin, primer ministro de Israel, fue asesinado por un judío fanático contrario a los acuerdos de paz recién firmados por él en Washington. Seguí su funeral televisado desde Dayton. Su nieta me hizo saltar las lágrimas. El otro firmante, Yaser Arafat, primer jefe de la Autoridad Palestina, murió envenenado. La paz no fue posible.
Me acaba de llegar la 3ª edición (póstuma) de la última novela de Ramón Lobo: «El día que murió Kapuscinski» de la Editorial Círculo de Tiza.
Empiezo a leerla, mientras suenan los estruendos y crueldades de la guerra entre Israel y Hamas en lo que hasta 1947 fue Palestina. Echo de menos a Ramón, muerto este verano tan prematuramente. Hoy estaríamos analizando las causas y consecuencias de esta maldita guerra. Claro que no hay guerra que no sea maldita.
Esta foto espléndida de Juan Marichal, obra de mi colega Bernardo Pérez, me ha traído recuerdos bellos y emocionantes de mi maestro por excelencia. No pude evitar acudir a la web con sus obras completas y leer el obituario que le dediqué en el BILE (Boletín del Institución Libre de Enseñanza) como recuerdo de sus conferencias en la Universidad de Harvard y de la última visita que le hice a su casa de Cuernavaca (México) poco antes de su muerte en 2010. ¡Inolvidable maestro!
En lugar de jugar a la petanca, el mismo día que me jubilé como director general de 20 minutos me apunté a tallasmadera.com. Nunca pensé presentarme a ningún concurso de escultura en madera hasta hoy. La vanidad ha vencido, por fin, a la modestia. Presenté mi obra «Sol y sombra juvenil», tallada en madera de ukola, y ha sido seleccionada y catalogada para el 90 Salón de Otoño de Madrid.
«Sol y sombra juvenil», mi obra seleccionada por el Jurado de la AEPE.
Más de un jubilado quitará importancia a la noticia. Les comprendo. Yo hice lo mismo con mis colegas de clase seleccionados antes que yo. La admiración y la envidia (en ese orden) está en el ADN de cualquier aspirante a crear algo desde la nada. Como Dios. Hoy, respetadme, me siento alguien. Razón tuvo Virgilio al escribir «Audentes Fortuna iuvat» (La sonrisa favorece a los audaces).
Desbaste de mi obra en madera de Ukola.
¿Sabrá el Jurado de la AEPE (Asociación de Pintores y Escultores) que la madera de Ukola es tóxica? ¿Qué habrá visto el Jurado en esta chica con coleta? Tuve que lijar la talla provisto de una mascarilla para no intoxicarme.
Esta es la carta que acabo de recibir del presidente de la AEPE, que copio y pego:
90 Salón de Otoño. Obra seleccionada. José Antonio Martínez Soler
Estimado José Antonio,
Es un auténtico placer contactar con usted para comunicarle una grata noticia: el Jurado de Selección y Calificación de la edición número 90 del Salón de Otoño, organizado por esta Asociación Española de Pintores y Escultores que me honra presidir, ha acordado seleccionar su obra para su exhibición en la exposición que con tal motivo se celebrará del 26 de octubre al 26 de noviembre de 2023, en la Casa de Vacas del Parque del Buen Retiro de Madrid y cuya inauguración y acto de entrega de premios tendrán lugar el día 26 de octubre del 2023, a las 19 h.
Su participación ha sido clave y determinante en esta gran celebración, a cuyo acto inaugural me gustaría emplazarle y en donde estaré encantado de poder saludarle personalmente y agradecerle su importante apoyo y contribución, y sobre todo, felicitarle por tan buen trabajo.
Le recomiendo además que visite nuestra página web (www.apintoresyescultores.es) por la que podrá estar puntualmente informado de la muestra.
Quedando a su entera disposición para cuanto precise de esta Asociación Española de Pintores y Escultores o de mi persona, reciba un cordial y afectuoso saludo.
Nota. Le enviamos una imagen previa de la obra seleccionada y ficha técnica para comprobación de datos. Le recordamos que no es la calidad de imagen ni tipografía que aparecerá en catálogo.
José Gabriel Astudillo López Presidente Asociación Española de Pintores y Escultores
El artículo de hoy en El País sobre el pinganillo me ha provocado un ataque de nostalgia y algunos recuerdos risueños. Cuenta mi colega Alex Grijelmo, académico»in pectore» de la Lengua, con más méritos que muchos miembros de la RAE, que una señora que seguía el Buenos Días en TVE me paró por la calle para decirme que lamentaba mucho que yo fuera sordo siendo tan joven. Doy fe de tal anécdota que suele contar Jose María Fraguas (alias Pirracas), mi realizador favorito y cofundador de aquel programa informativo pionero en tantas innovaciones.
Un gran invento el pinganillo que descubrí en 1985 en el programa Today de la NBC. Me lo compré en una tienda de la Quinta Avenida de Nueva York y lo incorporamos, desde el primer momento, (no siempre con éxito) al Buenos Días de TVE. Ya no me da vergüenza contar lo que pasó con aquel extraño aparato, enganchado a mi oreja, pues está publicado en mis memorias «La prensa libre no fue un regalo».
Menuda racha. Otro golpe. He recibido, con dolor, la noticia de la muerte de Gustavo Matías, periodista y profesor, cuando, por su último mensaje, pesé que estaba resistiendo el cáncer en su tierra leonesa. Lo siento mucho. Hemos pasado muchos años juntos en El País y en La Gaceta de los Negocios. Y era un buen tipo. Yo le quería. Deja viuda a Mari Cruz y huérfanos a dos hijos y a cinco nietos. Acabo de publicar su obituario en El País y aquí, en mi blog de 20 minutos. DEP.
Dio en exclusiva una de las noticias más relevantes de la transición de la dictadura a la democracia: la legalización del Partido Comunista de España
JOSÉ A. MARTÍNEZ SOLER23 SEPT 2023 – 19:02 CESTA los setenta años, un cáncer de pulmón acabó el jueves con la vida de Gustavo Matías Clavero, un ilustre leonés, periodista y profesor universitario. En nuestro oficio, el segundo más viejo del mundo, decimos que noticia es aquello que alguien no quiere que se sepa. Cuando Gustavo, redactor de Economía de EL PAÍS antes que profesor, mordía la pista de una noticia exclusiva era temible. No la soltaba por nada del mundo. Disfrutaba descubriendo secretos económicos de interés para sus lectores.
Forjado en la agencia Europa Press, conocía el valor de adelantarse a los competidores. Era generoso y compartía sus fuentes con sus compañeros, una rara virtud en una profesión de divos. Gustavo era rápido a la hora del cierre, pero escribía habitualmente unas líneas de más. Una anécdota suya hizo fortuna en EL PAÍS y en La Gaceta de los Negocios y, entre risas, la hemos recordado en el tanatorio. Cuando Joaquín Estefanía o yo mismo le gritábamos para que cortara urgentemente una línea de su información para poder ajustar la página, Gustavo nos respondía: “¡Pues quitad mi firma!”. No era presumido.
Sin embargo, no siempre fue así. Una de las noticias más relevantes de la transición de la dictadura a la democracia la dio Gustavo Matías en exclusiva por la línea de Europa Press: la legalización del Partido Comunista de España por el presidente Adolfo Suárez. Siempre presumió de haberse enterado antes que nadie y le dolía que no se le atribuyera ese mérito. Aquí queda dicho, querido Gustavo.
Nunca practicó el disimulo. Era directo. Iba con la verdad por delante y no tenía pelos en la lengua, lo que le creó problemas con no pocos líderes políticos y/o empresariales. Este viernes me recordó Rodolfo Serrano, otro histórico de aquella gloriosa sección de Economía, el día en que Gustavo fue a cubrir una rueda de prensa de Carlos Solchaga y le dijo: “Señor ministro, hay un error en los Presupuestos Generales del Estado y no cuadran sus cuentas”. Solía acertar.
Cuando nuestra generación se inició en la información económica, en pleno franquismo, muchos nos sorprendimos del reparto de sobres con dinero (que llamaban “dietas”) entre periodistas que cubrían juntas generales o acontecimientos relevantes de grandes empresas y bancos. Aquellos colegas recibieron el nombre de “sobre cogedores”. Pronto acabamos con aquellas prácticas corruptas.
Gustavo Matías era íntegro en la relación profesional con sus fuentes. Pudo equivocarse alguna vez, y rectificó, pero nunca publicó una mentira a sabiendas. Era un periodista honesto que defendía la veracidad de lo que contaba en sus más de 4.000 artículos repartidos por EL PAÍS, El Mundo, Cinco Días, Expansión, El Economista, La Gaceta de los Negocios, Ibercampus, etc.
Cuando el periodismo chocó con su vocación docente e investigadora, se pasó a la Universidad Autónoma de Madrid como profesor titular de Economía Aplicada y publicó más de una docena de libros de gran contenido académico. La prensa perdió prematuramente a un gran periodista y la Academia ganó a un magnífico profesor. Muchos discípulos le rindieron homenaje este jueves en el tanatorio. Descansa en paz, amigo Gustavo.
Varios miles de personas han celebrado en Santa Fe (NM) la quema 199 de Zozobra, un muñeco de 15 metros que lleva dentro mensajes con los pesares y problemas del año. Un espectáculo singular con raíces milenarias.
Zozobra tiene una mesa y una dirección online donde se depositan y recogen los pesares escritos de los ciudadanos para introducirlos en el muñeco. Zozobra acepta todo tipo de problemas: quejas, multas, hipotecas, divorcios, pleitos, enfermedades, desastres naturales, políticos, religiosos… Cualquier cosa que nos haya generado alguna zozobra o angustia o pesar tiene cabida dentro del muñeco.
Yo veo algunas raíces bíblicas de Zozobra en el chivo expiatorio (scape goat) que los hebreos echan al desierto llevando dentro todos los pecados del mundo. También puede ser cabeza de turco, que paga por los pecados de otros.
En Santa Fe es tiempo de fiesta. Estos días se llena de turistas de California y de Texas.
Hay un gran mercado del arte y grandes esculturas de madera por las calles y plazas (¡qué envidia!).
Para nosotros, mañana se acaba la fiesta. Regresamos a España y nos perdemos la carrera de cerdos (pig race) que celebran aquí cada año.
Hay una gran mezcla de culturas en Santa Fe (NM). El campeonato de cerdos lo han copiado seguramente de la Inglaterra profunda donde siguen celebrándolo. Y la quema de la Zozobra puede tener orígenes algo turbios en las hogueras de nuestra Inquisición. ¿Quién sabe?
En dos días volvemos a casa. ¡Como mi Egpaña no hay na!
Alguien pensará que no es noticia para el blog de un abuelo: Mi nieta se mudará a España en 2024. ¡Que paren las máquinas!. Hoy terminó la semana emocionante del tercer cumpleaños de Ana Isabel Martínez Gabriel en Santa Fe (NM). Sus padres, Chaz y David, se mudan con ella a España en 2024. ¿Qué más puedo pedir? Estamos muy felices al poder reunir a toda la familia, tan desperdigada, por fin, en España. Gracias, hijos.
Un día completo. Mejor, imposible. Feliz cumpleaños, Ana Isabel.
Ayer fue un día de nuevas emociones. Eva Bovenzi (pintora) y John (músico) nos visitaron en Santa Fe (NM). Lo celebramos en el famoso restaurante Tesuque Village Market donde un gran chef (nuestro hijo David) cocinó para nosotros… y para otro centenar de clientes.
Eva Bovenzi y Ana Westley fueron compañeras de cuarto (con 18 años) estudiando Literatura en la Universidad (Kalamazoo College, Michigan) y John es un gran músico jubilado. Luego, Eva fue a Bellas Artes y hoy es una pintora famosa. Mi chica optó por el periodismo (New York Times, Wall Street Journal, etc.) y, al jubilarse, por la pintura. Nos juntamos con ellos aquí, en Madrid, en California o en León (incluso en Mojacar, Almería) y nunca faltan las risas y los recuerdos entrañables.
Hace unos 10 años, mi hijo David cambió su carrera de pintor (como su madre) por la de cocinero y hoy es un chef espléndido en el popular restaurante Tesuque Village Market, cerca de la Ópera de Santa Fe (NM).
¿Es o no es mi niño un gran chef en la cocina?
Mi niño no nos dejó pagar la cena. Gracias, David. Yo sabía lo bueno que era en la cocina en nuestras respectivas casas, pero nunca le había visto en acción, como un chef profesional, dominando la escena en un restaurante repleto de clientes. Comprenderéis que publico todo esto en mi blog solo para presumir de él. Estoy muy orgullosos de su arte como cocinero de lujo y como pintor. Ojalá se decidan pronto a instalarse con su esposa Chaz y su hija Ana Isabel en Madrid, cerca de nosotros. Me encantaría ver crecer a mi nieta Ana Isabel en España. Santa Fe es una ciudad magnífica, pero está muy lejos de nuestra casa.
Eva y John nos invitaron hoy a comer con Walter Robinson, amigo de la infancia de nuestro querido Dwight Porter, compañero de Ana en la prensa extrajera en Madrid. El mundo es verdaderamente un pañuelo. Resulta que Walter es un famoso escultor … ¡en madera! Naturalmente, presumido como soy, no pude evitar contarle mis progresos en tallasmadera.com.
Y le mostré mi obra de fin de curso (Quema de libros de un hereje, inspirada en la de Juan de Juni del Museo de León. ¿Os podéis creer que fue Eva quien me hizo la foto con la obra del gran Juan de Juni en León en septiembre de 2019?.
Eva y Ana conservan las fotos de nuestro viaje a León, en 2019, antes de la pandemia.
Mañana vuelven nuestros amigos a Colorado. Nuestra próxima cita es en Segovia…