Si no defendemos la libertad, merecemos perderla

Estoy escandalizado y sorprendido. Escandalizado por las amenazas de Miguel Angel Rodríguez (MAR) de «triturar y cerrar» elDiario.es. Sorprendido por la tibieza (quizás, el miedo justificado) de mis colegas periodistas en activo que no reaccionan antes las amenazas del Rasputín de Isabel Diaz Ayuso, presidenta de la CAM, herida por los delitos fiscales de su novio. Ahora, desde el Poder, añaden bulos, al estilo Donald Trump, acusando falsamente a colegas nuestros (¡encapuchados!) de acosar a los vecinos de Ayuso y de querer asaltar su casa. Algunos medios, próximos al PP, se han tragado los bulos. En tiempos no muy lejanos, por mucho menos, los periodistas habríamos organizado una concentración, naturalmente pacífica, en la puerta de elDiario.es (Palacio de la Prensa, en Callao) en solidaridad con nuestros colegas amenazados y en defensa de la libertad de expresión que es un derecho de todos los ciudadanos no solo de los periodistas. Cuando ves las barbas de tu vecino…

La Asociación de la Prensa de Madrid (y las de España) y las Facultades de Periodismo deberían tomar la iniciativa con urgencia. Si la convocan en día laborable, iremos los jubilados… que ya perdimos el miedo a perder nuestro empleo. Si es en fin de semana, pueden venir periodistas valientes en activo y estudiantes de Periodismo que no pueden ser despedidos por manifestarse en Callao. No sería la primera manifestación de periodistas en la puerta del Palacio de la Prensa en Callao. Yo recuerdo una emocionante, recién muerto el dictador Franco, a la que no pude asistir por estar curándome la heridas causadas por las torturas de mis secuestradores. Ahora será solo contra las amenazas de cierre de un diario. Esto es progreso.

Mi primer mensaje de esta mañana en redes sociales
Asamblea de periodistas en el Palacio de la Prensa en Callao (1976), donde hoy está la sede del amenazado elDiario.es. Aprobaron la manifestación en defensa de la libertad de expresión.
A los «grises» no les gustó la manifestación en Callao. Hubo palos y detenciones.
La «mani» echó a andar por la Gran Via hasta que llegaron los «grises».
El artículo que provocó mi secuestro y mi cara magullada y quemada.
Pag. 294 de mis memorias («La prensa libre no fue un regalo», Marcial Pons)
Portada de mi libro de memorias.

Al menos, esta tarde, a las 19.00h, en el Teatro del Barrio (calle Zurita, 20, Madrid), podré dar personalmente un fuerte abrazo de solidaridad a Ignacio Escolar, director de elDiario.es. Ignacio, Ana Cañil y yo vamos a presentar el libro de Manolo Saco «No hay Dios (probablemente)», editado por Mongolia.

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